Una Real Sociedad más camaleónica

Imanol fue prudente en sala de prensa y reconoció que a pesar de que estaba contento porque las cosas habían salido, el arranque de temporada no ha sido bueno y hay muchas cosas por mejorar. Pero vio mejor a los suyos tanto físicamente como en el acierto en el remate. Quizás es que ambas facetas van unidas. Con todo, y a la espera de que un día así tenga confirmación el jueves ante el Anderlecht en Europa, la nueva Real va dejando apuntes de lo que quiere ser de mayor y una de las características que se le ha visto en estos nueve primeros partidos oficiales es que pretende ser mucho más camaleónica e imprevisible que la anterior, algo que enlaza con los tiempos modernos. Vamos a ver por qué.

No hay titulares y suplentes. Perder a dos piezas claves como Le Normand y Merino ha hecho que la división de clases sea menos perceptible en la plantilla y se difumine esa línea entre titulares y suplentes. Ahora mismo solo Remiro y Zubimendi tendrían la consideración de indiscutibles en cualquier once de Imanol, algo que en otros tiempos no tan lejanos no era así. Imanol se apoyaba en una columna vertebral bien definida y tiraba de ella hasta que apareciese el cansancio o las lesiones. Claro, que ello solía reportar un buen botín de puntos y una óptima clasificación en los primeros meses.

Ahora, quizás por la necesidad de construir algo nuevo y partir desde cero, la división de clases es más difusa y acertar las alineaciones se convierte en una quimera. Entre el partido de Niza y el del Valencia el técnico cambió al 60% de los jugadores de campo en el once inicial sin que el rendimiento se resintiese. Si en el Allianz Riviera formaron Odriozola, Martín Pacheco, Aihen, Marín y Brais, el sábado lo hicieron Aramburu, Aguerd, Javi López, Sergio, Sucic y Kubo con la misma naturalidad. Puede entenderse que Imanol apostara por reservar jugadores en Europa ante el mal arranque liguero y la necesidad de ganar al Valencia, pero vista la primera parte contra el Niza nadie puede decir que el del miércoles fuese un equipo de suplentes. Ese equilibrio de roles entre todos aumenta la competitividad en la plantilla y la implicación de todos.

26 jugadores utilizados. Consecuencia de lo anterior es que Imanol ya ha utilizado sin llegar a octubre a 26 de los 29 jugadores del plantel, entendiendo como tal a los 25 futbolistas con dorsal de Primera División, más Aramburu, Martín, Marín y Aitor Fraga, el tercer portero del equipo. Hasta ahora, los únicos que no han jugado son los guardametas Marrero y Fraga, porque Remiro ha hecho pleno de minutos, y Zakharyan, que lleva lesionado en el tobillo desde julio.

De los 26 efectivos que ha empleado el oriotarra, 24 han sido titulares en al menos un partido, como es el caso de Urko (Rayo), Óskarsson (Valladolid) y Odriozola, Martín y Marín (Niza). Por la parte de arriba Remiro figura con nueve titularidades, le sigue Zubimendi con ocho y siete tienen Zubeldia y Sergio. La mayoría ha formado de inicio entre cuatro y seis partidos, casos de Kubo, Javi López, Turrientes, Oyarzabal, Becker, Aguerd, Traoré, Pacheco, Aramburu, Brais, Sucic o Barrenetxea. Tres tiene Aritz y dos Aihen y Sadiq.

El pasajero número 26 en saltar al campo fue Magunazelaia contra el Valencia. En los minutos finales Imanol apostó por él para mantener el colmillo en la presión alta y el eibartarra no le pudo devolver de mejor manera la oportunidad, ya que fue el autor de la recuperación del tercer gol y sirvió un pase al espacio a la carrera de Sergio Gómez que fue determinante para poner en ventaja al catalán y a Óskarsson frente a un desguarnecido Mamardashvili. Tener fondo de armario en una situación de cierta igualdad entre todos puede ser un factor importante para afrontar con garantías las tres competiciones.

¿Y tú de qué juegas? Esa Real tan versátil parte también de la polivalencia de muchos de sus jugadores, que permite a Imanol hacer planes diferentes en cada partido en función de las necesidades propias y las características del contrario. El ejemplo más elocuente es el de Sergio Gómez, que en este primer mes y medio de competición ha jugado de lateral, interior izquierdo, mediapunta a pierna cambiada y extremo tanto derecho como izquierdo. Cinco de las diez posiciones que utiliza el equipo. Una capacidad para manejarse en distintas ubicaciones que Imanol atribuye a su talento y su cabeza. Y en todas ha ofrecido un buen rendimiento, siendo ya el máximo asistente del equipo con tres pases de gol.

Sucic es otro de los nuevos que también sabe emplear registros diferentes. En Mallorca se le vio caer a la altura de Zubimendi para engrasar la zona de creación, contra el Real Madrid fue el mediapunta perfecto con el que llegar para estrellar dos balones en la madera y en Valladolid asumió el rol de abrirse más a banda para dejar respirar a Kubo en la labor de enganche que hizo ese día.

Más allá de estos dos jugadores, el propio Take ha alternado en este inicio de temporada las funciones de desbordador como extremo con las de generador por dentro; Aramburu juega indistintamente en la derecha y en la izquierda, incluso de central en una línea de tres; Turrientes puede ser la alternativa a Zubimendi de 'cuatro' aunque habitualmente juegue de interior y Oyarzabal combina indistintamente los roles de delantero con los de mediapunta (Valladolid) o banda, tanto izquierda como derecha. Becker también se maneja en las tres posiciones de arriba.

La versatilidad ha sido uno de los denominadores comunes en los fichajes desde 2022, empezando por Kubo y Brais, siguiendo con Zakharyan, hasta terminar en Sucic y Sergio este verano. El fútbol de hoy en día exige reiventarte constantemente para sorprender al rival.

Tres dibujos en tres partidos. No suele ser buena señal a largo plazo andar cambiando de sistema cada partido para consolidar una forma de comportarse y crecer, pero es un buen recurso en situaciones de necesidad y acumulación de partidos como le ha tocado a la Real en este momento. Imanol se ha descolgado en tres encuentros jugando con tres sistemas diferentes: 1-4-4-2 en rombo, 1-5-3-2 y el 1-4-3-3 más habitual. Lo mejor de todo es que el equipo ha sido muy competitivo con todos ellos, lo que demuestra que puede jugar de distintas maneras ofreciendo rendimientos parecidos. En Valladolid mereció ganar por el control del juego y las ocasiones que generó, en Niza tuvo opciones para incrementar su renta antes del descanso y al Valencia le goleó.

En las últimas temporadas Imanol utilizó de forma puntual dibujos diferentes en momentos determinados, pero no se le recuerda emplear tres distintos en siete días y con tanto éxito. Esa variedad en los registros y tener una plantilla en la que hasta ahora no hay tanta distinción entre titulares y suplentes como antaño puede ser una ventaja en la construcción del nuevo equipo para esta temporada.