Martin Zubimendi, jugador de la Real Sociedad: «Yo mismo me sorprendo de la naturalidad con la que juego en Primera»
Jugador de la Real Sociedad ·
La última perla de Zubieta confiesa que la culpa de su irrupción en la Real se debe a la «confianza» que le ha dado Imanol y que ahora «toca ganarse los minutos»Donostiarra, de la falda de Ulía, la irrupción en Primera de Martin Zubimendi, de 21 años, guió a la Real a la Europa League después ... del confinamiento, en la reanudación de la Liga. Diez partidos, seis como titular, le han servido para ganarse un sitio en Primera en una posición, la de pivote, en la que no falta competencia. Él y Roberto López pasan a ser miembros de pleno derecho del primer equipo, según oficializó ayer el club. Internacional en categorías inferiores, y desde la pasada semana también con la Sub-21, Zubimendi repasa su trayectoria hasta llegar a Primera en esta su primera entrevista en un medio de comunicación, y relata cómo está asimilando, «sin darse cuenta», su aparición en la élite.
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- ¿Ya se ha hecho a la idea de lo que supone ser jugador de la Real en Primera?
- Mentiría si dijera que sí. Ha sido todo tan rápido que me cuesta. Por las noches, cuando me acuesto, es cuando me paro a pensar y me digo: 'Martin, disfruta del momento porque estás defendiendo la camiseta de la Real'. Soñaba con vestirla un partido y ya llevo diez, así que la felicidad es plena. Me siento afortunado.
- Su ficha en Zubieta recoge que entró por la puerta en Infantil Txiki, hace diez años, pero antes, ¿en qué equipo jugaba?
- Mi recorrido hasta llegar a la Real puede ser el de cualquier chaval de Gipuzkoa que empieza a jugar a fútbol con sus amigos en la ikastola, en mi caso en La Zurriola. Éramos un grupo de chavales que por nuestra afición al fútbol decidimos apuntarnos en el Lengokoak en edad escolar. Sus instalaciones, en el alto de Miracruz, estaban cerca de casa, es un club del que han salido grandes jugadores como Arconada o Zurutuza, y consideramos que podía ser una buena opción más allá del deporte en la ikastola. En el 'Lengo' todo lo que hicimos fue jugar partidos entre nosotros y algún torneo esporádico. Aquello solo duró una temporada porque pronto me hicieron la propuesta para jugar con el Antiguoko.
- Y se marchó.
- En el Antiguoko coincidí con entrenadores a los que sigo teniendo presente como Javi Pérez, que era conocido de mi aita, Josean Rueda y, sobre todo, Pablo Blanco, con el que estuve varios años. El recuerdo que tengo de esa etapa es muy bueno porque ganamos muchos torneos ante jugadores mayores que nosotros. Formamos un equipo que sorprendíamos y eso nos gustaba. De aquella quinta son Imanol Ezkurdia y Aritz Aldasoro, entre otros, con los que he coincidido en el Sanse. Llevamos juntos desde los ocho años.
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- ¿Cuándo asoma por Zubieta por primera vez?
- Con ocho años, en alevines. Me llamaron desde la Real para entrenarme en Zubieta de vez en cuando y jugar torneos amistosos de más cartel que los que podía disputar con el Antiguoko. La pega es que la Real, en esos equipos que forma con jugadores externos para disputar torneos en Semana Santa, Navidad y en verano, solo podía elegir a dos jugadores del Antiguoko en cada convocatoria y más de una vez yo era el tercero, el que me quedaba fuera. Ezkurdia y Juan Uriarte eran los que estaban por delante, pero pueden estar tranquilos porque no les guardo rencor (ríe).
«Cuando me acuesto es cuando me paro a pensar y me digo: 'Martin, disfruta porque estás jugando en la Real'»
irrupción en la élite
- Así que aunque jugaba en el Antiguoko, la Real ya le seguía de cerca.
