Una concentración en Donostia condena el asesinato homófobo a Samuel en A Coruña

Decenas de personas se han concentrado a partir de las 20 horas de este lunes en el Boulevard de San Sebastián para condenar el asesinato homófobo de un joven en A Coruña. También se han celebrado movilizaciones similares en las otras capitales vascas y en ciudades de todo el Estado en repulsa de lo sucedido. Entre los asistentes en el acto de Donostia, convocado por Gehitu y asociaciones LGTBI+, se encontraban representantes políticos, como Rafaela Romero, diputada foral de Movilidad y Ordenación del Territorio.

«O paras de grabar o te mato, maricón». Es el grito que, según una de las amigas que lo acompañaba, escuchó Samuel, coruñés de 24 años, en plena calle, junto a una zona de ocio nocturno de esta ciudad gallega, justo antes de que un numeroso grupo de hombres le diese una brutal paliza que terminó con su vida en la madrugada del sábado pasado. Eran las tres cuando una de las chicas que iban con Samuel mantenía una videoconferencia y un grupo de hombres fue hacia ella, con formas violentas, creyendo que los grababa. Su amigo trató de mediar para disipar el malentendido, pero, por toda respuesta, recibió los insultos y un fuerte puñetazo. Lo tiraron al suelo y lo patearon. Dos horas después moría por las graves lesiones.

La Policía Nacional lleva 48 horas visionando las cámaras próximas al número 2 de la avenida de Buenos Aires para determinar la identidad de los participantes en la agresión, al tiempo que interroga a testigos y a sospechosos, entre los que ya estaría identificado el hombre que dio el primer puñetazo a este auxiliar de enfermería. Por la noche aún no había detenciones, que sin embargo se producirán pronto, según avanzó el ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska explicó que la investigación todavía no ha podido desvelar el móvil que desató la agresión mortal. Están abiertas todas las hipótesis, incluida la homofobia.

El padre del fallecido acudió ayer al lugar de la mortal paliza y pegó en la acera una cartulina. En el texto esta familia destrozada lamentaba que «nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida», pero al tiempo deseaba que «nunca más llegue a ocurrir otro día tan negro como el que estamos viviendo». El mensaje concluía con una rotunda exigencia: «No a la violencia».

Ciudades de toda España se llenaron ayer de concentraciones en repulsa de lo sucedido. Entre ellas, Donostia, donde acudieron representantes políticos como la diputada Rafaela Romero.

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