«He atrapado seis ratas en un solo día»
Los vecinos de la plaza Wroclaw de Donostia viven una situación «insostenible» por la aparición de «enormes» roedores en sus viviendas desde hace una semana
En las últimas 24 horas he atrapado seis ratas, dos de ellas en mi terraza. Son enormes, La situación es insostenible. Así no podemos seguir, ... necesitamos que alguien nos haga caso y ayude a encontrar una solución«. Quien así habla es Juan Encinas, uno de los vecinos de la plaza Wroclaw de Donostia que denuncia que llevan una semana inmersos en un »sinvivir« por la aparición »descontrolada« de roedores en sus viviendas del barrio de Txomin-Enea.
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El primer ejemplar apareció el domingo en la quinta planta y «tenía pinta de ser una cría». Desde entonces, la vecindad vive en «alerta y tensión constantes» porque cada día que pasa la situación se agrava y «los bichos cada vez son más grandes y aparecen en cualquier piso. Da igual si es uno alto o uno bajo».
La de la plaza Wroclaw es una comunidad que está compuesta en su mayoría por parejas jóvenes con hijos pequeños que hace un año estrenaron sus nuevas viviendas. Lo hicieron sin que la urbanización de la zona y su edificio estuvieran totalmente rematados, pero la ilusión por iniciar una nueva etapa en sus vidas podía con todo. Una ilusión que se tornó en preocupación a medida que pasaban los meses porque «aunque como en todas las obras había cosas por rematar, esperábamos que la constructora lo hubiera hecho ya. Lo que no podíamos imaginar es que todo esto fuera a derivar en una situación que se está convirtiendo en un problema de salud pública», relata Encinas.
«Caldo de cultivo perfecto»
Los vecinos achacan la aparición de los roedores a varios factores. A la suciedad de las zonas verdes aledañas que «no se cortan y parecen selvas», al movimiento de tierras que hay en la zona para la construcción de nuevos bloques de viviendas y a que las fachadas ventiladas de su construcción no están rematadas por su parte baja. «Es el caldo de cultivo perfecto para las ratas, que aprovechan los huecos en el frontis del edificio para colarse y la lana de roca del interior para trepar, incluso para anidar», explica Alexandra Osa, otra de las afectadas.
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El primer paso que dio la comunidad en busca de ayuda fue ponerse en contacto con la empresa constructora como responsable de la obra, «pero solo recibimos largas». También con el área de Sanidad del Ayuntamiento de Donostia, quien el pasado miércoles envió un equipo «que solo colocó trampas en algunas alcantarillas y no entró en nuestras viviendas», lamenta Osa. Desde el consistorio señalan que el procedimiento habitual en estos casos es actuar en la zona pública y no en la privada. «Para hacerlo de otra manera es necesaria una orden judicial», señalan las mismas fuentes que también aclaran que la responsable de la limpieza de las zonas verdes es la constructora «porque la obra no está recepcionada en el Ayuntamiento».
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