- Mi caso es, digamos, especial porque aunque mi ficha dice que llegué a la Real en categoría infantil, en 2001, los dos primeros años los jugué cedido en el Antiguoko por aquello de que solo podían ser dos jugadores de cada club los que jugaran con la Real. Me entrenaba a diario en Zubieta y jugaba torneos con la Real, pero los fines de semana defendía la camiseta del Antiguoko. Así estuve hasta Cadete Txiki cuando ya sí empecé a jugar partidos de Liga con la Real. Oscar Peregrina fue mi primer entrenador en la Real. Venía de entrenar al Infantil Honor y se quedó con nosotros. En aquellos años coincidí con jugadores como Jorge Martínez Losa, con el que sigo hablando por teléfono. Poco a poco fui quemando etapas. Jugué dos años en División de Honor juvenil y en la siguiente temporada, en la 2017/18, en la Real C de Tercera, me pasé todo el año entrenando con el Sanse hasta que conseguí jugar algunos partidos a final de temporada. Imanol era el entrenador del filial en ese momento.
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- Y dio el salto definitivo al filial en la 2018/19.
- No tuve muchos minutos porque Guevara estuvo bien, pero entendí mi rol en ese momento. Lo llevé bien. Jugué veinte partidos. Mi explosión se produjo en la última temporada, en la 2019/20, ya con Xabi Alonso en el banquillo. Fue una temporada en la que yo intuía que podía tener más minutos (jugó 2.250) y coincidió con su llegada. Para mí fue muy positivo porque él era mi ídolo, no es peloteo, y de repente me encontré con que era mi entrenador.
- ¿Qué le he aportado él, uno de los mejores del mundo en su misma posición?
- A Xabi le recuerdo en el Real Madrid y en la selección. Como jugador siempre me alucinó su golpeo en largo y su personalidad dentro del campo. Él era el jefe, se jugaba a lo que quería. Como entrenador he notado un feeling especial con él al jugar yo en su misma posición. Hoy todavía me sigue mandando algún mensaje para animarme y cada vez que me lo cruzo por Zubieta hablo con él, algunas veces incluso para intercambiar aspectos tácticos. Es un lujazo tenerlo cerca.
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- Así que hacerlo bien en el Sanse le permitió tener la oportunidad en el primer equipo después del confinamiento.
- El confinamiento ha marcado un antes y un después en mi carrera. No me esperaba ni yo una aparición así en Primera con tantos minutos. Jugué con el Haro en Segunda B antes del parón por el coronavirus, y el siguiente partido fue ya ante el Real Madrid. Desde de ese 21 de junio, todo ha venido rodado. Yo mismo me sorprendo con la tranquilidad y naturalidad con la que lo he llevado y juego en Primera. Han sido tantos partidos en tan poco tiempo que quizás eso ha hecho que no me dé tiempo ni a pararme a pensar lo que estoy viviendo. Mis amigos de la cuadrilla alucinan, tampoco les ha dado tiempo a ellos.
- Tiene más mérito hacerlo en un momento en el que surgieron dudas en el entorno porque el equipo no conseguía ganar y perdía posiciones en la tabla.
- El mérito fue de Imanol porque en ese momento difícil me dio mucha confianza para jugar y ayudar al equipo, y también de los compañeros que creyeron en mí.
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«Estaba calentando y no podía quitarme la sonrisa de la boca por más que lo intentaba. Tengo la camiseta enmarcada»
el día de su debut en primera
- Pero se nos olvida que ya había debutado antes en Primera, en la temporada 2018/19.
- Sí, hace dos temporadas, en la jornada 35ª, en un partido ante el Getafe en Anoeta. Lo recuerdo como si fuera hoy aunque también como una anécdota porque no lo llegué a disfrutar al ser ocho minutos. Fue especial, un día con el que siempre sueñas, pero no lo disfruté como me hubiera gustado. Había ido convocado ante el Valladolid y el Villarreal y ese, ante el Getafe, era el tercer partido que entraba en la lista. Recuerdo que el equipo iba ganando 2-0 e Imanol vio la oportunidad de hacerme debutar. Estaba calentando y no me podía quitar la sonrisa de la boca por más que lo intentaba. Trataba de estar serio pero no podía, supongo que sería cosa de los nervios. La camiseta de ese partido la tengo enmarcada en el salón de casa.
