Reacción de equipo grande

Había dos bajas sensibles en ambos equipos. Silva por parte de la Real, el motor automático de este equipo. Y en el Villarreal uno de sus máximos goleadores, Paco Alcácer. Decidió Imanol apostar por un once con novedades, donde las principales sorpresas fueron Aihen, Roberto López y Barrenetxea. Es decir, Zubieta. Unai, por su parte, colocó un equipo titular muy reconocible donde la principal novedad fue ver un lado izquierdo ocupado por dos laterales como Pedraza y Estupiñán.

No salió bien al nuevo césped del Reale Arena el equipo donostiarra. Avisó el Villarreal con un fantástico pase de Gerard Moreno a la espalda de Aritz que Pedraza impactó en semifallo, complicando la vida a Remiro. Acto seguido un saque de banda bien ejecutado, provocó el penalti que pondría a los visitantes por delante en el marcador.

Pero la Real reaccionó como un equipo grande, dio la sensación de ser un conjunto con muchísima experiencia. Nada más fuera de la realidad, con una media de 23 años, no acusó el duro golpe de ponerse por detrás en el marcador. Siguió buscando con su juego combinativo, pasando por todas las líneas para llegar a la portería rival. Y si el Villarreal tapaba la posibilidad del pase interior, conectaban con Aihen para que este buscase la espalda con envíos en largo a la espalda de la defensa o a Willian José en una posición más retrasada.

No estaban finos los realistas de cara a puerta y tuvo que ser Oyarzabal de penalti quien pusiera las tablas en el marcador. En el segundo tiempo, la Real no tuvo el control del juego a través de la posesión, el juego posicional no fue continuo y los visitantes controlaron más esa faceta. Ese dominio visitante apenas se tradujo en peligro y fue una Real incómoda. En el recuerdo de todos Diego Armando Maradona; en el presente, una Real que sigue líder con el punto conseguido pero que debe mejorar la puntería para el jueves.