La Caja de Ahorros regalaba libros
Día del libro ·
1972 | El Día del Libro de hace cincuenta años se adelantó una jornada por coincidir en domingo. Muchos donostiarras compraron novelas de Pío Baroja, de quien se celebraba el centenario, mientras que la Biblioteca Infantil recibió la visita de Don QuijoteEl Día del Libro de hace cincuenta años fue especial. Por un lado, coincidió con el Año Internacional del Libro declarado por la UNESCO para ... 1972. Por otro, al caer el 23 de abril en domingo, se adelantó su celebración al sábado 22.
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Entre nosotros, el Día del Libro de 1972 tuvo, además, dos aspectos curiosos. La Caja de Ahorros Provincial lanzó una campaña en la que regalaba libros a los clientes. Y la sección infantil de la Biblioteca Municipal (recuerden, entonces en el último piso del edificio de la plaza de la Constitución, con la sonrisa de la bibliotecaria Concha Chaos al fondo) recibió la visita nada más y nada menos que del Quijote y Sancho (o más bien de unos animadores disfrazados de ellos).
DV, 22 de abril de 1972: «Hoy sábado, como homenaje a Cervantes, el caballero don Quijote y su escudero Sancho Panza atenderán personalmente a los niños lectores y ofrecerán a las madres que deseen acompañarlos una flor natural. Se efectuará también el sorteo de premios entre los acertantes del concurso 'Pequeños investigadores'».
En 1972, como decimos, el descuento del 10% en puestos instalados en la plaza de Gipuzkoa y en las librerías se realizó el sábado 22 de abril.
Al día siguiente informaron en DV de que «numerosas personas, durante todo el día de ayer, se acercaron a los arcos de la Diputación donde habían sido instalados los 'stands' para celebrar el Día del Libro. A pesar del mal tiempo, tan solo aceptable, la venta fue buena, en opinión de los libreros».
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Añadían que «acudió público de todas las edades, niños, jóvenes y adultos, y por lo general cada uno llevaba su paquete de libros debajo de brazo, o en el bolsillo de la gabardina. Al contrario de lo que se puede pensar, compró más libros la persona mayor que la joven y éstos, en mayoría, prestaron su atención –y su dinero– para los libros humorísticos. Las obras de Pío Baroja tuvieron mucha aceptación y sobre todo 'El cura de Mauleón'. También fueron adquiridos gran número de ediciones de bolsillo». (Se celebraba en 1972 el centenario del nacimiento de Baroja).
Hoy acaso se le acusaría de competencia desleal, pero entonces fue muy aplaudida la iniciativa de la CAP, la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, que celebró el Año Internacional del Libro regalando volúmenes. Del 25 al 29 de abril, los clientes que ingresaban mil pesetas alcanzando un saldo de 6.000 (o quienes abrían una libreta de ahorro nueva) recibían de regalo un libro, que podían elegir entre 17 títulos.
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El catálogo era interesante y variado. Incluía una edición especial de 'Aviraneta o la vida de un conspirador', de Baroja; 'Terranova, la ruta del bacalao', de Javier de Aranburu, libros en euskera de Joan Inazio Goikoetxea 'Gaztelu', un poemario de Jorge G. Aranguren, el ensayo 'Collage nº 1', de Ricardo Ugarte, 'El libro de la cocina española', de Luján y Perucho, '20.000 leguas de viaje submarino' o recopilaciones de cuentos infantiles en euskera y castellano.
Por otra parte, «coincidiendo con esta celebración, la Asociación de escritores de Guipúzcoa concedió el premio literario provincial 'Pluma de Oro 1972' para el ensayo al escritor don Miguel Pelay Orozco, por su obra 'La encrucijada'».
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