- Tiene su primera temporada completa por delante, después de la confirmación ayer del club, para ratificar que lo suyo no es flor de un día.
- Ese es mi objetivo. Sé que la competencia es grande pero eso me motiva. Puedo decir que he ganado la primera batalla, la de controlar los nervios, y ahora llega la otra, la de ganar minutos. A la hora de explicar mi aparición en Primera, mi sensación es que me ha servido de mucho llegar con la confianza de ser importante en el filial además de haber venido entrenando con el primer equipo de vez en cuando. Verme bien, con buenas sensaciones y confianza en los entrenamientos, es lo que ha facilitado las cosas luego en los partidos.
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- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido del juego en Primera?
- La calidad técnica de los jugadores, la velocidad a la que se toman las decisiones y lo mucho que se pagan los errores.
- A mi juicio, una de sus virtudes es que sabe qué va a hacer con el balón antes de recibirlo. ¿Siempre ha sido así?
- Diría que sí, siempre he sido de jugar rápido, a un toque o dos, aunque es verdad que en el último año he intentado mejorar en ese aspecto sabiendo que un error en mi posición, en Primera, acaba en una contra peligrosa o en gol. Aquí entra también la confianza que puedas tener. Me siento bien cuando juego en Primera y con capacidad de dar un pase vertical si es necesario. Eso es clave.
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- ¿Qué destacaría de cada uno de los jugadores con los que compite por el puesto? ¿De Guevara?
- Me quedo con su manejo del balón y la capacidad que tiene de mandar, de ser líder.
- ¿Zubeldia?
- La seguridad que ofrece con balón y sin balón. No va a perderlo fácil y siempre lo va a entregar en buena posición. En defensa, yo estaría tranquilo si fuera un central y tuviera a Igor delante.
- ¿Illarramendi?
- Me fijo mucho en él, en su colocación en la salida del balón, es muy listo al robar y me gusta que siempre mira hacia adelante, con capacidad para dar el último pase.
- ¿En quién se fija fuera de la Real?
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- Busquets ha sido un referente y ahora también me gusta la evolución que está siguiendo en su juego Thomas Partey, del Atlético.
«Me siento bien cuando juego en Primera y con capacidad de dar un pase vertical si es necesario. Eso es clave»
juego
- ¿Cómo se siente más cómodo, con un único pivote o con dos?
- Hay que elegir en función de los jugadores que tengas. En categorías inferiores jugaba con dos pivotes, con llegada, y últimamente desde la Real C he jugado solo donde también me siento cómodo. Con Imanol entrenamos mucho los movimientos, buscamos que salgan automatizados, y luego eso sale en los partidos.
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- ¿Va a cambiar algo la Real de la pasada temporada a ésta? ¿El estilo es negociable?
- No. Veo a Imanol como siempre. Insiste en que los entrenamientos van a ser exigentes y la idea es la misma en los partidos con una Real que siempre sale a ganar.
- ¿La mejora de la Real pasa por ganar solidez en su área?
- Siempre se puede mejorar, no solo en ese aspecto. Es injusto cargar las culpas en los centrales porque muchas veces los errores se visualizan en nuestra área porque no hemos defendido bien tres acciones anteriores. Lo que no puede ser es que nos lleguen tres veces y nos marquen dos goles, como ha ocurrido alguna vez. Ahí es donde hay que dar un paso adelante.
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- ¿Qué espera en Valladolid?
- Es difícil saber cómo vamos a responder, no solo nosotros sino todos los equipos después de esta pretemporada tan atípica. Podría decir que vamos a por los tres puntos, algo que es evidente, pero sobre todo quiero ver cómo estamos nosotros, ese es el objetivo. Si la Real está bien, si hacemos lo que sabemos, no hay que preocuparse mucho del rival.
- ¿Cuánto influye que no haya público en la grada?
- Mi caso es extraño porque salvo en mi estreno, en los ocho minutos ante el Getafe, todos los partidos han sido con las gradas vacías. El jugador necesita al público, nosotros a nuestros seguidores en Anoeta y eso es lo que deseamos que ocurra cuanto antes.
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