La regata de siempre adaptada a los tiempos
La Bandera de La Concha ha sabido conjugar tradición con modernidad, siendo capaz de introducir numerosas modificaciones tanto en su reglamento como en su desarrollo para mantenerse vigente
Bruno Parcero y Maider Calvo
San Sebastián
Viernes, 5 de septiembre 2025, 13:49
La Bandera de La Concha aúna tradición y modernidad. Ha sabido mantener su esencia sin perder vigencia, adaptándose a los nuevos tiempos y a las nuevas realidades. Para ello no ha dudado en realizar cambios en su reglamento y en su desarrollo para permitir que las embarcaciones y los remos pudieran aprovechar los nuevos materiales y ser más ligeros, cambiando los criterios de participación para abrirse a otros territorios, apostando por las nuevas tecnologías para trazar mejor los campos de regateo o en los propios botes para que el espectador, desde su casa, pudiera seguir mejor la competición, incorporando la regata femenina en 2008, ampliándola a ocho participantes en 2016 y equiparando sus premios con los masculinos en 2018 para ser una competición más integradora e igualitaria. O, como ha hecho este mismo año, para que las dos embarcaciones femeninas de la ciudad tengan las mismas oportunidades. Pese a todos esos cambios, la Bandera de La Concha sigue siendo la Bandera de La Concha. La regata de siempre, pero adaptada a los tiempos.
La historia de la Bandera de La Concha se remonta a 146 años atrás cuando el Ayuntamiento de San Sebastián cursó una invitación «a las gentes del mar» de diferentes puertos para participar en una regata de traineras enmarcada en las fiestas de la ciudad. Aceptaron el desafío tres traineras, realmente embarcaciones de pesca aligeradas de todo peso inútil que ya habían participado en apuestas y desafíos. Eran Santa Justina y Lequeitiana, de San Sebastián, y Ondarroa.
«Primera regata para traineras de trece remeros y patrón, con longitud máxima de 11,75 metros, por el interior de la bahía». Así anunció textualmente el consistorio donostiarra en 1879 aquella prueba en la bahía de La Concha, dotada con 500 pesetas (3 euros) para el ganador, que se disputó un 8 de septiembre y en la que se impuso Lequeitiana, que pese a su nombre tenía matrícula y remeros donostiarras y que estaba patroneada por Juan Cruz Carril, dando origen a la regata más importante del verano y a uno de los espectáculos deportivos más importantes del año en Euskadi y que, desde 2008, incorpora una regata femenina cuya primera edición contó con cuatro participantes (Galicia, Astillero, Getaria-Zumaia y Hondarribia) y triunfo gallego. Desde entonces, con unas pocas excepciones, la Bandera de La Concha ha acudido fiel a su cita los dos primeros domingos de septiembre.
Dentro de la embarcación

Eslora de un máximo de
12 metros
Manga mínima
de la cuaderna
maestra
1,72 m
Babor
Popa
Proa
Estribor
Puntal mínimo
en la popa
0,75 m
Puntal mínimo
en la proa
0,95 m
Dirección de la trainera
Peso mínimo de la embarcación
(sin remos)
200 kg

Eslora de un máximo de
12 metros
Manga mínima
de la cuaderna
maestra
1,72 m
Babor
Popa
Proa
Estribor
Puntal mínimo
en la popa
0,75 m
Puntal mínimo
en la proa
0,95 m
Dirección de la trainera
Peso mínimo de la embarcación
(sin remos)
200 kg

Eslora de un máximo de
12 metros
Manga mínima
de la cuaderna
maestra
1,72 m
Babor
Popa
Proa
Estribor
Puntal mínimo
en la popa
0,75 m
Puntal mínimo
en la proa
0,95 m
Dirección de la trainera
Peso mínimo de la embarcación
(sin remos)
200 kg

