Se han juntado en la plaza de la Constitución para protestar. juantxo lusa

Comerciantes de la Parte Vieja alertan de que su situación «es dramática»

Más de 200 establecimientos solicitan al Gobierno Vasco ayudas directas para evitar un cierre en cascada

Estrella Vallejo

San Sebastián

Jueves, 3 de diciembre 2020, 13:39

La situación «dramática» que viven, y que conforme pasan los meses no hace sino agravarse, ha llevado a más de 200 pequeños empresarios de la Parte Vieja a alzar la voz, tocar el timbre del Gobierno Vasco, y denunciar que el confinamiento, la falta de turistas, el cierre perimetral y el último cierre de la hostelería han terminado por vaciar las calles y los negocios de este barrio donostiarra. «No podemos pagar los alquileres, a los empleados ni hacer frente a los créditos que solicitamos al inicio de la pandemia. ¿Qué hacemos? ¿Cerramos? Somos más de mil puestos de trabajo directos, pero indirectos muchos más. ¿A cuántos dejamos de dar de comer si bajamos la persiana?», denuncia Patricia Berdeal, una de las comerciantes que se han unido esta mañana en la plaza de la Constitución junto a otros compañeros para alertar de la «insostenible situación» que atraviesan estos negocios.

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El colectivo de actividades económicas de esta zona de la capital guipuzcoana señala que los cierres perimetrales decretados han supuesto «un cierre encubierto de nuestros negocios, sin ningún tipo de ayuda económica o fiscal que nos permita sobrevivir», un factor al que se le suma que el número de habitantes en este barrio es «infinitamente inferior al de otros barrios, por estar enfocado al turismo», apunta Patricia en referencia al volumen de pensiones o viviendas de uso turístico, ahora vacías.

En los ocho meses de pandemia, la Parte Vieja ha perdido la vida, el color y el ambiente que tanto le caracterizaba. Ahora es una zona desierta. A su paso cada vez se ven más persianas bajadas y establecimientos con las luces apagadas. Los comerciantes reconocen que el atractivo turístico que ha ganado en los últimos años esta zona de Donostia ahora les está pasando factura, sin embargo, subrayan que «la Parte Vieja nunca se ha cerrado a los donostiarras, más bien ha sido al revés, pero esto no es un gueto», recuerda esta comerciante. «Nuestros ingresos se reflejan en toda la ciudad, y es momento de animar a nuestros vecinos, que se acuerden de que la Parte Vieja existe y que es momento de echarnos una mano», reivindican.

Su petición para contar con medidas que eviten el cierre definitivo de sus locales ha llegado a Vitoria y el próximo viernes mantendrán una reunión con el Departamento vasco de Turismo, Comercio y Consumo. «Hacen falta medidas urgentes», reiteran, y más aún ante unas navidades que no serán. Consideran que aunque abra la hostelería, el cierre perimetral les sigue dejando atados de pies y manos, y ya cuentan con que en enero van a volver las restricciones. «No vemos la luz al final del túnel y cada vez es más difícil resistir».

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