Unai López: «Para alguien de Altza como yo es fácil identificarse con la gente de Vallecas»
El donostiarra, que guarda un buen recuerdo de su paso por Zubieta, dice que le encanta Anoeta y que es especial abrir la Liga ante familia y amigos
Unai López (Donostia, 1995) será uno de los rivales de la Real el domingo en el estreno liguero. Vistió de txuri-urdin en cadetes, luego ... jugó en el Athletic y a sus 28 años afronta la cuarta temporada en el Rayo Vallecano. Con 196 partidos en Primera División, admite que es feliz en Vallecas y destaca la cercanía y el buen vestuario del club franjirrojo.
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– ¿Cómo llega el Rayo Vallecano de la pretemporada?
– Los resultados no han sido buenos pero llegamos de ganar al Wolverhampton allí y eso nos ha dado mucha confianza. En el plano físico y táctico hemos trabajado muy bien.
– Han perdido a Dimitrievski, recuperado a Embarba y pocos cambios más han tenido...
– Yo creo que el bloque siempre da estabilidad. Para mí es una ventaja con respecto a otros equipos que han cambiado más.
– En el banquillo sigue Iñigo Pérez a pesar de que el Rayo viene de ser el segundo peor equipo de la pasada segunda vuelta. Eso es mantener una apuesta, ¿no?
– Desde que vino Iñigo nos ha transmitido mucha confianza y sabe lo que le podemos dar. Es un entrenador que da al jugador las herramientas para que pueda rendir al máximo.
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– ¿Cómo explica esa segunda vuelta tan mala que hizo el Rayo?
– Entramos en una dinámica negativa y había una energía mala que nos arrastró hacia abajo. En cuanto el partido se ponía cuesta arriba, nos costaba darle la vuelta en el plano anímico. Al final ganamos varios partidos y conseguimos la permanencia.
«Es un club muy familiar, la afición va a una con el jugador y tiene un campo con un ambiente como el fútbol de antes»
– Desde fuera se percibe al Rayo como un club diferente. ¿Qué es lo que le hace tan especial?
– Que hunde sus raíces en un barrio humilde y no hay muchos equipos así. Para alguien de Altza como yo es fácil identificarse con la gente de Vallecas porque también es un barrio trabajador. La afición va a una con los jugadores, el club es muy familiar y en el vestuario hemos hecho un grupo muy bueno. Todo eso suma.
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– Ya no es el Rayo Vallecano sino el Rayo de Camello...
– La que ha liado –risas–. Estábamos en el avión volviendo de jugar en Wolverhampton. No teníamos conexión pero alguien dijo que había metido un gol. Al aterrizar nos enteramos de que habían sido dos. Es un tío majísimo, muy querido en el vestuario y estos dos goles han sido un pelotazo muy gordo.
– Al Rayo también le marca su estadio, Vallecas.
– A mí me encanta el campo de Vallecas porque vives el ambiente del fútbol de antes. Se genera una atmósfera única en la grada por la cercanía al césped que es difícil de encontrar en otros sitios. Aquí somos 14.000 abonados y siempre van los mismos, así que te suenan las caras.
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– Tan a gusto se le ve que acaba de renovar hasta 2026.
– Es que me han tratado como en casa. Llegué con el equipo en Segunda y el año con Míchel fue sensacional, igual que estos dos últimos. Le debo mucho al Rayo y a su gente porque hacen que me sienta muy feliz aquí.
– ¿Cómo es la vida en Madrid?
– Cuando te has criado en Donostia, cuesta adaptarse al principio, pero estoy encantado en Madrid porque ofrece muchas posibilidades tanto de ocio como cultural cualquier día de la semana. Eso sí, echo en falta el mar.
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– ¿Cuándo fue la última vez que ha estado en Donostia?
– Este verano he pasado unos días por casa para visitar a la familia.
– ¿Estuvo en las fiestas de Oleta como todos los años?
