Carlos Fernández posa en un banquillo del campo José Luis Orbegozo de las instalaciones de Zubieta lobo altuna
Real Sociedad

Carlos Fernández: «El proyecto de la Real te seduce. Ves cómo disfrutan los jugadores y te da envidia»

El delantero sevillano confiesa que venir a la Real es «una apuesta de futuro y de presente» y espera aportar el máximo para ganar títulos

Miguel González

San Sebastián

Sábado, 6 de febrero 2021

Carlos Férnandez (Castilleja de Guzmán, 1996) solo tiene 24 años pero se expresa como un veterano. Hablar con él es muy fácil porque tiene ... las ideas claras y sabe expresarlas. Educado y atento en los detalles, transmite humildad y ambición al mismo tiempo. Y mucha pasión, término que repite varias veces durante ésta su primera entrevista desde que firmó por la Real Sociedad.

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-¿Quién es Carlos Fernández?

-Un chaval de 24 años normal y corriente que tiene la suerte de dedicarse a lo que siempre ha querido, jugar al fútbol, y que ahora mismo está donde quiere estar, en la Real.

-Es natural de Castilleja de Guzmán...

-Es un pueblo de 3.000 habitantes que está a diez minutos de Sevilla y en el que me he criado. Cuando era niño éramos muchos menos, porque ahora ha crecido como ciudad dormitorio. Mi vida está ahí: mi familia, mis amigos, la época del colegio y el instituto, los inicios en el fútbol...

-¿Cómo empezó a dar patadas a un balón?

-Como todos los niños, en el patio del colegio y luego en la calle. Con cinco años empecé en los prebenjamines del equipo del pueblo. No tenía la edad, pero como allí nos conocemos todos mi madre convenció al entrenador para que me dejase jugar. Así, como era un terremoto en casa, se libraba de mí por unas horas. Jugábamos contra los pueblos de al lado. Recuerdo con cariño aquella época porque había un entrenador, Juan Antonio, que nos ayudó mucho a entender el juego. Aún tengo contacto con él.

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-¿Cuándo llega al Sevilla?

-Con 9 años me fui a jugar a Bormujos, un pueblo cercano, porque tenía equipo que jugaba competición federada. Y allí me vio el Sevilla. Estuve un año yendo a entrenar a la ciudad deportiva y en alevines me ficharon. Ahí he estado hasta ahora, salvo los dos años que he salido cedido al Deportivo y el Granada.

-¿Siempre ha sido sevillista?

-Desde chico. Me viene de familia, porque prácticamente todos somos del Sevilla, salvo dos tíos que son béticos. Me llevo muy bien con ellos pero cuando estamos es verdad que hablamos de todo menos de fútbol.

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-¿Para tanto es esa rivalidad?

-Sevilla es una ciudad que vive con mucha pasión el fútbol y ese derbi. Y cuando toca perder se sufre. Yo, en mi caso, he tenido suerte porque solo he conocido la época buena del Sevilla, pero mi padre me recuerda que cuando empezó a llevarme al campo estábamos en Segunda.

-Con 17 años debuta con el primer equipo en la Copa.

-Siempre jugué con compañeros de más edad y Unai Emery me dio la alternativa contra el Racing, que nos eliminó. Era la temporada 13/14. Luego en Liga jugué un rato contra la Real de los Vela, Griezmann, Prieto...

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-¿Y qué pasó después?

-Tuve un proceso de adaptación al fútbol profesional, porque parece que llegas y ya está. Y no es así. Hay que madurar, entender el juego... Las dos siguientes temporadas estuve en el filial en Segunda B y ascendimos, que coincidió con la llegada al club de Sampaoli. Empecé la campaña 16/17 jugando en Segunda, me subió pero al tercer partido me rompí el cruzado de la rodilla izquierda. Me cayó un compañero encima en un entrenamiento y estuve ocho meses parado. Reaparecí en julio de 2017 en la Emirates Cup ante el Arsenal, partido del que tengo una anécdota...

-¿Cuál?

