Una oportunidad de cerrar el círculo que abrió en Madrid con 16 años

El de Odegaard es el claro ejemplo de que para llegar a un punto concreto no existe un solo camino y, a veces, el más largo termina siendo el más exitoso. La joven perla debutó en el Real Madrid Castilla, en Segunda B, precisamente bajo las órdenes del técnico marsellés y, tras dos cursos en el filial con alguna incursión esporádica en el primer equipo, la entidad presidida por Florentino Pérez anunció su cesión al Heerenveen de la Eredivisie, la Primera división de los Países Bajos, donde pasó dos años en los que acumuló 43 partidos y marcó dos goles.

Su buena actuación, sin embargo, no le valió para ganarse un puesto en el Madrid, por lo que el club decidió dejarlo a préstamo en el Vitesse holandés para continuar con su progresión a nivel profesional. El crack de Drammen, señalado de nuevo como uno de los mejores jóvenes del momento con sus 11 goles y 12 asistencias en 39 encuentros, firmó un curso notable.

Tras renovar con el club madrileño hasta 2023, Odegaard tampoco convenció a Zidane para quedarse en el Real Madrid y volvió a hacer las maletas para consagrarse definitivamente en la Real Sociedad como uno de los mejores jugadores de la última liga.

Su paso por el cuadro txuri-urdin ha vuelto a relanzar su carrera dejando atrás la sombra de juguete roto que acompaña a muchos jóvenes que fichan por el Madrid. Con la confianza que le otorgó muy pronto Imanol, Odegaard ha sido una de las piezas clave para que la Real haya llegado a la final de Copa 32 años después y se haya clasificado para la Europa League. Sus 7 goles, 8 asistencias y, sobre todo, sus buenas actuaciones, siendo MVP del mes de septiembre, son sus credenciales para que, después de tres cesiones, el internacional noruego regrese a la 'casa blanca'.