Un fueraborda surca la bahía

Zierbena excitó este domingo esa vena al confirmar que remar en la primera tanda era la mejor y seguramente única opción de derrotar a Urdaibai. Su contrarreloj a pleno pulmón y su tiempo debieron encender las alarmas, que sonaron aún con más fuerza conforme el primer largo de la tanda de honor se fue completando.

No hubo revolución en las alineaciones. Iker Zabala introdujo uno -Diego Pérez por Yeray Cayón- y Dani Pérez realizó dos -Luis Miguel Villar por Manuel Caneda y Borja Gómez por Aitor Lazkano en la popa-. Tanto Hondarribia, como Donostiarra y Orio optaron por repetir, eso sí, con algún cambio de posición.

Bastó un minuto de regata para ver las intenciones de la Bou Bizkaia. En ese tiempo ya le había metido dos segundos a Orio y a Donostiarra, y tres a Hondarribia. Mediado el primer largo la San Nikolas se sujetaba a tres segundos, la Torrekua II perdía cuatro y la Ama Guadalupekoa, cinco.

El problema para los de Iker Zabala es que en ese mismo punto el registro de Zierbena mejoraba en cinco segundos al suyo. Y a poco más de 800 metros para la ciaboga ya habían recuperado los siete que tenían de desventaja en la clasificación, de modo que el tiempo de los galipos se convertía definitivamente en la referencia dado que Donostiarra se dejaba ahí nueve segundos, por diez de Orio y doce de Hondarribia.

En esos últimos metros hasta la ciaboga, Urdaibai logró recortarle dos segundos a Zierbena y otro más en la salida de la misma. Antes de llegar a la isla, los bermeotarras ya habían desactivado la alarma y nadie dudaba qué dirección iba a tomar la Bandera.

Por detrás, muy por detrás, había otra pelea, la de ser la primera embarcación guipuzcoana. Donostiarra lideró esa pugna durante gran parte del largo de vuelta, pero Hondarribia fue de menos a más y, tras dar caza a Orio se fue a por la Torrekua II. En plena lucha por esa segunda posición, Orio se fue hacia la calle de Donostiarra, que estaba también muy cerca del límite. En un primer momento el juez de mar mandó a estribor a los de Igor Makazaga pero éstos, sabedores de que estaban por su calle, no variaron el rumbo. Tampoco la San Nikolas, de modo que por un momento las palas de ambas embarcaciones estuvieron tan cerca que práticamente llegaron a rozarse. Bandera blanca, amarilla y azul en unos pocos segundos para Orio que, entonces sí, se fue a babor para evitar males mayores. De todo ello se aprovechó Hondarribia, que se hizo con la segunda posición que ya no abandonaría hasta el final.

En el horizonte, un fueraborda surcaba la bahía picando segundos a diestro y siniestro hasta alcanzar diferencias históricas. Porque desde 1955 una ganadora de la tanda de honor no dejaba a la segunda clasificada a más de 28 segundos que es lo que hizo la Bou Bizkaia con la Ama Guadalupekoa. Con eso está todo dicho.

En la primera tanda sobra decir que Zierbena fue la más rápida. Cabo da Cruz y Getaria protagonizaron un mano a mano por la sexta posición resuelto con claridad en favor de los de Boiro porque la Esperantza, aunque intentó remontar los seis segundos que tenía de desventaja en la ciaboga, no encontró el ritmo adecuado y terminó cediendo once.

Ondarroa, condenada a remar sabiendo que estaba descalificada por no presentar en tiempo y forma la alineación, fue última en la tanda, lo que no evitó que en la rampa su patrón Iñigo Larrinaga, que patroneaba por última vez la Antiguako Ama, fuera manteado por sus compañeros.

El próximo fin de semana la temporada tocará a su fin con la doble cita en Bermeo y Portugalete. Con la Liga Eusko Label prácticamente en el bolsillo, Urdaibai volverá a confirmar con otro doblete que es la trainera dominante del Cantábrico en los últimos años. Y así seguirá siendo mientras en su equipo consiga reunir a los mejores.