Odegaard, en el entrenamiento de ayer en Valdebebas.
El rival

Odegaard logra darle la vuelta

El noruego, que hoy sabrá si entra en la convocatoria, consigue sentirse «feliz» en Madrid pese a que quería haber seguido en la Real

Jorge Sainz

San Sebastián

Sábado, 19 de septiembre 2020, 07:37

Su cara en el vídeo de despedida que envió en agosto a la afición txuri-urdin denotaba cierta tristeza. Martin Odegaard aspiraba a seguir un ... año más cedido en la Real en un curso ilusionante, con Europa y una final de Copa, cuando Zidane le llamó sorpresivamente a filas y alteró todos sus planes. El noruego aterrizó en el Real Madrid lleno de dudas y temores, arrastrando su lesión de rodilla y consciente de la dura competencia en la plantilla blanca, pero en pocas semanas le ha dado la vuelta a la situación.

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Se le ve «feliz y le va muy bien, está plenamente recuperado de su rodilla», señalan desde el entorno de la Real. Este es el mensaje que ha transmitido Odegaard a sus antiguos compañeros, con los que espera reencontrarse mañana en el Reale Arena. El noruego ha mejorado mucho de la tendinopatía rotuliana que le lastró en el final de la temporada pasada. Fue revisado en la clínica Teknon de Barcelona y, como hiciera en el final de Liga, optó otra vez por un tratamiento conservador para evitar el quirófano. Ello incluyó un stage en agosto en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, en Granada. Ayer volvió a entrenarse sin problemas con el grupo, sin resentirse, aunque no está del todo claro si Zidane le ve todavía al cien por cien. El club blanco ha preferido que esta semana no hable.

En Valdebebas se ha encontrado un vestuario con bastantes conocidos, tanto de los tiempos del Castilla, como Fede Valverde, con el que mantiene una buena relación, como de las distintas pretemporadas que hizo con el primer equipo. Además mantenía su vivienda en Madrid. El propio Zizou fue su entrenador en el filial. Su afabilidad, bonhomía y profesionalidad también han sido factores para integrarse rápido en el vestuario del Real Madrid, que le ha recibido con los brazos abiertos. No en vano es el único fichaje del actual campeón de Liga, que paga, al igual que el resto, la contracción del mercado de fichajes por la crisis sanitaria.

Su calidad y entrega en los entrenos ha encandilado a los jugadores blancos. El mediocampista, de hecho, presentaba en Liga mejores números que sus actuales competidores por el puesto, entre ellos su ídolo Luka Modric. El mago de Drammen portará también en el Madrid el dorsal 21, al que dio lustre en la Real.

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Caprichos del calendario, su redebut con el Real Madrid se produciría en el estadio que más ha disfrutado con su magia. Si viaja, seguro que tendrá también la oportunidad de despedirse como Dios manda de sus compañeros de la Real, a los que tuvo que abandonar de forma precipitada en agosto, una semana antes del arranque de la pretemporada y cuando se daba por seguro que seguiría un año más de txuri-urdin. Mikel Oyarzabal ha alabado esta semana a su excompañero «por cómo se comportó, por su rendimiento y por todo lo que había hecho por nosotros». El noruego también está agradecido a la Real, donde encontró un vestuario muy familiar, difícil de igualar. Quizás algún día vuelvan a coincidir los caminos de Odegaard y la Real.

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