Aspecto de una parte de la playa de Ondarreta ayer durante la bajamar del mediodía. Lobo Altuna

San Sebastián

La despedregadora empieza a trabajar en la playa de Ondarreta en la recta final del verano

La temporada de playas se ha caracterizado hasta ahora por una ausencia de piedras en ese arenal, pero las mareas vivas han hecho aflorar los primeros cascotes

Aingeru Munguía

San Sebastián

Viernes, 1 de septiembre 2023, 06:45

Las mareas vivas a las puertas de septiembre han terminado por sacar las piedras que se esconden bajo la arena de Ondarreta y que no ... se habían manifestado con claridad en todo el verano. El servicio de Mantenimiento trabajó anoche y lo hará en los próximos días con la despedregadora para retirar los molestos cascotes, de los que se han librado los bañistas durante los dos primeros meses de la temporada. El miércoles por la noche se realizaron los primeros trabajos con excavadora para agrupar y retirar en lo posible los restos calizos más grandes que aparecieron incluso en la parte alta de la playa, en zona de arena seca. Los servicios encargados de la tarea sacaron seis camiones con piedras para su transporte y reciclaje en la empresa Ekotrade (Astigarraga).

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El nuevo concejal de Mantenimiento, Carlos García (PSE), estuvo presente en estos primeros trabajos que empezaron hacia las 21 horas y se prolongaron durante cuatro horas. Como siempre, se esperó a trabajar en horario nocturno, para no molestar a los usuarios de la playa, durante las dos horas últimas de la bajamar y así poder encadenar con las dos primeras horas de pleamar. Durante la noche de ayer, la de hoy y la del sábado se actuará con despedregadora para retirar el mayor número de cascotes en unos días en los que el nivel del mar desciende significativamente y, por tanto, cuando la zona intermareal es de mayor superficie, lo que permite a las máquinas extraer piedras imposibles de alcanzar en otros momentos del año por estar en zona sumergida.

El verano de 2023 ha seguido la tendencia observada en los últimos años: escasas piedras, de pequeño tamaño y de aparición cada vez más tardía.

Los trabajos mecánicos de retirada de escombros en 2017 comenzaron en mayo, en 2018 lo hicieron en junio, en 2019 a principios de julio y durante los veranos de 2020 y 2021 se iniciaron en la tercera semana de julio. El verano pasado las tres máquinas del servicio -despedregadora, tractor y cribadora- no se activaron hasta el 13 de agosto y en el actual verano se ha tenido que esperar a finales de agosto para empezar a sacar áridos.

El Ayuntamiento no saca las piedras cuando quiere sino cuando estas aparecen. Es el mar, con su mayor o menor actividad mareal, el que marca cuándo se activa el dispositivo. El hecho de que se retrase cada año la puesta en marcha de la despedregadora quiere decir que hay cada vez menos piedras bajo la arena y que cuesta cada vez más que afloren a la superficie.

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Cambio del perfil de la playa

Tiene que haber una 'mancha gris' de tamaño relativamente grande para que el dispositivo se ponga en marcha, de lo contrario no compensa económicamente movilizar a media docena de personas para retirar poca cantidad de piedras. Este verano ha habido dos momentos en los que se ha estado a punto de actuar. Uno fue a principios de junio y el segundo fue el temporal de principios de agosto, que también coincidió con mareas vivas importantes, y que se llevó mucha arena y empezó a descubrir los cascotes que permanecían ocultos a diferentes cotas. Esta 'fuga' de arena la advirtieron sobre todo los usuarios de las primeras filas de toldos, titulares de las sombrillas más próximas al mar, al apreciar un cambio sustancial en el perfil de la playa, según explicaron algunos de ellos a DV.

Una excavadora agrupa cascotes durante la noche del miércoles. Lobo Altuna

Este temporal, no obstante, no fue suficiente para que se pusieran en marcha la despedregadora. En los últimos días, sin embargo, sí se han dado las condiciones para activar el dispositivo con la llegada de unas importantes mareas vivas, con coeficientes de 110 (ayer), 111 (hoy) y 104 (mañana). «Han aparecido las primeras piedras y entendemos que se dan las condiciones ideales para trabajar, con lo que, en principio, vamos a estar tres noches actuando en Ondarreta con la despedregadora», afirmó ayer Carlos García.

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Mareas a final de mes

Los servicios municipales seguirán atentos a la dinámica marina a lo largo de septiembre, un mes de importantes mareas vivas. Los días 28, 29 y 30 serán jornadas de grandes bajamares lo que provocará movimientos de arena significativos, positivos para el servicio de retirada de piedras porque afloran cascotes que en otros momentos del año permanecen ocultos en la arena.

Una perspectiva de la orilla de Ondarreta ayer. Lobo Altuna

«Queda por extraer de la playa un tercio del volumen de escombros piedras y solo lo podemos retirar cuando afloran esas piedras. Permaneceremos atentos no solo en septiembre sino una vez finalizado el verano por si podemos avanzar en ese objetivo», añadió García.

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El miércoles por la noche se retiraron seis camiones con piedras y arena mezclada. Hay que recordar que el año pasado se pudo eliminar 201 toneladas y que en 2021 fueron 1.631 toneladas las que se retiraron de Ondarreta. Los escombros (piedras mezcladas con arena) son transportados a la empresa Ekotrade que separa el sedimento y los áridos. Los primeros son devueltos a la playa de Ondarreta, mientras que los segundos son machacados en diferentes tamaños para su utilización como material de construcción.

La pieza hallada en Ondarreta y una pila para blanquear la colada a la que podría pertenecer.

Aparece un trozo de pila para blanquear la colada que se envía a Aranzadi

Entre las grandes piedras retiradas en la noche del miércoles de la playa de Ondarreta apareció un trozo de lo que parecía ser la base de una tinaja. Puestos en contacto con expertos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi explicaron al servicio de Mantenimiento que con toda probabilidad se trate de la cuarta parte de la base de las tinajas que se utilizaban antaño para blanquear la colada. La acción de colar la ropa significaba someter la ropa a la acción de la lejía en el colador. Este último instrumento donde se colocaba la ropa podía ser un cesto, una cuba, una tinaja, una tina de piedra, una construcción de madera o de otros materiales. El objeto hallado en Ondarreta quedará en manos de Aranzadi para un estudio más detallado.

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