Eslora de un máximo de
12 metros
Babor
Manga mínima
de la cuaderna
maestra
1,72 m
Popa
Proa
Estribor
Puntal mínimo
en la popa
0,75 m
Puntal mínimo
en la proa
0,95 m
Dirección de la trainera
Peso mínimo de la embarcación
(sin remos)
200 kg
Remeros
La trainera es dirigida por trece remeros divididos en seis filas de a dos, uno de ellos rema solo en la proa
Proel
Situado en la proa, alterna su función de remero con la de proel cuando realizan la ciaboga. Su labor puede ser decisiva a la hora de conseguir la victoria en unas regatas ajustadas
Patrón/a
Situado en la popa mirando a proa, dirige el rumbo de la embarcación ejerciendo las funciones de un timonel
Especificaciones
AUX STEP FOR JS
En un principio, la participación en la regata se realizó mediante invitación de la organización, pero desde hace unos años pueden preinscribirse todas las traineras senior que lo deseen hasta un máximo de 24 tripulaciones -sólo una inscripción por club-. En caso de que el número sea mayor es la organización la que, en base a criterios deportivos, realiza la selección (orden de clasificación de la ACT, cuatro primeros clasificados del Campeonato de Euskadi, todas las tripulaciones guipuzcoanas que participen en el Campeonato de Gipuzkoa, orden de clasificación de la ARC-1, orden clasificatorio de la Liga Galega, tripulación en activo del País Vasco Francés, tripulación en activo de Asturias y orden clasificatorio de la ARC-2).
Hasta 1910 se utilizaba para competir la trainera habitual de pesca aligerada de todo peso inútil y se intercambiaban las embaraciones en la segunda jornada para reducir el impacto de los diferentes diseños y pesos e igualar la competición. La introducción de la fibra de vídrio y el poliéster fueron permitiendo una reducción del peso de los botes, lo que redundó en una mayor velocidad.
Por cambiar ha cambiado hasta el premio. En una primera etapa, hastas 1886, el ganador recibía, además de un premio en metálico, un diploma de honor. En 1896 aparece la bandera cuyos colores correspondían a la bandera española. Es a partir de 1916 cuando la bandera rojigualda lleva al ángulo superior izquierdo la bandera azul y blanca de la ciudad, con su escudo bordado en el centro. Así hasta que el 22 de julio de 1977 la comisión permanente del Centro de Atracción y Turismo de San Sebastián, por ocho votos contra tres, acuerda sustituir la bandera española por la de la ciudad, aunque también se planteó la posibilidad de que fuera una ikurriña.
También desde 2005, en la modalidad masculina y desde 2008 en la femenina, todos los remeros de las tripulaciones vencedoras reciben una réplica en miniatura de la Bandera de La Concha enmarcada
El sistema de competición
Previamente a los dos primeros domingos de septiembre, y desde 1972, se realiza una regata clasificatoria de la que salen siete de los ocho participantes. El octavo lugar ha estado reservado tradicionalmente a una trainera de San Sebastián, siempre que existiera, y si había más de una se realizaba otra regata clasificatoria durante la Semana Grande. Sin embargo, con el nacimiento del proyecto Kaiarriba-Donostiarra y hasta este año, la organización le ha otorgado siempre esa plaza, independientemente de si existía otra entidad en la ciudad, como sucedía en categoría femenina con Donostia Arraun Lagunak. Ese punto del reglamento, muy polémico en los últimos años, fue modificado el pasado mes de mayo, adoptando la organización la decisión otorgar esa plaza «a aquella que esté mejor clasificada en la liga de categoría superior, si las traineras femeninas donostiarras existentes participasen en las misma competición», lo que ha hecho que este año haya sido Donostia Arraun Elkartea la representante directa, mientras que por primera vez en su historia Kaiarriba-Donostiarra ha tenido que participar en la clasificatoria.
Decididas las ocho embarcaciones participantes, estas se enfrentan los dos primeros domingos de septiembre en una regata a doble jornada sobre tres millas náuticas (3.556 metros) en la que las embarcaciones, a diferencia de lo que sucede en las ligas, únicamente realizan dos largos y una ciaboga. En féminas, la distancia es la mitad (1,5 millas).

Modalidad
masculina
3 millas
(5.556 m)
Modalidad
femenina
1.5 millas
(2.778 m)
Cuatro calles

Modalidad
masculina
3 millas
(5.556 m)
Modalidad
femenina
1.5 millas
(2.778 m)
Cuatro calles

Modalidad masculina
3 millas náuticas (5.556 m)
Modalidad femenina
Cuatro calles
1.5 millas náuticas (2.778 m)

Modalidad masculina
3 millas náuticas (5.556 m)
Modalidad femenina
Cuatro calles
1.5 millas náuticas (2.778 m)

La ciaboga
Se trata de un giro de
180 grados al final de la calle,
que se marca con una boya blanca
Patrón/a
Dirige la maniobra, dejando
gran autonomía al proel
a la hora de realizar
el movimiento necesario
para completar el giro
Estribor
Babor
Proel
Situado en la proa, es
la clave del giro en las
ciabogas. Se ocupa de
trincar el espaldín en
el agua para hacer fuerza,
virando más rapido

