Nunca es tarde si la dicha es buena
André Silva volverá a pisar el Sánchez Pizjuán, el que fuera su estadio hace cinco años, y donde sabe muy bien lo que es marcar goles
El Deutsche Bank Park Stadion de Frankfurt es el campo que más goles ha visto de André Silva. Los 42 tantos que marcó el delantero realista en dos temporadas fueron una marca que tardará en olvidarse en la comarca de Hesse. En el Pizjuán, a donde acude hoy una Real lastimada por su eliminación copera pero sedienta de revancha, el delantero portugués también ha marcado varios goles. Estuvo a orillas del Guadalquivir durante una temporada, cedido por el Milán, y acompañado en la delantera sevillista de un sabio de la profesión de ariete como es el franco-tunecino Wissam Ben-Yedder.
André Silva marcó once goles en los 39 partidos que disputó aquella temporada 2018/19 con el cuadro de Nervión. Y hoy, eso que siempre teme el seguidor blanquiazul, que es la maldición de los ex, quiere que se le vuelva a favor. Venimos además de una dosis de desamor, como fue el tercer tanto del Villarreal, obra de Alexander Sorloth. Vamos a intentar disfrutar de que algún día sea a favor. Qué mejor momento para André Silva de estrenarse en Liga, que hacerlo en el Pizjuán. Veremos.
Pocos hubieran dicho el 2 de agosto pasado que siete meses después –justo hoy mismo– el de Gondomar quiere celebrar su primer gol de txuri-urdin en el torneo doméstico. Porque por ahora el único que ha podido festejar fue ante el Andratx en la Copa. No hay duda de que es la peor temporada en cuanto a registros goleadores desde que André Silva es profesional, porque en todos los equipos donde ha estado ha acabado con un cifra goleadora importante.
Malas sensaciones
Tristemente, André Silva no viene de disputar su mejor partido. Todo lo contrario. El delantero, que llegaba para marcar la diferencia por su dilatada trayectoria, fue sustituido al descanso ante el Mallorca después de no tener ni una sola oportunidad, no de hacer gol, sino de remate. El luso jugará hoy su decimosexto encuentro con la Real y el tiempo corre. Demasiado rápido para los que se frotaban las manos con la llegada de un jugador diferente y cuyo su día a día era la cita con el gol. Nunca será tarde si la dicha es buena.
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