Partidos y hundidos
La Real no supo superar la presión adelantada del Getafe, quedó alargada antes del descanso y fue noqueada en la segunda parte después de la pérdida de contundencia atrás sin Aihen
Se vienen curvas. Tercera derrota seguida en ocho días y con una imagen en los últimos 20 minutos de absoluta indolencia. Hasta entonces el encuentro ... iba por los cauces previsto estando enfrente el Getafe, pero perdió a dos gladiadores como Aihen, sobre todo, y Oyarzabal y la Real se vino abajo. Era un día para la brega y el taco largo, para la pelea cara a cara, y al final hincó la rodilla porque no pudo aguantar en pie el intercambio de golpes. El rival le presionó fuerte arriba para ahogarle sin balón y cuando se pensaba que tenía una marcha más para aspirar al triunfo, se cayó con todo el equipo en tres acciones defensivas impropias de un conjunto que hasta ahora había funcionado bien atrás. A Imanol se le acumula el trabajo.
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Un guion de partido bastante pestoso
Todos los choques ante el Getafe de Bordalás son complicados de jugar y eso habla bien del técnico azulón, que tuvo clara la idea de presionar arriba a la Real para eliminarle la salida de balón. Emparejó a Yildirim con Zubeldia, a Uche con Pacheco y a Sola y Coba con Aihen y Aramburu, y completó el giro de tuerca lanzando a Milla con Zubimendi y a Djené con Turrientes. De esa manera consiguió partir en dos al cuadro txuri-urdin durante muchos momentos, agrandar la distancia entre sus líneas y dejar en tierra de nadie a Kubo, Oyarzabal y Sergio.
Como en corto era imposible progresar, Remiro se decidió a sacar en largo, pero en esas jugadas se echa en falta a Merino con respecto al curso pasado porque el de Cascante no sabía muy bien a quién buscar. En esos balones frontales la envergadura de Duarte y Aldarete se imponía con claridad a Oyarzabal.
Balones largos, disputas y segundas jugadas
La primera media hora respondió a una guerra de guerrillas en la que era fundamental no ponerse por detrás en el marcador. Robar era complicado porque el Getafe apostó por el balón en largo sin exponerlo en el centro del campo. Además, la maniobra de retrasar a Milla a zona de iniciación le daba salida de tres para cruzar diagonales ante la impotencia de Oyarzabal en la presión. En esos momentos Aramburu, Zubeldia, Pacheco y Aihen tuvieron que contener el bombardeo a base de jugarse el pellejo, como comprobaron los dos últimos en varias ocasiones en las que necesitaron asistencia médica. Imanol corrigió algunos detalles con el paso de los minutos y uno de ellos fue mandar más alto en la presión a Olasagasti junto con el capitán, de forma que el rival tuviera que lanzar sus envíos directos desde más lejos, lo que hacía que su situación fuera algo más retrasada y hubiera un mejor posicionamiento para ganar los segundos balones. Mejoraba la Real.
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Saques de banda al área y la inspiración de Kubo
El cuarto de hora anterior al descanso fue bastante decente por parte de un cuadro txuri-urdin que se estiró a través de tres saques de banda colgados por Aihen al corazón del área. Uno de ellos pegó en la mano de Iglesias y se formó un barullo en el área, y otro acabó con volea desviada de Zubimendi tras despeje forzado del Getafe. Sin claridad de ideas, pero se empezaba a ver más cerca la portería de David Soria.
En ese contexto apareció Kubo para agarrar balón y juntar rivales, lo que dejaba siempre a algún compañero en ventaja. Así ocurrió con un centro que puso a la cabeza de Oyarzabal, otro en el que lanzó a Turrientes para que rematase Zubeldia, un balón dejado a Zubimendi en la frontal del área... Las sensaciones al llegar al descanso eran bastante mejores que en el tramo inicial.
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Javi Lopez no está a la altura de Aihen
La lesión del de Etxauri en el arranque de la segunda parte resultó determinante. Hasta entonces había sido uno de los mejores, sobre todo en los duelos, pero Javi López no estuvo a la altura y por ahí encontró el Getafe una vía de agua en la Real para llevarse el partido, quedando retratado en los tres goles. En el primero rompe el fuera de juego y luego da demasiada ventaja a Carles Pérez para que asista a Mayoral. En los dos restantes su par le roba directamente la cartera para marcar a placer. Tiene 22 años, toda la carrera por delante y unas condiciones muy buenas, pero el fútbol de élite no hace prisioneros. Sobre todo en un partido que prácticamente consistía en ganar duelos y que cuando se pierden tan cerca de portería propia el resultado es la derrota.
Otro día más sin goles que llevarse a la boca
Significativo que Imanol aludiese a este problema en televisión unos minutos antes del partido. Tampoco hace falta ser un genio para ver que con 17 goles en 21 partidos no se puede ir muy lejos. Y lo más preocupante es que no se trata de un problema de falta de puntería. Hasta ahora el excelente trabajo defensivo había sostenido a la Real pero a poco que la fatiga empieza a aparecer, los goles están cayendo en la portería de Remiro. Seis en cuatro días son demasiados. ¿Y ahora qué? Porque en ataque la producción ofensiva no va a variar demasiado y hacer ajustes atrás sobre la marcha no es fácil. Toca tener fe y confiar en lo mucho que ha ofrecido este equipo aunque esta semana se haya metido en un túnel.
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