María, en la galería La Inversa de Egia. SARA SANTOS

Ciudadanos | María Vidagañ Murgu

«Hacer arte para no dejar de jugar. Y para que nadie te diga que eso no se hace»

iDice su galerista de La Inversa que lo suyo es la 'apoteosis de la humildad'

Begoña del Teso

San Sebastián

Miércoles, 23 de julio 2025, 06:36

Siempre pasan cosas en Egia. En el 11 de Virgen del Carmen, Elena Scaratti, artista del magnetismo y poeta, ha abierto nueva galería, La Inversa, que quedó inaugurada el sábado con un 'Canto al sol', performance lírico-musical de Marilú Ríos Guerrero. Y con una exposición de María Vidagañ, que estudió en Valencia y Estambul y se doctoró en Artes Visuales. Dicen que sabe observar los territorios y transformar los objetos encontrados en esos lugares .

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– Así que eres de Casinos, en la comarca del Campo del Turia. Suena bonito. Como a Lejano Oeste. Aunque aquí nos quede más bien al Este. Por cierto, no conozco a nadie cuyo apellido acabe, como el tuyo, en 'ñ'...

– ¿No te has fijado?

«Hice una performance que llamé 'Mozart, Bach y las flores del Mal', uniendo lo más excelso con las malas hierbas, esas hermosas supervivientes»

– ¿En qué?

– En que mi apellido es un loca transformación del vasco 'Bidegain'. Y ya no te cuento de dónde viene el segundo...

– ¡Ahí va, es verdad! Bidegain con 'v' y 'ñ'. Murgi como Murg(u)iondo o Murgil... ¿Qué pasó para que os pusierais la 'ñ'?

– Lo que tantas veces, mis antepasados emigraron. De aquí. Para allá. De 'Bidegain' a 'Vidagañ'.

– Bonito, muy bonito. Un viaje de ida y vuelta. Marcharon los tuyos y tú te has venido para, con el grupo de gente que se apuntó a la aventura, ir recogiendo pequeñas maravillas por los paseos y luego montar pequeñas obras de arte. Oye, tú ahora vives en Castellón....

– Por muchos motivos pero uno de los más importantes es tener cerca un buen horno de pan.

– No encuentro otro mejor. Dime cuál merece allá en Castellón.

– El Forn Adell, en la calle Alloza, abierto en 1875. Ahora lo lleva Manuel, tercera generación de artesanos del pan. Horno de leña. Ni te cuento también cómo son las empanadas, de una masa tan fina que se diría se fuera a romper. Para mí comer buen pan es tan importante como respirar buen aire. Me voy de Donostia el viernes, ¿qué hornos/panaderías me recomendarías?

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– No sé si te va a dar tiempo a conocerlas todas: Kuskurro en Sancho el Sabio, Errotaundi en Easo, Marquet en Secundino Esnaola, Galparsoro en calle Mayor... Dime una cosa, hay una foto tuya, de cuando eras una cría, que se ha hecho casi viral...

– Poco me ha faltado para ponerla de fondo de pantalla. Tendría pocos años y aparezco chula, con las manos en la cintura, sombrero de paja y del pantalón me cuelgan una pata de pollo y una madalena.

– ¡¡!! ¿Y tus padres no dijeron nada??

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– Mis padres, Lola y Fernando, siempre apoyaron todas mis historias. Él era un agricultor... muy cultivado. Ibamos juntos a muchas exposiciones. Mi madre solo dijo, 'ya sabes, María es así'.

– En esa pata de pollo y esa madalena ya estaba el embrión de tu forma de entender el arte, ¿no? Aquí tienes una pieza cuyo soporte es un trozo de jabón...

–... Lagarto que sostiene una brizna larga, una cinta (natural) recogida del Turia en la que he encajado un trozo de plástico y una caña.

– ¿Se trata tal vez de un alegato contra la proliferación de los plásticos en nuestra vida?

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– Diría que no. No sé si lo has pensado pero si el plástico viene del petróleo que es, en realidad, una mezcla de hidrocarburos insolubles al agua producida en el interior de la Tierra por transformación de la materia orgánica acumulada en sedimentos del pasado geológico, eso significa...

– ¿Qué?

– Antes casi de que el Tiempo existiese, en la época de, por ejemplo, el Eón Protozoico (desde hace 2500 hasta hace 543 millones de años) hubo un ser vivo que fue tragado por la Tierra y miles de siglos después fuimos nosotros quienes lo extrajimos convirtiéndolo en ese combustible que ahora nos parece tan poco orgánico. Hemos sacado a aquel ser vivo de su tumba eterna...

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– Da que pensar tu reflexión. ¿Y esa granada fosilizada?

– Pues una granada recogida hará unos diez años. Cierto, se fosilizó y un día encontré para ella una base ideal, un redondel de hierro. Luego le añadí un trocito de cristal verde hallado en alguna orilla.

– Tenéis razón tu hija adolescente y tú cuando decís que una se hace artista para seguir jugando. O para hacer lo que le apetece refugiándose en la teoría de que esto, eso y lo otro son obras de arte porque las ha hecho un artista. Pero hay algo más, ¿no?

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– Mucho, claro. Está la composición de la pieza, la colocación en el espacio, la provocación de sensaciones visuales. La percepción. La perspectiva. La transformación... Muchas veces me pregunto cómo habría sido algo si hubiese sido de manera diferente...

– Por ejemplo...

– ¿Qué habría pasado si los seres humanos hubiésemos decidido seguir viviendo en cuevas, si no hubiésemos inventado los motores? Pero también me interesa el tiempo (cuyo paso ha sido y es uno de los temas principales del arte.

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– Te atrae lo efímero y frágil. Como a la gran Cecilia, Vicuña.

– La creadora de los Precarios y Basuritas, esas pequeñas esculturas ensambladas y creadas con desechos. Pienso que todo lo que hemos recogido por las calles estos días y hemos manipulado en Egia son en realidad poemas matéricos. Creados cuando 'Vidagañ' volvió a donde fue Bidegain.

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