Igor Zubeldia, jugador de la Real Sociedad, recorre los pasillos de Anoeta. lobo altuna
Igor Zubeldia | Jugador de la Real Sociedad

«Sigo siendo el mismo de siempre, pero ahora tengo más confianza en mí»

Vive en su pueblo, de pequeño iba para pelotari y pasa por ser uno de los más elegantes del vestuario

Miguel González

San Sebastián

Sábado, 4 de febrero 2023, 07:19

– ¿Le ha cambiado mucho la vida desde que debutó en Primera División?

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– No. Sigo siendo el mismo, aunque me tomo las cosas con ... más tranquilidad y tengo más confianza en mí mismo.

– ¿Sigue viviendo en Azkoitia?

– Alguna vez me quedé a dormir en Donostia porque llegamos tarde de algún partido, pero tengo la vida hecha en el pueblo y no quiero cambiar. Mi novia sí que me dijo alguna vez que le gustaría probar, pero nuestra familia y los amigos viven en Azkoitia y ahora que vamos a ser padres no nos vamos a mover.

– ¿Mantiene el contacto con la cuadrilla?

– Sí, aunque menos. Ya ha pasado aquella época de juntarnos en el local. Cada uno tiene su trabajo, su familia y cuesta más verse, aunque una cena cada dos meses ya hacemos.

– ¿De no haber sido futbolista qué se veía haciendo?

– De pequeño también quería ser pelotari. Jugaba a pelota, pero un día tuve que elegir y escogí el fútbol. Una profesión que siempre me ha llamado la atención es la de bombero.

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– ¿Es más de cocinar o de comer?

– De comer.

– ¿Es buen cocinero?

– Hago lo básico. Con el plan que nos manda la nutricionista no tengo opción de lucirme mucho. Siempre comemos lo mismo: ensaladas, carbohidratos, pescado... Hay que estar bien físicamente.

– ¿Su plato preferido

– Fuera de la temporada, chuletón con pimientos. Entre los pescados: rodaballo o besugo.

– Dicen sus compañeros que es el que mejor viste del vestuario. ¿Es así?

– Pensaban que en Azkoitia no había nivel pero ya han visto que sí –risas–. Hay que vestir bien.

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– Los futbolistas van ligados a los tatuajes, pero no le veo ninguno. ¿No le gustan?

– Me gusta verlos, pero yo no me veo con ellos.

– No hay muchos en el vestuario de la Real, ¿verdad?

– Llamativos, no, pero alguno escondido por ahí sí que hay. Con respecto a otros equipos quizás haya menos. En una clasificación por tatuajes estaríamos en descenso –risas–.

– ¿Una manía antes de los partidos?

– Cuando me pongo la camiseta, en cuanto me la paso por la cabeza, me digo a mí mismo que voy a la guerra. Me centro en el partido y no existe nada más.

– ¿Qué sueña con ganar con la Real?

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– La Copa ya la tenemos, así que por decir algo grande, la Liga.

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