Olabe, el científico extravagante con resultados excelentes

Perfil ·

El director de Fútbol de la Real no sale mucho del laboratorio de Zubieta, desde donde rige los destinos deportivos del club

Gaizka Lasa

San Sebastián

Miércoles, 23 de diciembre 2020, 19:07

Meticuloso, investigador y obsesionado del rendimiento, el lenguaje moderno lo definiría como un friki del fútbol. Roberto Olabe (Vitoria, 1967) atesora la condición divina ... en la Real de no aparecer por ningún lado y estar en todas partes. Es su mayor habilidad: determinar el destino deportivo del club sin reclamar protagonismo. El aficionado de a pie conoce de él sus extravagantes explicaciones con argumentos complejos a cuestiones aparentemente sencillas y, de hecho, tratadas en la cotidiana cobertura mediática con absoluta simplicidad. Pero la Real Sociedad no lo fichó como portavoz, sino como el mayor científico entregado al proyecto de un laboratorio como el de Zubieta. Ese es Olabe. Bata blanca, microscopio, test, horas, indicadores, informes y resultados, todo ello con tiempo y paciencia como coordenadas de trabajo. Lo de ahí fuera, el ruido del día a día, no va con él.

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Bajo su tutela, la Real ha enfocado hacia una misma dirección una estructura de cantera que, uniendo sus criterios de trabajo a las condiciones naturales de una buena generación, ha logrado poner las bases del ilusionante presente de este equipo. Y bajo su mando ha incorporado el mayor talento exterior posible al alcance de los recursos del club. Esta doble dimensión avala su encomiable labor como director de fútbol de la Real Sociedad desde marzo de 2018.

Por aquel entonces, el primer equipo se encontraba con una crisis de juego y resultados, sin director deportivo y con un entrenador interino, precisamente Imanol Alguacil. Fue la persona elegida por Jokin Aperribay para tomar las riendas de la parcela deportiva. Trabaja para un club ecuatoriano llamado Independiente del Valle, pero el presidente tenía clara su apuesta.

Lo había intentado la temporada anterior. Fue nombrado director de Fútbol, pero entonces no encontró el espacio suficiente para desarrollar sus ideas. Como buen científico, creía en un método y buscaba aplicarlo. En el fútbol base se encontró con un trabajo liderado por Luki Iriarte, mientras que en la parcela profesional Eusebio (entrenador) y Loren (director deportivo) se encargaban del diseño de la primera plantilla. En ese escenario, y con la Real lanzada hacia Europa, entendió que su aportación no tenía la cabida que debiera. Por eso decidió apartarse, sin armar ruido –nunca lo hace– ni declarar cuales fueron realmente las causas de su marcha. Alegó razones personales y se marchó, gesto tan digno como inusual en tiempos en los que ni sueldos, ni sillones son despreciados.

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Aperribay señaló en su día que con Olabe quería tener «a la mejor Real en términos de rendimiento» y que ello pasaba por «obtener lo mejor de nuestros recursos». Entonces afirmó que para tener éxito a medio y largo plazo se necesitaba «ambición en la formación pero también en el rendimiento» y que Roberto era «la persona ideal para liderar este proceso».

Olabe siempre ha apostado por un modelo de la Real que pase por «la explotación de Zubieta» pero que a su vez guarde relación con el rendimiento. «Nos tenemos que volcar para que sea constante. Tenemos que ser ambiciosos para aspirar a más. El primero que sabe que hay que mejorar soy yo», dijo en su presentación.

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El vitoriano no se define a sí mismo como «un fichador» pero ha dado en la diana con las incorporaciones (Odegaard, Portu, Remiro, Monreal, Isak, Silva...) después de un historial con sonoros batacazos, propios de un club que no tiene el potencial económico de otros con las mismas aspiraciones.

Aperribay se fue a buscarle a Qatar en abril de 2016 para aprovechar sus cuatro años de experiencia como director de la Academia Aspire, el centro de formación de deportistas más importante del país, en el que era conocido como «Roberto, el arquitecto». Olabe, que jugó como portero en la Real Sociedad entre 1995 y 1999, también fue primer entrenador en la recta final del curso 01/02 y director deportivo entre 2002 y 2005.

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