La vida siempre ofrece revancha
Urdaibai se rehace y deja la Liga casi sentenciada tras ganar en Getaria una regata infernal en la que Hondarribia fue quinta
Las revoluciones no se hacen en un día. Exigen constancia y tenacidad a partes iguales y precisamente por eso muchas de ellas suelen sofocarse con ... el paso del tiempo. Los vientos de cambio que soplaron el sábado en Ondarroa parecieron anunciar un nuevo orden, pero bastaron apenas unas horas para que las esperanzas de cambio se las llevara ese mismo viento que ayer redobló su apuesta, soplando con una fuerza inusual que dibujó un escenario crítico para los remeros, exigidos como pocas veces. Y en esa batidora que fueron las aguas de Getaria, Urdaibai se levantó para restaurar su tiranía conquistando su décima bandera del verano, recuperando los cuatro puntos que Hondarribia le había recortado el día anterior y, por tanto, dejando la Liga Eusko Label prácticamente sentenciada a falta de dos regatas. La vida siempre ofrece revancha.
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Se sabía que iba a haber movimiento porque antes de la regata los aficionados que se acercaron al paddock de traineras pudieron asistir a clases gratuitas de bricolaje viendo cómo remeros y responsables de los diferentes clubes colocaban palcas, pestañas de metacrilato en los laterales o bombas de achique para evitar en lo posible la entrada de agua.
Se desata un vendaval
Sin embargo, nada de eso podía contener el vendaval que se desató mientras las embarcaciones de la primera tanda se acercaban a las balizas de salida. Vientos de más de 60 kilómetros por hora recrearon un escenario más propio de cualquier naufragio que de una regata de traineras, lo que obligó a la organización a retrasar un cuarto de hora la salida. No se veían las balizas exteriores, en la carpa de la prensa un monitor salió volando para estrellarse contra el suelo y hubo que sujetar el resto de pantallas y los ordenadores para que no siguieran el mismo camino. Fueron diez minutos en los que parecía que se terminaba el mundo.
XIV. Getariako Ikurriña
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1. Urdaibai 21:51.12
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2. Zierbena 21:55.34
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3. Donostiarra 22:10.40
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4. Kaiku 22:33.18
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5. Hondarribia 22:41.32
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6. Orio 22:45.84
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7. Getaria 22:46.80
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8. Ondarroa 22:48.38
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9. Lekittarra 22:49.04
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10. Santurtzi 23:08.16
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11. Samertolameu 23:12.80
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12. Cabo da Cruz 23:36.24
Pero no lo hizo y pasado ese tiempo de gracia arrancó la última regata para las cuatro embarcaciones de la primera tanda en la que Kaiku lució su mejor versión para superar a Ondarroa en el segundo largo e irse a por la victoria, mientras por detrás Santurtzi era tercera por delante de Samertolameu, que se despidió oficialmente de la ACT.
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Esa primera tanda, con vientos que rondaron los 20 kilómetros por hora, ya dejó ver las dificultades de los botes para mantener un rumbo estable. No fueron pocas las veces que los marcas tuvieron que ayudar al patrón a estabilizar la embarcación y las ciabogas provocaron microinfartos viendo cómo los proeles tenían en ocasiones que sacar el remo corto del agua para evitar dejar la boya a estribor.
Pero si difíciles fueron esas condiciones, peores fueron aún las de las dos tandas siguientes porque el viento subió su intensidad para superar ampliamente los 30 kilómetros por hora, lo que dificultó aún más los largos de vuelta al tener que remar contra el viento y la marea.
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Así que Orio, Cabo da Cruz, Getaria y Lekittarra vieron cómo el crono de Kaiku resultaba inalcanzable. La San Nikolas llevó la voz cantante, pero con Isuntza y la Esperantza siempre cerca. Los locales, jaleados desde el espigón por los suyos, cedían terreno de brankas para recuperarlo en popare, donde las calles 1 y 2 parecían propicias para volver.
Sufre Hondarribia
Las tres llegaron a los últimos metros con posibilides de victoria, que fue para Orio tras conseguir meter su proa por delante de la de Getaria en los metros finales. Lekittarra fue tercera y Cabo da Cruz sufrió horrores para ser última en su tanda y en la regata, lo que permite a los getariarras encaramarse a la sexta posición de la clasificación.
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Y llegó la tanda de honor en la que rápidamente Zierbena se destacó en cabeza. Nada que ver con lo sucedido el día anterior. Se le sumó enseguida Urdaibai, que eligió un rumbo curioso en el primer largo al enfilar su proa a babor e irse por la imaginaria calle 0. Donostiarra cedía un par de segundos y Hondarribia comenzaba a ofrecer malas sensaciones, similares a las de los txo y los galipos en Ondarroa. Mediada la regata la Ama Guadalupekoa estaba fuera de cualquier quiniela por la victoria, hasta el punto de que durante el tercer largo llegó a marcar el noveno mejor tiempo que no sólo le apartaba de la lucha por la Liga Eusko Label, sino que incluso le hacía perder de nuevo la segunda plaza. Así que en el último largo se trataba de recuperar posiciones ya que tenía hasta cuatro botes a tiro.
Mientras tanto, Zierbena se manejaba con rentas de entre dos y cinco segundos sobre la Bou Bizkaia, que ciabogó por última vez a tres segundos de los de Dani Pérez. No obstante, maniobró mucho mejor que su rival y cuando salió de la ciaboga ya estaba encima. Y ya se sabe que Urdaibai es como un tiburón y que cuando huele la sangre... La victoria, no había duda, era suya.
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Por detrás, Donostiarra fue de menos a más hasta el punto de que en la segunda mitad de regata fue más rápida que Zierbena, lo que le permitió ser tercera.
Ese último largo dio algo de vida a Hondarribia, que mejoró los registros de las cuatro embarcaciones que tenía cerca para ser quinta y mantener la segunda plaza en la clasificación, aunque la Liga ya es otra historia. De hecho, si tras la Bandera de La Concha, en Bermeo, Urdaibai le mete tres puntos a la Ama Guadalupekoa, ganará la Liga en casa. Por lo pronto, Gorka Aranberri ya ganó ayer el premio al mejor patrón. Curiosamente el primero que consigue.
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