Borrar
qParedes con estuco veneciano y la barandilla restaurada.

Ver fotos

qParedes con estuco veneciano y la barandilla restaurada.
San Sebastián

Clásico por fuera, más moderno dentro

Reforma integral ·

El ala oeste del Ayuntamiento ha sido sometido a un proceso de renovación que ha permitido adaptar a las necesidades del siglo XXI un edificio del XIX

Dani Soriazu

San Sebastián

Domingo, 9 de enero 2022, 07:22

Comenta

No ha sido una tarea sencilla. Desde que en 1947 el antiguo casino se transformara en Casa Consistorial no se había vuelto a acometer una reforma integral como la que se ha culminado ahora en el ala oeste del Ayuntamiento. Y eso, para los que se han encargado de la tarea, ha sido un reto. Al caminar por las dependencias que han sido renovadas uno se percata de que los espacios son más luminosos, diáfanos, las maderas y las paredes brillan como recién estrenadas. Pero detrás de ello hay todo un trabajo invisible que ha conseguido adaptar a las necesidades del siglo XXI la realidad de un edificio anclado en algunos aspectos en el XIX y catalogado con el grado A, la mayor protección urbanística.

«Es un edificio que ha funcionado durante todos estos años, pero que se ha ido rehaciendo poco a poco, fruto de las necesidades que iban surgiendo. Aquí una escalera, aquí un nuevo espacio...», explican el arquitecto Xabier Agirre y la arquitecta del Ayuntamiento Maider López Garin, ambos encargados de liderar este lavado de cara en la parte más cercana al Club Náutico, manteniendo inalterada la estética exterior.

Las cifras

  • 15,5 millones de euros ha sido el coste aproximado de los trabajos que han permitido renovar los espacios del ala oeste del Ayuntamiento.

  • 4 Han sido los años que ha durado la obra. Los trabajos continuarán con la creación de la nueva oficina de turismo en la planta baja del ala este.

Con esta intervención, que se inició en el 2017 y ha tenido un coste aproximado de 15,5 millones de euros, se ha puesto en valor el edificio que ya existía, sus elementos más característicos como las columnas, las vidrieras, los suelos o sus ventanales, a la vez que se han eliminado las antiguas distribuciones «que eran más caóticas» por otras más simples. También se ha adecuado y consolidado la estructura y, por supuesto, se ha adaptado el edificio a la normativa actual en temas de accesibilidad, prevención y extinción de incendios, creación de nuevas vías de evacuación y redes de comunicaciones...

Uno de los mayores cambios se refleja en la planta bajo cubierta, donde los arquitectos han estado más condicionados por la estructura, los lucernarios y las vigas. Se ha conseguido crear nuevas salas para reuniones u otras necesidades del Ayuntamiento, se ha reforzado la cubierta y se han colocado ventanales de vidrio reflexivo que permiten aislar la estancia tanto del frío como del calor, lo que la hará «más agradable para su uso». La acústica también se ha mejorado gracias al renovado techo y al suelo con moqueta que mitiga los ecos.

Imagen principal - Clásico por fuera, más moderno dentro
Imagen secundaria 1 - Clásico por fuera, más moderno dentro
Imagen secundaria 2 - Clásico por fuera, más moderno dentro

Otro de los elementos en los que más tiempo se ha invertido es en la renovación de las instalaciones y los conductos, que atraviesan el edificio de abajo a arriba, en un intrincado juego de cajoneras y tubos que se han distribuido, integrándose en la medida de lo posible con la estructura y el color de las paredes. «Nos ha costado meses llevarlos desde el sótano y por todas las plantas», indican.

Después está todo lo que queda oculto detrás de paredes y falsos techos donde está escondido el entramado que componen los sistemas eléctricos y electrónicos. Agirre señala una caja de registro del techo para ser conscientes de todo lo que se ha incorporado y está a la vista en un mismo punto: «Tenemos iluminación de emergencia, la iluminación funcional, la detección de humos, el flash de aviso de incendios para personas con problemas auditivos...». A todo ello se le une todo el sistema de renovación de aire y de calefacción, que también ha sido renovado por completo.

Estuco veneciano

La práctica totalidad de las decisiones adoptadas han estado basadas principalmente en la funcionalidad. Aunque el apartado estético también ha tenido peso en algunos elementos, sobre todo en algunas zonas nobles. Es el caso del estuco veneciano, un acabado de pintura similar al mármol. «Viste mucho en este edificio y le da mucha calidez», comenta Aguirre, que señala que el estuco ha sido realizado por un equipo de operarios marroquíes que dominan la técnica, que luce por ejemplo en las paredes de la zona de escaleras que conectan todas las plantas.

Aquí también destaca el pasamanos con un trabajo de carpintería afinado en formas y tratamiento. «Por normativa ha habido que darle una mayor altura. Lo que se ha hecho es integrar una nueva parte dentro de la herrería original que había, consiguiendo elevar su altura sin que apenas se note», dice el arquitecto. Además, se ha colocado otro doble pasamanos en la pared para cumplir con lo establecido por la normativa sin alterar el aspecto del central.

Toda la obra ha permitido sectorizar el ala oeste, creando espacios que permiten su estanqueidad y evitar el paso del fuego de una estancia a otra en caso de incendio «sin romper la armonía y la estética original de elementos como puertas». Asimismo, se ha modificado la distribución de las zonas de trabajo del personal municipal para mejorar la circulación.

«Antes el espacio quedaba dividido en dos por la mitad, ahora ese eje de paso se ha trasladado a un lateral, dejando una mayor superficie funcional. Todo ahora es más intuitivo para moverte por el edificio», relata Agirre. En materia de accesibilidad también se ha instalado un nuevo ascensor que incorpora paradas que no había antes, que conectan el ala oeste con el salón de Plenos en dos alturas, una de acceso a la zona donde se celebran los debates y otra al balcón.

La obra consistorial no acabará hasta finales de este año o comienzos del que viene con la nueva oficina de turismo en la planta baja del ala este. La operación, iniciada en 2017, se planteó como «una modernización» de los espacios municipales que implicaba una reorganización superficial y partía de una nueva forma de entender la administración con las nuevas tecnologías como herramienta fundamental del cambio. Así, se decidió agrupar los servicios vinculados al territorio, con Urbanismo como elemento principal, en el edificio de Easo; los servicios vinculados a la economía, en el palacio Goikoa; y los servicios generales, en el edificio consistorial.

Para ello, los funcionarios de Urbanismo iniciaron un «viaje» hacia su sede definitiva, con parada intermedia en San Martín 48. Este traslado fue el que, fundamentalmente, ha permitido reformar esta mitad del edificio consistorial.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Clásico por fuera, más moderno dentro