-Al terminar le pedí la camiseta a Monreal y me la dio. A mí me tiraba el Arsenal porque de chaval vino José Antonio Reyes, que en paz descanse, a un campus de verano en el que estaba y nos trajo camisetas del club. Yo no colecciono las de rivales, sí las mías o las de compañeros con los que he jugado, porque cuando pierdo estoy de una mala leche que como para pedirla, y si gano todo lo demás me da igual. Cuando entré en el vestuario de la Real Monreal me dijo: «Tú eres el de la camiseta».

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-Le había dejado recién recuperado del cruzado...

-La temporada 17/18 juego con el filial en Segunda pero entro en dinámica del primer equipo y en abril hago dos partidos arriba: Deportivo y Levante. Y me rompo el menisco también de la rodilla izquierda. Me operan, me recupero y me ceden al Deportivo para la temporada 18/19.

-¿Qué le aportó la experiencia en A Coruña?

-Mucha madurez, porque era la primera vez que salía de casa. Jugué bastante, metí diez goles y la pena fue que nos quedamos a las puertas del ascenso en esa eliminatoria contra el Mallorca después de ganar 2-0 en Riazor.

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-Y llegamos al curso pasado en Granada, el de su explosión...

-Fue un año increíble porque era un equipo recién ascendido y nos clasificamos para Europa y alcanzamos las semifinales de Copa. Marqué 14 goles, jugué un montón y mi carrera dio un giro, porque gané mucha confianza.

-¿Cuándo le transmite su agente el interés de la Real?

-Los contactos entre mi entorno y la Real vienen de hace tiempo. Y eso ha sido lo importante, porque sabían que era una posibilidad que me gustaba en lo deportivo y en lo personal. En verano ya sabían que era la primera opción si salía del Sevilla.

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-¿Qué le atraía de la Real que no viese en otros equipos?

-Que era el mejor lugar para crecer como profesional y conseguir grandes logros.

-Pero también se le relacionó con el Villarreal...

-Escuché muchas cosas en verano que no eran ciertas, pero la relación que tenía con la Real venía de hace tiempo y los dos hemos sido fieles a la misma idea.

-Ahora va a poder jugar esa final de Copa pendiente que no alcanzó con el Granada...

-Así es el fútbol. Habría sido mucho peor enfrentarme al Granada, a esos compañeros con los que conseguí llegar tan lejos. La verdad es que fue un palo fuerte, porque nos quedamos a ocho minutos de alcanzarla, y ahora me gustaría también ganarla para que un pequeño pedacito fuera para ellos. Tengo muchos buenos amigos allí.

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-¿Hasta qué punto el aliciente de esa final, la eliminatoria contra el Manchester y ser sextos en la Liga le animó a venir?

-Es un plus. Pero el proyecto de la Real te seduce no solo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo. Hay un equipo joven con talento y ganas para llegar muy lejos y dar continuidad a estos dos años buenos.

-Con varios realistas ya había coincidido en las selecciones inferiores, ¿no?

-Con Merino he compartido muchos años, porque somos de la misma quinta. Y también he coincidido con Remiro y con Oyarzabal, cuando venía con un año menos con la sub-19 y la sub-21.

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-¿Llamó a alguno para pedir referencias antes de venir?

-No lo necesité porque lo tenía muy claro.

-¿Cómo se ve a la Real de fuera?

-Muy bien. La gente a la que le gusta el fútbol disfruta con la Real. Ahora mismo creo que es el equipo de moda. Tiene gente joven que juega alegre, con intensidad, con una presión fuerte cuando no tiene el balón, siempre sale a ganar en cualquier campo, muchos futbolistas son de la canterra... Esa unión y ese buen ambiente que hay se nota en cuanto llegas aquí. Yo les veía jugar en televisión y me daba envidia porque les veía disfrutar.

-¿De dónde le viene esa capacidad para analizar el fútbol?

-Es un juego que me apasiona y veo muchos partidos. Suelo compartir impresiones con mi agente Juan Maraver, que es más un amigo, y así vamos descubriendo el juego. Analizamos situaciones, características de los rivales... Todo suma.

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-Veo que tiene condiciones, cabeza y pasión, porque hay un vídeo en el que se le ve con un bombo en la grada animando a los aficionados del Sevilla...

