El Ayuntamiento planea eliminar el 'tupper' y trasladar las caseras a la trasera de la Bretxa
El próximo día 31 se transmite la concesión a la nueva empresa, aunque sin fijar el canon
ESTRELLA VALLEJO
Martes, 17 de enero 2017, 07:19
El edificio Pescadería de la Bretxa será en 2019 un espacio que guardará poca relación con el actual. Aunque su fachada quedará prácticamente intacta, se modificará el diseño, distribución y materiales de las cuatro plantas interiores, que incluirán el mercado, un centro de salud y una cancha deportiva. Hasta este punto, ninguna novedad. El signo de interrogación merodea desde hace varios meses sobre el futuro del espacio Cánovas, conocido como el 'tupper' situado entre los dos edificios de la Bretxa; las caseras y su ubicación, y el canon que la nueva concesionaria, Baika, deberá abonar al Ayuntamiento, teniendo en cuenta que la superficie que adquiere varía respecto a la anterior compañía adjudicataria. Ayer se resolvieron dos incógnitas. Para desvelar la tercera habrá que seguir esperando.
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Durante la Comisión de Hacienda celebrada ayer, el alcalde, Eneko Goia, compareció a petición de EH Bildu y dejó claro que uno de los objetivos de este proyecto es que el espacio Cánovas «desaparezca» para poder recuperar así «ese espacio público y devolverle su naturaleza de plaza mercado, poniendo en valor el producto local», señaló en referencia a la planta a pie de calle de Pescadería, donde se instalarán los asentadores dedicados a frutas, verduras y carne.
En base a los estudios técnicos realizados hasta la fecha, sería «técnicamente posible» retirar el 'tupper' que hoy alberga varios locales, además de las escaleras mecánicas y el ascensor que dan acceso al actual mercado situado en la planta baja. Con la nueva reordenación sería posible eliminar tanto las escaleras como el ascensor de este punto, aunque «habrá que estudiar la viabilidad económica» para llevarlo a cabo. Respecto a los establecimientos que se encuentran en activo en este espacio, se acomodarán en la misma plaza o en la planta baja del edificio, «aunque se trata de cuestiones que se deberán negociar con la empresa concesionaria», agregó Goia.
En esa idea de plaza mercado que tanto el consistorio como Baika apuestan por recuperar, una pieza fundamental es la presencia de las caseras. Desde hace dos décadas se encuentran bajo una tejavana en uno de los laterales de la Bretxa y, aunque aseguran estar «a gusto», reiteran su petición de que se instale una mampara en los laterales que les corte el viento.
La decisión que se ha adoptado definitivamente es trasladarles a la trasera del edificio de la Bretxa, en la misma plaza, y habilitar una instalación «más actual, adecuada, que les proteja del viento y les permita estar en mejores condiciones», apuntó Goia, quien hizo hincapié en que la operación engloba una serie de movimientos que «pondrán en valor el producto local, del que son sin lugar a dudas un punto de referencia». De esta forma, no solo estarían más resguardadas, sino que además el acceso por la calle San Juan quedaría más despejado.
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Otra cuestión que señaló el alcalde es que con está redistribución se abre la vía de crear «a futuro» un 'túnel' similar al del Mercado de San Martín que uniera los dos edificios de la Bretxa. Aunque eso, «quedará en manos del tiempo y de la disponibilidad económica», indicó.
Pendiente de acuerdo
Hasta aquí, los puntos de encuentro entre Ayuntamiento y la futura empresa concesionaria. En adelante, se abren otros frentes que aún quedan pendientes de negociar. Por ejemplo, deberán determinar quién asumirá el coste de la supresión del 'tupper', una cuestión que la portavoz popular, Miren Albistur, pese a ver con buenos ojos su objetivo definitivo de poner en valor el producto local, reprochó que «nos estamos dejando un dineral entre ponerlo y quitarlo porque se trata de una instalación relativamente reciente».
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El próximo día 31 se efectuará el traspaso de la concesión a la empresa Baika. Sin embargo, queda pendiente de especificar cuál será el canon que deberá abonar al Ayuntamiento. Durante la anterior legislatura, el gobierno de Juan Karlos Izagirre retiró el edificio Pescadería de la concesión, reduciendo el canon de 500.000 euros a 125.000. Ahora, los nuevos adjudicatarios quieren ampliar en unos 2.500 metros cuadrados la superficie de explotación, lo que deberá tener su reflejo en la cuantía a abonar.
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