«Si tienen que venir, que sea sin ultras»

La razón por la que la Real resolvió solicitar no tener que remitir tickets al Ajax es el conocimiento de la existencia de un grupo de ultras peligrosos del club de Amsterdam y de una facción hermanada con los radicales del Anderlecht que rompieron el muro de metacrilato en el Reale Arena y comenzaron a arrojar asientos y trozos de cristal a la Grada Familiar. Saben en Anoeta que el artículo 45.01 del Reglamento de la UEFA les obliga a dotar de localidades a su adversario y que, si no lo hacen y no tienen el permiso específico de la UEFA para no hacerlo, se exponen a una sanción: «Los clubes locales deben poner a disposición de los aficionados visitantes al menos el 5% de su capacidad en una zona del estadio que pueda segregarse».

La postura de la Real no ha sentado nada bien ni a los responsables del Ajax ni a sus aficionados. El club holandés hizo público su descontento a través de un comunicado en su web: «El Ajax se llevó una sorpresa muy desagradable el lunes cuando se anunció que el club español no tenía intención de emitir entradas para la sección visitante», cita en su web. No entiende que tengan que ser los paganos del mal comportamiento de otras aficiones en Donosti.

Además, seguidores del club holandés creen que con esa decisión la Real ha quebrado el ambiente de confraternización que querían establecer en las vísperas de este partido de la Europa League. Ben Parham, 'realzale' holandés residente en Ereñozu, había programado un encuentro de aficionados de la Real con seguidores del Ajax en la previa del encuentro, con una visita al Estadio de Anoeta y una cena en una sidrería, pero la iniciativa se complica. Ya había hinchas del campeón holandés preparando su visita a Donostia, que ahora están pendientes de la decisión final de la UEFA.

La Real ya tuvo su preceptiva reunión con los dirigentes del Ajax de Amsterdam para definir la logística del encuentro del 28 de noviembre y en ella se comprometió a remitir las 1.900 localidades que les corresponden. Pero eso sucedió antes del partido contra el Anderlecht y de los lamentables incidentes protagonizados por sus ultras, ocho de ellos detenidos. Todo cambió tras esos sucesos. La Real se reunió con la UEFA y le trasladó su preocupación por garantizar la seguridad de sus aficionados en los partidos venideros, que colocó por encima de la competición.

Si la UEFA obliga a la Real a mandar entradas al Ajax de Amsterdam, como es previsible, quedaría por saber cómo controlarán la no recepción de esas localidades por parte de sus seguidores más peligrosos, con antecedentes de incidentes y delitos en otros lugares.

En su Reglamento de seguridad y protección, la misma UEFA contempla el escenario de instar a que una hinchada no viaje a un determinado lugar. En el artículo 14 del Capítulo IV: 'Equipo visitante y aficionados', cita la posiblidad de que no acudan aficionados de otro equipo a un estadio, en principio en aras de garantizar su seguridad y protección, pero se entiende que también la de los socios con localidad en ese mismo campo:«Cuando la evaluación de riesgos de la UEFA haga que no sea aconsejable que los aficionados viajen a un partido fuera de casa, el organizador del partido y las federaciones o clubes participantes deberán hacer todo lo posible para evitar que los aficionados viajen».