Sin ritmo al principio y sin acierto al final

La novedad del once inicial, con la inclusión de Pablo Marín, estuvo directamente relacionada con el comentario que hicimos en la familia minutos antes de que empezara el choque. Nuestro asiento en el estadio está unos metros más adelante del palco que tiene el club reservado para los jugadores no convocados y lesionados y no pudimos evitar girar la cabeza y mirar hacia atrás en más de una ocasión para ver que casi ya no entran de lo muchos que son. Ojalá pronto podamos volver a la normalidad de las alineaciones habituales, porque las bajas limitaron ayer mucho los cambios y el equipo terminó el partido con un equipo muy joven.

Marín estuvo muy activo los primeros minutos y hasta tuvo la ocasión más clara de la primera parte junto a la del palo de Carlos Fernández, y aunque cometió una falta de novato que le costó una tarjeta amarilla, dejó buenas sensaciones en su primera titularidad. Fue uno de los que más intentó completar esa última acción que permitiera a la Real crear ocasiones, que comenzó llegando y sin dar ninguna opción a un Betis que dejó jugar y se dedicó a ser más defensivo en la última línea. Ese planteamiento obligó a la Real a recurrir a balones aéreos y lateral, y aunque presionaba arriba, no gozó de muchas oportunidades.

Tampoco ayudó a los txuri-urdin la cantidad de interrupciones que hubo, sobre todo en el primer tiempo. No le convenía porque no lograba encadenar su juego e imponer el ritmo que los de Imanol querían y ante eso, claro, el Betis estaba encantado. Y no sé si por esto o por la falta de ocasiones, vi a una Real precipitada.

El segundo tiempo fue mucho más vertical y el Betis sí que presionó para dificultar la salida de balón de la Real, aunque una vez superada la primera línea los de Pellegrini replegaban para evitar el contraataque. La Real tuvo unas cuantas ocasiones: el cabezazo de Merino, el uno contra uno de Carlos Fernández con Rui Silva... pero no acertaron, y como está siendo habitual en estos enfrentamientos ante los andaluces, el Betis hizo mucho daño a la contra. Así vinieron los dos goles, aunque el segundo fue después de una mano en el área visitante que pasó inadvertida en la sala del VAR.

Se puede observar una tendencia en las visitas recientes del Villarreal y del Betis a Anoeta. Son dos equipos que saben jugar muy bien a la contra y son conscientes de que la Real no tiene jugadores rápidos para esas circunstancias en defensa. Quizás el que más sea Le Normand, y Borja Iglesias le ganó ayer la partida con la amarilla que le mostraron al central, siendo obligado a ser sustituido para no correr mayores riesgos.