Jokin Aperribay | Presidente de la Real Sociedad
«No venimos a saldar deudas sino a decir a Europa que estamos aquí»El presidente ve a la Real capacitada para competir en un grupo atractivo para que el club «demuestre lo que somos»
A Jokin Aperribay se le ve inquieto ante una temporada ilusionante. Tiene plena confianza en la plantilla que ha diseñado la Real y ahora quiere que el césped les dé la razón con resultados. Ve al equipo preparado para competir en la Champions contra cualquier rival y considera que la experiencia acumulada en los últimos años puede ser importante para hacer un buen torneo.
– ¿Qué le sugiere la palabra Champions?
– Lo primero, trabajo acumulado. También esfuerzo. Calidad en el entrenamiento. Calidad de los jugadores, del entrenador. Una buena planificación de lo que es Zubieta en la formación y en la incorporación de jugadores. Una buena dirección de fútbol.
– ¿Para la Real qué significa jugar esta competición?
– Hace años que hablábamos de la importancia de estar de forma recurrente en Europa. Se está definiendo el modelo del fútbol en los próximos años y que la Real esté en Europa significa potencialidad, esperanza, ilusión, que los jugadores buenos quieran participar del proyecto y que la afición esté orgullosa de su equipo.
– ¿Si la Real no hubiera entrado en Champions habría tenido este verano problemas para retener a algunos de sus jugadores?
– Es difícil de decirlo. Entraríamos en el terreno de las hipótesis. Ha habido jugadores que se han podido marchar y no lo han hecho. Por lo que puedo saber tiene más que ver con el proyecto de la Real y lo contentos que están aquí participando como actores principales que con haber quedado cuartos o quintos.
– La presente será la quinta participación en la máxima competición continental. ¿Son muchas o podrían haber sido más?
– Con las normas actuales aplicadas a los ochenta y los noventa habrían sido más veces porque antes eras segundo y jugabas la UEFA. Y también hemos quedado terceros y cuartos en otras ocasiones sin disputar la Copa de Europa. Son las que son y ojalá podramos estar de forma más continuada en la Champions.
«Se está definiendo el modelo de fútbol de los próximos años y jugar la Champions significa esperanza e ilusión»
«El Reale Arena ha sido fundamental en nuestro crecimiento. Con este estadio los rivales nos respetan más»
– ¿Su primer recuerdo de la Real en Europa?
– El debut de Arconada contra el Liverpool en Atocha. Tendría 9 años o así. Recuerdo hasta la localidad que tenía: tribuna sur, fila 1 y asiento 125. Fui con mis padres, mis hermanos y mi primo. Guardo un recuerdo magnífico. Yo era muy futbolero, no solo para verlo sino para practicarlo. Me gustaba tanto jugar como entrenar. Aquellos años de los setenta y los ochenta fueron los mejores de la Real y supusieron unas vivencias increíbles para los que los disfrutamos.
– Años en los que no había fútbol en televisión...
– Mi primer recuerdo de ver fútbol en la tele es la final del Mundial 74 con Alemania y Holanda.
– Desde entonces ha cambiado mucho el fútbol y la Real, ¿no?
– Sí, ahora los clubes participan más de la gestión del fútbol y es más globalizada. La Real no ha cambiado en la importancia de las personas, la cantera o el fútbol formativo. Ahí sigue manteniendo los mismos valores. Otra cosa es que ahora tengamos más medios y una metodología diferente para avanzar en el camino.
– Estructuralmente aquella Real era muy pobre con una Atocha que se caía...
– No hay ni punto comparación. Entonces éramos un club de la segunda mitad de la tabla por patrimonio, casi inexistente, y estructuras y ahora estamos entre los punteros del campeonato. En los setenta el primer equipo de la Real entrenaba en Mundaiz en gravilla y ahora Zubieta cuenta con unas instalaciones con siete campos que van a ser nueve.
– La década pasada se cansó de repetir que el Reale Arena era el mejor fichaje y el club lleva cuatro años seguidos en Europa. ¿Cuánto ha tenido que ver el nuevo recinto en esta consolidación continental?
– El campo influye desde muchos puntos de vista. Desde la ilusión de los jugadores y cómo viven los partidos, desde los aficionados, desde el económico... También desde cómo nos respetan los rivales. Un club con buenas estructuras y una buena organización es más respetado. El Reale Arena, desde todas las perspectivas, ha sido fundamental para que la Real diese un paso adelante y pudiese aspirar a retos más importantes.
«El Inter es un grandísimo equipo, finalista de la Champions. Tenemos que mirarle a los ojos sabiendo que podemos competir»
«Quizás hace diez años no supimos ver la capacidad que teníamos para jugar la Champions. Ahora la plantilla es más madura»
– Un estadio también es la tarjeta de presentación de un club...
