Altza ya tiene plan para circular en bici
El Departamento de Movilidad tiene un anteproyecto para dar lugar a 9 tramos ciclistas y dos áreas 30
Altza es el territorio mas alejado del centro de la ciudad, uno de los más poblados, con una complicada orografía y un urbanismo alejado de los estándares. Plantear que los ciclistas puedan circular por el barrio de forma segura y puedan conectar con la red urbana de bidegorris era todo un reto. El Departamento de Movilidad ha asumido el desafío y ha elaborado una propuesta para poder pedalear con garantías en un recorrido de casi 10 kilómetros, con la virtualidad de conectar en tres puntos con la red de bidegorris de la ciudad, disponer de estaciones de bicicletas de alquiler público y facilitar los movimientos con un nuevo ascensor a construir en Jolastokieta, además de aprovechar el que, en unos meses, conectará Larratxo con la parte alta del barrio.
El plan es un anteproyecto que una vez se apruebe en la próxima legislatura requerirá de un proyecto para cada uno de los nueve tramos en que está dividida la actuación y que en su conjunto tendrá un coste que se acercará a los 1,7 millones de euros, según explicó la concejala de Movilidad, Pilar Arana (PNV). «Altza presenta unas características urbanísticas y orográficas complejas, por lo que el potencial de uso de la bicicleta es limitado, aunque notablemente mejorable respecto al papel que juega en la actualidad», indica. No se pretende convertir las calzadas del barrio en el bidegorri de la Zurriola, pero sí sacar punta con diferentes soluciones técnicas a los viales que hoy utilizan los vehículos.
El proyecto parte de un análisis previo de la movilidad del barrio, de cuáles son los centros administrativos, educativos, sanitarios, culturales, deportivos y comerciales que «generan desplazamiento»; cómo es la red de transporte público; cuáles son las zonas más densamente pobladas y con más gente joven; y cómo es la red viaria del barrio.
El plan traza una red ciclista principal con tres recorridos –Garbera-Buenavista, Herrera-Altza gaina y Herrera-Arrizar– y una secundaria o local, de trazados internos entre diferentes partes del barrio. El proyecto contempla diferentes soluciones técnicas para que circular en dos ruedas no sea una odisea: no elimina las pendientes, pero traza recorridos en los que la mayor parte del trazado es con desniveles inferiores al 6% y en algún caso plantea la creación de un nuevo ascensor –en medio de los futuros desarrollos residenciales de Jolastokieta– para hacer factible el trazado este-oeste de Herrera a Arrizar.
El proyecto plantea utilizar tres tipos de soluciones técnicas, cada una con algunas variantes: la plataforma ciclista exclusiva (tipo la del boulevard), la coexistencia coches-bicis en la calzada (áreas 30 como hay en Gros, Centro y Antiguo), y la coexistencia bicis-peatones en calles residenciales amplias, tipo la del paseo de Txaparrene (Intxaurrondo). Disponer de un carril bici separado del tráfico rodado es la alternativa mejor para los ciclistas, pero la más difícil de poner en marcha por la necesidad de espacio que requiere (2,2 metros de anchura). El plan baraja materializar esta opción con un carril bidireccional en el paseo de Herrera frente al parque Harria. La alternativa de una carril separado pero unidireccional (1,3 metros) en la calzada (como en el puente María Cristina) se propone para la calle Peruene, paseo Larratxo, Bertsolari Txirrita, calle Lauaizeta, Larraundi y paseo de Altza. Hay una tercera versión del carril unidireccional que es cuando las bicis discurren por la misma calzada pero en sentido contrario al de los coches. Esta opción no se utiliza por capricho sino para acortar y para hacer que la bicicleta sea «competitiva y eficaz» frente a otros medios de transporte en determinados tramos. Esta opción se plantea para algunas zonas de Peruene, paseo Larratxo, Bertsolari Txirrita y Larraundi.