La ciaboga
Se trata de un giro de
180 grados al final de la calle,
que se marca con una boya blanca
Patrón/a
Dirige la maniobra, dejando
gran autonomía al proel
a la hora de realizar
el movimiento necesario
para completar el giro
Estribor
Babor
Proel
Situado en la proa, es
la clave del giro en las
ciabogas. Se ocupa de
trincar el espaldín en
el agua para hacer fuerza,
virando más rapido

La ciaboga
Se trata de un giro de
180 grados al final de la calle,
que se marca con una boya blanca
Proel
Patrón/a
Situado en la proa, es
la clave del giro en las
ciabogas. Se ocupa de
trincar el espaldín en
el agua para hacer fuerza,
virando más rapido
Dirige la maniobra, dejando
gran autonomía al proel
a la hora de realizar
el movimiento necesario
para completar el giro
Estribor
Babor

La ciaboga
Se trata de un giro de
180 grados al final de la calle,
que se marca con una boya blanca
Proel
Patrón/a
Situado en la proa, es
la clave del giro en las
ciabogas. Se ocupa de
trincar el espaldín en
el agua para hacer fuerza,
virando más rapido
Dirige la maniobra, dejando
gran autonomía al proel
a la hora de realizar
el movimiento necesario
para completar el giro
Estribor
Babor

En la ciaboga se generan
dos fuerzas contrarias pero parejas,
que con la ayuda del proel provocan
que la embarcación gire
Estribor boga
(remando con normalidad)
Babor cía
(remando en sentido contrario)
Boya al final
de la calle

En la ciaboga se generan
dos fuerzas contrarias pero parejas,
que con la ayuda del proel provocan
que la embarcación gire
Estribor boga,
remando con normalidad
Babor cía,
remando en sentido contrario
Boya al final
de la calle

En la ciaboga se generan
dos fuerzas contrarias pero parejas,
que con la ayuda del proel provocan
que la embarcación gire
Estribor boga
(remando con normalidad)
Babor cía
(remando en sentido contrario)
Boya al final
de la calle

En la ciaboga se generan
dos fuerzas contrarias pero parejas,
que con la ayuda del proel provocan
que la embarcación gire
Estribor boga
(remando con normalidad)
Babor cía
(remando en sentido contrario)
Boya al final
de la calle
El ganador, desde 1944, es aquella trainera cuya suma de tiempos en las dos jornadas sea el menor. Anteriormente, el vencedor había sido el ganador de esa tanda de honor el segundo domingo, pero el hecho de que en 1943 Orio lograse desde la primera tanda imponerse con un tiempo inferior al de Hondarribia, la ganadora de la tanda de honor y consecuentemente de la bandera, hizo que se modificara el reglamento.
Precisamente Orio es el club más laureado en categoría masculina con 32 triunfos en la bahía donostiarra. Le siguen San Pedro, con 15 y San Sebastián y Hondarribia, con 14. En total han sido 17 las entidades que han conseguido ganar alguna vez una bandera, mientras que por provincias Gipuzkoa atesora 97 banderas; Bizkaia, 21 y Cantabria, 10.
En categoría femenina la tripulación de Rías Baixas, una selección gallega creada para competir en la Bandera de La Concha, suma cinco banderas, las mismas que San Juan. Orio, con tres; Donostia Arraun Lagunak, con otras tres y Zumaia, con una, completan un palmarés que este año disputará su decimoséptima edición.
La búsqueda de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres ha sido el objetivo de la organización, sobre todo en los últimos años. En 2008 se disputó la primera Bandera de La Concha femenina en la que participaron cuatro embarcaciones. En 2016, ante el empuje del remo femenino, se modificó el número de participantes para ampliarlo a ocho, al igual que la categoría masculina. Fue dos años después cuando se dio otro paso importante al igualar los premios de los hombres y las mujeres.
Y desde 2017 la primera embarcación guipuzcoana tanto masculina como femenina recibe un importante premio en metálico que se ha ido incrementando con el paso de los años hasta alcanzar los actuales 7.500 euros que irán aumentando en las siguientes ediciones.
Asimismo, y como novedad, en este 2025 se entregará por primera vez, a semejanza de lo que sucede en las ligas, un premio al mejor patrón y patrona de la competición.