– Sin duda. No hay nadie que pretenda ganar títulos que estuviera tan lejos de su propia afición. Todos quieren jugar respaldados de cerca por su gente. El modelo de campo anterior correspondía más con una mirada de los años ochenta y noventa en la que los estadios de atletismo eran más habituales. También la forma en la que se financió el campo con la aportación del Gobierno Vasco, la Diputación, el Ayuntamiento y el Consejo Superior de Deportes correspondía a otra época. En aquel momento fue un paso importante para la Real por lo que supuso salir de un Atocha que se caía y porque era la única opción que tenía el club. Esas circunstancias externas fueron las que provocaron que jugásemos durante un cuarto de siglo en un recinto con pistas de atletismo y que tuviésemos una mirada más hacia el pasado que hacia el futuro.
– Hablando del presente, ¿qué le parece el grupo con el Inter, Benfica y Salzburgo?
– El Inter está en el recuerdo de aquella histórica eliminatoria, pero no hemos venido a saldar deudas pasadas sino para decir a Europa que estamos aquí. El Inter es un grandísimo equipo que viene de ser finalista de la Champions y que esta temporada aún no ha recibido un gol. Tenemos que mirarle a los ojos sin complejos sabiendo que podemos competir contra los mejores. Luego jugamos contra el Salzburgo, un club con muy buena organización y que nos apeó de la Europa League en 2018. Entonces llegamos a aquella eliminatoria con la ausencia de jugadores importantes y no estuvimos tan lejos. Ahora nos lo tomamos como una nueva oportunidad de demostrar lo que somos. El Benfica es historia pura de la Copa de Europa y del fútbol portugués. Jugar contra ellos nos va a enseñar mucho.
– ¿Hubo suerte en el sorteo?
– Nos podía haber tocado un grupo más complicado, sí. Pero no va a ser fácil. El día antes del sorteo me ocurrió una cosa curiosa. Uno de mis hijos quería que nos tocase el Inter del grupo dos para evitar al Milán y al Lazio en el tercero, ya que al estar en el cuarto esquivábamos al Newcastle de entrada. Mi mujer quería que nos tocase un equipo de Lisboa y otro hijo quería ir a Milán pero le daba igual el nombre. Casi podíamos haber hecho el sorteo en esa cena de la víspera –risas–.
– Para el aficionado es un grupo muy atractivo para viajar...
– Fíjese qué cuatro ciudades: Donostia, Milán, Lisboa y Salzburgo. No creo que haya otro mejor para viajar por Europa que éste.
– ¿Está la Real preparada para afrontar el reto de la Champions?
– ¿Quedar cuartos en este grupo es no estar preparados?
– Depende de los puntos que sume...
– Hay que competir de tú a tú con todos los rivales y esperemos que los resultados nos acompañen.
– Pero sí llega con más experiencia que hace diez años...
– No nos clasificamos de casualidad, porque los jugadores tenían ese potencial, pero quizás entonces no fuimos capaces de ver nuestra capacidad para estar ahí. Esta vez nuestra participación en Champions ha estado más construida. Era un objetivo planificado al que queríamos llegar. Se están incorporando las generaciones mejor formadas en la historia del club, las llegadas han sido muy buenas, la plantilla es cada vez más madura... Hace unos días comentaba con varios de los capitanes que cuando la Real ganó la Liga Arconada, Zamora, Celayeta, Diego o Satrústegui tenían 27 años. Y había algunos mayores como Olaizola o Kortabarria. Es la mejor edad para un futbolista y muchos integrantes de nuestra plantilla entran en esa franja. Eso no garantiza nada pero sí que nos invita a pensar en que podemos estar más cerca de ganar.
– Viendo las incorporaciones de Traoré, André Silva, Tierney y Odriozola se podría pensar que han buscado experiencia en la Champions...
– Sí. Se ha buscado el corto plazo, el medio y el largo. Jugadores cedidos pensando en el corto con calidad y experiencia que son internacionales en sus selecciones y han jugado en clubes de prestigio como el Milán, Leipzig, Arsenal o Celtic. Odriozola es un canterano que vuelve a casa que ha conocido vestuarios como los del Real Madrid y Bayern. Zakharyan se sale de este perfil pero le seguíamos desde hace tiempo y queríamos incorporarle.
– ¿Está contento con la plantilla que han confeccionado?
– Estamos contentos con la dirección de fútbol, con los entrenadores, con los formadores de Zubieta... Cuando estás así de contento también estás satisfecho con la composición de la plantilla. Kubo, Cho y Zakharyan son jugadores muy jóvenes que van a dar mucho. Tenemos presente y tenemos futuro.
– ¿Hay mejor plantilla que el año pasado habiendo perdido a Silva, Sorloth, Illarra y Guevara?
– Me cuesta mucho establecer comparativas con el año pasado. Las dos son buenas plantillas.
– ¿Le sorprendió la marcha de Sorloth al Villarreal?
– No. No sabía que iba a ir al Villarreal pero intuía que no iba a jugar en la Real.
