La renovación de Merquelanz con la Real Sociedad, a falta de la firma

La continuidad del irundarra tiene un gran significado para el club después de haber sido el jugador más impactante esta temporada en Segunda en ataque, con 17 goles y 14 asistencias entre Liga y Copa, lo que le llevó a ser tentado por el Athletic. A sus 25 años, y una vez superadas dos graves lesiones de rodilla que retrasaron su llegada a la élite, regresa a Zubieta para comenzar su etapa en Primera y potenciar un ataque que ha brillado con luz propia con los Oyarzabal, Isak, Odegaard, Willian José, Portu, Barrenetxea y Januzaj.

Las conversaciones para su ampliación de contrato arrancaron a principios de año, tal y como informó este periódico el 19 de febrero, pero se ha necesitado más de medio año para alcanzar un acuerdo. El parón por el coronavirus paralizó todas las operaciones en el club, y la de Merquelanz no fue una excepción. Con el regreso de la competición los contactos se retomaron y ahora el acuerdo se puede dar por hecho, a falta de rematar unos flecos del contrato y concretar la cláusula, que subirá de 50 a alrededor de 60 millones. La firma, en cualquier caso, no se producirá en breve, ya que el jugador se encuentra de vacaciones y quedan esos asuntos pendientes de rematar que llevarán su tiempo.

Merquelanz siempre ha manifestado su deseo de regresar a la Real Sociedad y triunfar en casa, tal y como apuntó en una entrevista realizada en estas páginas el 5 de abril en la que anunciaba que «volveré a Zubieta para ganarme un hueco en el equipo». Zurdo con buena visión de juego y mejor disparo, fue integrante de aquel equipo juvenil que en la campaña 13/14 llegó tan lejos en la Youth League y quedó subcampeón de España tras perder la final contra el Real Madrid, en el que también estaban Odriozola, Sangalli, Gorosabel, Bautista, Guridi y Capilla. Desde entonces ha firmado una carrera ascendente a pesar de las lesiones.

Merquelanz recogerá ahora el premio a su tesón y capacidad de superación. El primer golpe llegó en diciembre de 2017 cuando jugaba con el Sanse en Santander, donde se rompió el cruzado de la rodilla izquierda. Tenía 22 años y era el futbolista del filial más en forma. Tanto que llevaba tiempo entrenándose con el primer equipo para cubrir el hueco que iba a dejar la marcha de Vela a la MLS. Pero de pronto se vio en el quirófano. Adiós al curso 17/18.

Acortó los plazos de la recuperación y para junio ya estaba entrenándose con sus compañeros del Sanse, aunque no le dio tiempo a ser convocado. Realizó la pretemporada con la Real Sociedad y entró en los planes de Asier Garitano. En agosto de 2018 el club anunció su renovación hasta 2020 y su presencia oficial en el primer equipo con el dorsal 16.

En la tercera jornada le llegó la oportunidad de debutar en Primera en Ipurua. El marcador registraba un 1-1 y Garitano le dio la alternativa. Entró en el minuto 85 por Illarramendi pero en la primera carrera la desgracia volvió a cebarse con él. Se destrozó la otra rodilla, la derecha. Sus compañeros entraron en tal «estado de shock» que Charles hizo en el descuento el 2-1 para el Eibar. El vestuario realista fue un funeral aquella noche y no solo por la derrota.

Merquelanz volvió a ponerse manos a la obra y con la experiencia de la lesión anterior, trabajó en silencio para regresar más fuerte que antes. Después de año y medio parado necesitaba salir cedido para recuperar ritmo de competición y el Mirandés apostó el verano pasado por él. La Real le amplió un año más el contrato, hasta 2021, y allí ha encontrado el clima perfecto para volver a sentirse futbolista y regresar por la puerta grande. A la tercera tiene que ser la vencida.

Su rendimiento no ha pasado desapercibido en Bilbao, desde donde hace unos meses se pusieron en contacto con su entorno para transmitirle que contaban con él al acabar su contrato en 2021 y que les esperase hasta entonces. El conjunto rojiblanco no iba a abonar la cláusula de 50 millones por un futbolista que queda libre dentro de un año, como es lógico, pero confiaba en que aguantase un año sin firmar para luego ofrecerle un contrato más cuantioso que el que tendrá en San Sebastián.

No parece que vaya a ser así, aunque hasta que su renovación no esté rubricada la amenaza vizcaína no desaparecerá del todo. Elizegi y Rafa Alkorta buscan desesperadamente refuerzos para el medio plazo y no hay muchos jugadores de sus condiciones.