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David Silva se protege del frío en el banquillo trasser sustituido. FIRMA
Real Sociedad

David Silva, el incombustible

Indiscutible ·

El canario ha sido titular en 15 de las 18 jornadas de Liga disputadas, lleva dos goles y seis asistencias en la temporada y va camino de superar su registro de minutos de las dos campañas anteriores con la Real

Miguel González

San Sebastián

Lunes, 23 de enero 2023, 07:03

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David Silva vive una segunda juventud. El día de su 37 cumpleaños, el 8 de enero, el campo del Almería le despidió puesto en pie cuando Imanol le sustituyó. Había dado una exhibición de fútbol y suyo había sido el gol que abrió el camino al triunfo txuri-urdin. En su tercera temporada en Donostia, el canario está brillando con fuerza y la afición ya le pide que continúe un año más.

La semana pasada Merino le definió en una entrevista en estas mismas páginas antes del derbi como «un jugador imprescindible» para el equipo y confesó un secreto a voces, que el vestuario espera seguir contando con él más allá del 30 de junio. Pero falta por conocer cuáles son sus planes. Cuando llegó en verano de 2020 para sustituir a Odegaard firmó por dos temporadas, pero hace un año ya estiró su compromiso hasta 2023 porque se encuentra muy a gusto en la ciudad, al igual que su familia. Ahora nada parece que haya cambiado, por lo que si se encuentra bien físicamente no es descartable que siga.

Entonces el acuerdo con el club se arregló de inmediato. No hizo falta casi negociar para extender su contrato por un año más. La Real sabe que es un lujo contar con un futbolista así y el canario también valora competir a su edad en un equipo tan atractivo con tantos frentes abiertos. La clave, como ocurrió el año pasado, será que compruebe que sigue estando a gran nivel y cuando esa variable la despeje, lo demás vendrá por añadidura.

El líder del ataque

Su influencia en el juego del equipo es elevada porque es de esos jugadores que condiciona un estilo. Así como Zubimendi es el director de orquesta, Merino el tanque que pasa por encima de los rivales y Brais el arma secreta que se guarda la Real en segunda línea, Silva es el líder en el último tercio del campo. El jugador capaz de dar el pase ganador que pone a los compañeros de cara a portería contraria como el que dio a Sorloth en Vallecas. Su habilidad para ver oportunidades allí donde al resto de los mortales se les nubla la vista es inmensa. Ya no es solo que lleve seis asistencias, sino los balones que pasan por sus pies y acaban en gol. Pocos jugadores tienen tal influencia en el juego.

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Pero es que lejos de la zona de finalización también es un hombre desequilibrante en espacios intermedios, especialmente cuando acude al rescate de los centrocampistas en situaciones de presión alta del contrario en las primeras partes de los partidos. Ahí, cuando el choque aún no se ha decantado y tanto los centrales como Zubimendi no pueden escapar de las marcas del adversario, suele bajar a colaborar en labores de creación para liberarle y permitirle que aparezca en posiciones más altas desde las que desordenar al contrario.

Silva explota en esos contextos su dominio del juego de espaldas y capacidad para girarse, algo clave para superar presiones efectivas y poner en ventaja a los compañeros. Da igual la zona del campo en la que lo haga. Lo importante es que la Real pasa tras sus intervenciones a jugar de cara y eso es un lujo en un fútbol en el que cada vez cobran más peso los marcajes individuales en campo contrario.

Trabajo defensivo

En la Real actual el esfuerzo es innegociable. Imanol ha elaborado una receta de éxito desde lo defensivo, convirtiendo un equipo bonito que gustaba de hacer buen fútbol desde las épocas de Montanier y Eusebio en uno sobrio que domina todos los registros y que es capaz de sentirse cómodo tanto en presión alta como en repliegues intensivos. Para ello no puede fallar ninguna pieza en el trabajo sin balón.

Podría pensarse que un jugador con tantos títulos en sus vitrinas sería reacio a implicarse defensivamente con la intensidad que se requiere, pero es justo lo contrario. El mejor ejemplo es el segundo gol del derbi, en el que roba un balón a Vesga y se lo sirve con sutileza a Kubo, o la anticipación ante Unai López en Vallecas que acaba derivando en el 0-1.

En el partido de Coria sorprendió porque fue el mejor sobre un terreno impracticable por las lluvias caídas. Allí donde muchos se habrían borrado y la mayoría se hundía en el barrio, él flotaba y ofreció una lección de fútbol que los que estuvimos presentes tardaremos en olvidar.

Después de dos años en los que Imanol ha tirado siempre de él, en esta temporada está dosificándole para concentrar sus actuaciones en los momentos clave. En el presente curso tan solo ha sufrido un problema muscular en el recto femoral en Valladolid que le hizo perderse cuatro partidos contra Omonia, Betis, Manchester y Valencia. Curiosamente la Real solo ganó el primero.

Imanol le dio descanso contra el Omonia en Anoeta y en los dos últimos partidos de Copa contra el Logroñés y el Mallorca. También le ha retirado en el descanso en Getafe, en Anoeta contra el Sheriff y en Coria en Copa. Entre esos seis partidos le ha ahorrado 405 minutos de competición que ha agradecido para estar a tan buen nivel.

Un ejemplo para los más jóvenes del vestuario

Tras el partido de Copa en Coria tuve ocasión de charlar con Karrikaburu, que firmó dos goles ese día, y su lectura al definir la actitud con la que jugó la Real abarcaba al canario. «A su edad sigue teniendo el mismo hambre de un juvenil. Imagínate. Si le ves correr así cómo no vas a correr tú. Es un placer entrenar todos los días con él y aprender tantas cosas. Es muy competitivo y eso se contagia».

Esa actitud ejemplar es muy valorada en un vestuario en el que no abundan los jugadores veteranos. Además de él, solo Illarramendi supera la treintena. Aunque otra cosa, como dice Olabe, son jugadores con experiencia, donde aparecen los Oyarzabal, Merino, Zubeldia, Le Normand, Remiro, Sorloth, Brais y compañía con edades entre los 26 y los 28 años. Tener a Silva curtido en todo tipo de competiciones da al grupo un plus que a la Real le interesaría mantener.

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