Vísteme despacio...

El dicho dice 'Vísteme despacio que tengo prisa'. Si corro, las cosas me van a salir mal. Justo eso le pasó a la Real que murió, deportivamente hablando, contagiada del ritmo y velocidad que le pone el Athletic a los partidos. Les va bien. Muy bien. Y a la Real no, este sábado por lo menos. Si algo se sabía es que el equipo de Valverde le iba a poner una velocidad de vértigo al partido para incomodar a la Real. En la encuesta realizada a los cientos de seguidores blanquiazules antes del partido se les preguntó quién era el hombre a vigilar en el Athletic. Respuesta clara: Nico Williams. El navarro fue actor principal de los dos goles. Sí, los marcó Berenguer pero eran de empujar.

Me hubiera encantado una Real defendiendo en el área, encerrada atrás, perdiendo tiempo desde el primer pase. Bajar las revoluciones. No tener prisa. A veces –sobre todo en San Mamés– no es buena consejera. Y sin embargo quisimos ir a la misma velocidad que el Athletic y ahí faltó precisión. Me encanta nuestro centro del campo Zubimendi-Merino-Brais, aunque este sábado hiciera aguas. Nos se impuso, no ganó duelos, se vio asfixiado y no tuvimos esa décima de segundo para hacer un buen pase y desarbolar la presión de los bilbaínos. La estadística es bastante pareja pero las sensaciones son que no hubo ni opción de llevarse el partido. La lesión de Odriozola pareció frenar un buen arranque txuri-urdin.

Ese es otro drama, dejando de lado el partido de este sábado. Sin el donostiarra, con Traoré fuera, llega el partido de Copa el miércoles y el de Vigo el sábado. ¿Todo para Aritz? ¿Se sube al lateral del Sanse? Y más cuestiones que afectan a los puestos de ataque. ¿Está André Silva para entrar? ¿Lo va a jugar todo Oyarzabal y Barrene hasta que vuelva Kubo? ¿Necesitamos fichar ahí?

Porque esto no para y la misión de la Real ahora mismo es alcanzar al Athletic, que nos saca nueve puntos, o intentarlo con el Girona. Con toda lógica Real Madrid, Barcelona y Atlético van a ocupar las tres primeras plazas, así que el objetivo es claro. Pero también queremos pasar rondas coperas, con lo que el choque en El Sadar es un 'ganar o irte a casa'. Quizá sea lo mejor, que llega un partido enseguida, en otro contexto pero con un rival que tratará de imprimir un alto ritmo. La Real, en Liga, ha ganado un partido de los últimos seis, el 0-3 de Villarreal. Y ha metido dos goles en los últimos cuatro encuentros. No está de dulce el cuadro de Imanol pero cómo no confiar en nuestro patrón y sus marineros...

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