Datos
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9.670 metros ciclables, divididos en nueve tramos, de los que 7,5 km tendrían pendientes de menos del 6%, 0,9 km pendientes entre el 6 y 8% y 1,28 km de más del 8%.
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312 plazas de aparcamiento: Habrá aparcabicis en 14 nuevas ubicaciones. Las plazas pasan de 122 a 312.
Soluciones innovadoras
Entre las soluciones de coexistencia bicicletas-coches se plantea estrenar en la ciudad una alternativa ya utilizada en otros países. En inglés se denomina 'advisory cycle lane' y en Francia se la conoce como «calzada con vía central compartida». Se trata de una calzada con doble sentido en la que está señalizado, con línea discontinua, un bidegorri en cada uno de sus márgenes. Los coches pueden circular a menos de 30 km/h invadiendo el bidegorri pero al adelantar al ciclista deben limitarse al carril central y no tocar el margen encarnado.
Esta solución se planteaen el anteproyecto para el tramo de Garbera a Larratxo, un vial donde hay una intensidad de circulación reducida y velocidad limitada. Sin embargo, la opción más utilizada de coexistencia bici-coche es la vía mixta o área 30 en la que en una calzada de un único carril de circulación la bici tiene prioridad y puede circular por el centro de la calle. Esta alternativa se plantea para Ederrena, Leosiñeta, Lauaizeta, paseo de Larratxo, Elizasu, paseo de Altza, camino de Darieta y camino de Berra, además de para la circulación por el interior de Arria y Santa Bárbara, las dos áreas 30 que se plantean en el proyecto para el barrio.
El último tipo de solución técnica para permitir a los ciclistas moverse con seguridad por el barrio consiste en permitir la coexistencia de peatones y bicicletas con un trazado que, si circulan vehículos a motor, deberán hacerlo a una velocidad de menos de 10 km/h. Se plantea actuar así en un tramo de 500 metros del paseo de Altza (entre el encuentro con Félix Iranzo y las inmediaciones de la plaza san Marcial). En esta zona se propone acondicionar una plataforma única, sin diferenciación de cota entre acera y calzada, «para hacer más amable el paseo» y por donde podrían circular también los ciclistas. Otros espacios de coexistencia entre bicis y peatones se prevén en Jolastokieta, en los alrededores de la plaza Harrobieta, en las inmediaciones de la plaza San Luis de Herrera y entre el polideportivo y el colegio Oleta.
El proyecto tiene en cuenta los ocho ascensores públicos que tiene el barrio –los considera «nodos estratégicos» para la movilidad ciclista–, un noveno que se va a construir en los próximos meses entre Larratxo y la parte alta del barrio, y plantea la colocación de un décimo elevador en los desarrollos residenciales futuros de Jolastokieta. Pilar Arana explicó que intentarán que este elemento de movilidad vertical sea una carga de urbanización de las nuevas viviendas y no tenga que ser costeado por el Ayuntamiento.
«Ejecutaremoslos tramos 1 y 6 el año que viene»
El plan de mejora de ciclabilidad en Altza plantea la colocación de nuevos aparcabicis en 14 ubicaciones del barrio que permitirán pasar las actuales 122 plazas a 312. El proyecto prevé incluso la construcción de un centro de reparación de vehículos de dos ruedas (bici hub) en el entorno del ambulatorio y no se olvida del sistema de alquiler público de bicis que en los próximos meses saldrá a concurso para permitir su expansión a otras zonas de la ciudad, como Altza, a las que no ha llegado aún. Según el anteproyecto, se colocarín entre 2 y 4 estaciones que podrían integrarse en el sistema de alquiler del conjunto de la ciudad o constituirse como «una red o célula independiente limitada al barrio de Altza». Arana explicó que a lo largo de este año «encargaremos los proyectos de ejecución de los tramos 1 (Garbera-Leosiñeta) y 6 (Herrera-Larratxo) y meteremos una partida en los Presupuestos para ejecutarlos el año que viene».
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