– No me las pierdo nunca. Es un ambiente muy familiar y estás con gente con la que has crecido que el resto del año no ves. Aprovecho para estar con la cuadrilla.
– En Oleta empezó todo...
– Entonces los chavales no estábamos enganchados al móvil para ver Youtube o Twitch. Yo siempre pedía un balón para Reyes o para mi cumpleaños y bajaba al frontón que había debajo de casa. Me metía a jugar con el que podía, aunque fueran mayores. Un vecino mío que jugaba en el Antiguoko les dio mi nombre y así empecé.
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– ¿Qué significa para un donostiarra jugar en el Reale Arena?
– Es especial. Vendrá mi familia y varios amigos. Me han pedido doce entradas y espero cumplir.
– ¿Y con quién van sus amigos?
– Espero que esta vez, conmigo. Que es la primera jornada...
– ¿Qué prefiere el Reale Arena o el viejo Anoeta con pistas? Lo digo desde la perspectiva de jugador visitante...
– El Reale Arena, por supuesto. La Real ha hecho una inversión muy fuerte y el cambio es increíble. Para los espectadores y para los futbolistas. Es una gozada jugar en un campo así.
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«Puede que sufra bajas importantes en este mercado pero tiene una gran plantilla y estará de nuevo arriba en la Liga»
– ¿Qué recuerdo le queda de su paso por Zubieta en cadetes?
– Muy bueno. Siempre hablaré bien de la Real. Hice muchos amigos y jugué con gente que ha hecho carrera en Primera División.
– De aquella generación de 1995 solo queda Odriozola en la Real...
– Es que es verdad que lo difícil no es llegar sino mantenerse. Hay que trabajar duro pero también tener suerte para mantenerse tantos años en un club así.
– Uno de aquellos compañeros, Merquelanz, ha vuelto a jugar tres años después de su lesión.
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– Ha sido una gran alegría porque yo jugaba con él en el Rayo cuando se lesionó en el campo del Levante. Era mi primer partido después de ser traspasado por el Athletic al final de ese mercado con la Liga empezada. Su regreso es una felicidad enorme porque si alguien se merece que le pasen cosas buenas, ése es Martín. No quiero ni imaginar lo que ha tenido que pasar... Seguro que hace un gran año.
– Como donostiarra, ¿soñaba de pequeño con jugar en la Real?
– Yo recuerdo que lo que quería era jugar en Primera y, evidentemente, la Real era la opción más cercana.
– Ya tiene 28 años y a lo largo de su carrera ha habido varias veces en las que se habló de un interés de la Real por ficharle...
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– Yo también lo oí, aunque muchas veces de lo que se dice a lo que hay va un buen trecho. A uno le halaga que se digan esas cosas, porque que te relacionen con un club como la Real significa que estás haciendo bien las cosas.
«Empecé a jugar en el frontón de Oleta que hay debajo de mi casa. Me metía a jugar con el que podía, aunque fueran mayores»
– ¿Da por descartado ya la opción de jugar en la Real?
– En esta vida nunca puedes descartar nada, pero acabo de renovar con el Rayo y estoy muy feliz en Vallecas.
– La Real ha perdido a Le Normand y parece que a Merino. ¿Cómo le ve para este año?
– Pueden ser dos bajas importantes porque han sido dos pilares en los últimos años. Pero la Real tiene una gran plantilla y seguro que estará arriba.
– ¿Qué partido espera?
– Complicado. Empezar en Anoeta no es lo mejor, pero tienen internacionales que han estado en la Eurocopa y en los Juegos que no han podido entrenar mucho con el grupo. A ver si lo notan...
– ¿Tanto se acusa que apenas hayan hecho pretemporada?
– Algo sí, aunque habrán llegado en buena forma y son jugadores de mucha calidad. Si lo pueden acusar, nosotros se lo agradeceremos –risas–.
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