Rico, que subió más la banda en la segunda mitad, entre Rafinha y De Jong. ARIZMENDI

Sin puntería, no hay Champions

La falta de acierto ante la portería penaliza a la Real en un partido clave que le aboca a pelear por una plaza en la Europa League

Viernes, 22 de abril 2022, 06:32

Tres seguidores del Barça que vieron el partido de anoche justo detrás de mi localidad celebraron la victoria como si les hubiera dado la Liga. ... El partido era clave para las aspiraciones europeas de ambos equipos. La victoria habría situado a la Real a dos puntos de la Champions mientras que el Barça, después de la derrota que le apeó de la Europa Leagua y de la sufrida en el Camp Nou frente al Cádiz, necesitaba el triunfo para no ver comprometida su posición de Liga de Campeones, porque el título de Liga es ya inaccesible para los culés. Ver a este equipo perder tiempo significa que los de Imanol hicieron bien las cosas. Pero también hay que reconocer a los de Xavi que supieron competir con lo que tienen en estos momentos.

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La Real pagó su falta de acierto ante la portería, defecto que arrastra de jornadas precedentes. Sin gol, no hay Champions. Así de sencillo. La derrota aboca a los blanquiazules a la pelea por entrar en la Europa League.

Imanol presentó de salida un 4-4-2 en rombo, el mismo sistema que contra el Leipzig. Volcada la Real los diez primeros minutos en el área del Barcelona en busca del fallo del rival, provocado por ejemplo en la presión de Isak sobre Ter Stegen, era complicado mantener ese ritmo. Así, el conjunto de Xavi comenzó a llegar un poco más. La calidad de los azulgranas quedó de manifiesto en la jugada del gol. Zaldua no despeja y centro de Ferrán que rebasa la posición de Remiro para que Aubameyang la toque de cabeza en el segundo palo.

Ver perder tiempo al Barça significa que la Real hizo bien las cosas, pero los de Xavi supieron competir

Imanol no varió el plan tras el tanto en contra, con Isak y Sorloth cayendo a las bandas para ocupar los espacios que deja el 4-4-2 en rombo sin extremos. Ese sistema dificulta encontrar un rematador en el área, ya que los dos puntas salen de esa zona y careces del delantero centro que aporta un 4-3-3. La teoría dice que corresponde al mediapunta del rombo llegar al área, pero no es fácil cuando tienes enfrente a un equipo con la calidad técnica del Barça, que obliga también a protegerte de las respuestas.

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Durante la primera mitad, el Barcelona llegó con mayor frecuencia al área contraria. Sin embargo, las ocasiones más claras fueron realistas, sobre todo el remate de Isak desde una posición franca al filo del descanso. En mi opinión, se equivocó al elegir la superficie del pie con la que disparó. No puedes fallar una oportunidad así en este tipo de encuentros.

Mejoraron los txuriurdin al inicio de la segunda mitad. Isak y Sorloth dejaron espacios libres en las bandas para las llegadas de Rico, Zaldua y Merino. Sin embargo, no bastó. Los cambios no surtieron el efecto perseguido y la Real no creó más peligro en los últimos minutos.

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