– ¿Fue una cuestión de dinero?
– Es planificación. La Real tiene que saber hacer coincidir el corto, el medio y el largo plazo. Todo nos llevó a hacer planteamientos diferentes a los que pensábamos en un principio.
– ¿La lesión de Silva fue mala suerte o cabía intuirse?
– La lesión tiene origen en la temporada pasada. Y no es mala suerte porque fue consecuencia de una entrada. Pensábamos que podía haber jugado toda la temporada pero en julio no pudo más. Después de sufrir el percance jugó buenos partidos en la recta final de la pasada temporada y él era consciente del riesgo que asumía.
– Ha quedado desvinculado del club...
– Silva nunca se va a desvincular del club. Ha estado de vacaciones, acaba de ser operado de la rodilla y tenemos una conversación pendiente. Este año va a estar en San Sebastián.
– Pero no va a hacer la recuperación en Zubieta, ¿no?
– Sabe que tiene a toda la Real Sociedad a su disposición.
– ¿Cuándo podrá despedirse de la afición?
– Es algo que vamos a hacer y que hemos hablado. Nos reuniremos y escogeremos un gran partido para ello.
– André Silva ya se está entrenando con el grupo. ¿Para cuándo le veremos en el campo?
– Hay que preguntarle a Imanol y al jugador. Nuestra previsión era que estuviese disponible para mediados de septiembre.
– ¿Por qué ficharon a un jugador lesionado?
– Son muy pocos los jugadores que disputan más del 60% de los minutos cuando estás en tres competiciones. Pasó a la historia los que alcanzan un 90% teniendo tantos frentes abiertos. Y si lo hacen es que no estás en tres competiciones. Sabíamos cuál era la situación de André pero no fue una dificultad para ficharle porque su recuperación iba por buen camino.
«Para el corto plazo hemos buscado jugadores cedidos de calidad con experiencia internacional y con pasado en clubes de prestigio»
«Somos el club más eficiente de la Liga. Otros tienen que destinar más dinero para obtener nuestros resultados»
competición y vender a los mejores jugadores»
– ¿Cómo ve a Sadiq en su vuelta a la competición?
– La información que tengo es que está muy bien. Ha salido de una lesión que es muy importante y está cada vez más cerca.
– ¿Por qué dijo en verano que no quería que la Real saliese de la Champions con una crisis económica?
– La gestión deportiva de la dirección de fútbol, el entrenador, la incorporación de jugadores y la formación en Zubieta es la más eficiente de la Liga. Somos el equipo que menos recursos destina para los resultados que estamos obteniendo. Otros clubes deben destinar más dinero que nosotros para conseguir resultados similares. Gran parte de los ingresos están relacionados con las competiciones que juegas pero los gastos también tienen que ser variables. Y eso es difícil porque la estructura cada vez es mayor, necesitas mejores jugadores para seguir subiendo... Hay que saber salir de Europa cuando te falten esos ingresos que ahora puedes tener de forma puntual. El Barcelona, el Sevilla, el Betis, el Valencia o el Athletic han estado muchos años en Europa y luego han acumulado déficit.
– Sin embargo, desde fuera el aficionado ve la Champions como una oportunidad para ser ambiciosos y hacer un gran equipo con esos ingresos extras...
– Ambiciosos somos desde hace tiempo. No hay más que mirar la inversión de 30 millones que hemos hecho en Zubieta, los jugadores que hemos traído en los últimos años, las renovaciones que hemos afrontado con los de casa porque queremos que no se nos vaya ninguno. La ambición no se enciende y se apaga con un interruptor.
– Por cierto, ¿cómo marcha la renovación de Merino?
– No nos hemos sentado todavía. El verano es más para incorporar que para renovar. Es una cuestión de voluntades, Mikel sabe la nuestra y nosotros la suya. Ojalá se quede aquí toda su carrera.
– ¿Qué le falta a la Real en Europa para tener ese punto competitivo del Sevilla o el Villarreal?
– Tampoco hemos tenido una participación continuada en Europa. El Villarreal antes de ganar la Europa League había jugado una semifinal de Champions. Hay que aprender de los procesos y ver el dinero que le destinas a esas competiciones. Porque salir de esa competición y estar obligado a vender a tus mejores jugadores es algo que no queremos.
– ¿Puede ser convencimiento?
–En absoluto. No ha faltado convencimiento, ni deseo ni ambición. Nosotros no tenemos plantillas tan amplias como otros y necesitamos que todos estén bien en los momentos clave. Hay que tener suerte también. Y nos han eliminado clubes como el United, Leipzig y Roma en estos tres años. En febrero jugamos contra la Roma cuando ellos estaban en su mejor momento y nosotros no. Pero lo que hicimos en enero y febrero fue fundamental para que los jugadores llegaran como lo hicieron a abril y entrásemos en la Champions. La Roma se quedó fuera. Los jugadores son más ambiciosos que nadie.
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