-Eso fue el día del ascenso con el filial a Segunda, que jugamos contra el Lleida. La vida hay que vivirla. Llevábamos todo el año peleando por un objetivo con lo que cuesta y luego hay que celebrarlo, ¿no?

-Le pega más ver el fútbol desde los fondos que desde la tribuna. ¿Me equivoco?

-No, así es. Tengo mi carnet de socio en el fondo de los Biris porque desde pequeñito mi padre me llevó al Gol Norte. Y a mí me gusta el ambiente. El aficionado no es consciente de lo importante que es y de que participa en los partidos. Hay veces en los que el rival es superior, estás cansado, y los aficionados te levantan.

-Cuando regrese el público y un día no pueda jugar, le mandamos a la grada Zabaleta...

-Ya molaría. Antes tendría que aprenderme las canciones, porque si no sería ir en balde. La vida hay que vivirla con pasión.

-Aquí se recuerda mucho una imagen de Elustondo en la grada de Riazor el día que la Real entró en la Champions...

-Le pega. Basta con entrar en el vestuario para darse cuenta cómo vive todo. En el campo también lo notas porque siempre está animando y gritando. El jugador que se entrega al máximo siempre suma aunque tenga un mal partido. Yo soy de esos.

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-Hablando de pasión. Ya le habrán dicho que la final de Copa es algo más que una final...

-Sí, sí. Es la final de la final. Por si no fuera poco un partido así, un poco más de leña al fuego.

«Los contactos entre mi entorno y la Real vienen de hace tiempo. En verano ya sabían que era mi primera opción si salía del Sevilla»

Fidelidad

«La Real seduce a corto, medio y largo plazo. Hay juventud y talento para dar continuidad a estos dos buenos años»

expectativas

«Conocía a Merino, Remiro y Oyarzabal de la selección pero no necesité llamarles para pedirles referencias porque lo tenía muy claro»

Convencimiento

«En Sevilla mi carnet de socio es en el Gol Norte. Me gusta el ambiente. El aficionado no es consciente de lo importante que es»

Pasión

«Me considero 'nueve' pero como me gusta asociarme y jugar al pie también me ponen de segundo punta, extremo o enganche»

Polivalencia

-¿Cómo se define como futbolista?

-Yo me considero un 'nueve', pero tengo unas características de asociarme y jugar al pie que han hecho que me pongan también en otras posiciones: de extremo, de segundo punta, de enganche... En Coruña jugué en 1-4-4-2 compartiendo delantera con Quique González y en Granada también lo hice a veces con Soldado.

-En el 1-4-3-3 de Imanol en qué posiciones podría jugar?

-De delantero, en los dos extremos, de tercera altura en el centro del campo... Hay que aprender lo que el míster quiere en cada posición, porque si no te adaptas a esas situaciones hoy en día estás perdido.

-¿Su principal virtud?

-Ser buen compañero. Si entiendes al que tienes al lado en el vestuario, te entiendes a ti mismo. Tienes mucho ganado.

-¿Y un defecto?

-Tengo muchas cosas por mejorar. Mi pierna derecha, por ejemplo. En el fútbol de hoy si no te paras a mejorar todo en todos los entrenamientos estás muerto. Porque hay gente preparadísima que te deja atrás.

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-¿Cómo así lo de firmar un contrato hasta 2027?

-Ya te he dicho que lo tenía muy claro. Es una apuesta de presente y de futuro y es la mejor manera de demostrar que siento lo que digo.

-¿Qué espera conseguir en la Real?

-Lo primero, que me recuerden como una buena persona. En lo deportivo, aportar el máximo rendimiento para ganar títulos. Si he venido es porque tengo esa ambición. Tal y como se están haciendo las cosas, éste no es un proyecto solo para llegar a una final sino para hacerlo de forma más asidua.

-En dos semanas toca Europa, ¿se le puede meter mano al Manchester United?

-Es un gran equipo, eso lo sabemos todos, pero esto es fútbol. Nosotros también tenemos ilusión, ambición, buenos jugadores, una idea de juego, una buena mentalidad... Va a ser una eliminatoria maravillosa en la que los dos equipos vamos a tener nuestros momentos y se trata de aprovecharlos. Ojalá podamos estar acertados.

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