Zurutuza se operará y dice adiós a la Liga

Autor de un partido soberbio en Bilbao, David Zurutuza vio el encuentro de ayer desde la grada y es probable que no vuelva a jugar esta temporada. El centrocampista pasará por el quirófano antes del final de la Liga para solucionar sus problemas en el menisco de la rodilla derecha, que viene arrastrando desde hace meses y que le ha impedido tener una mínima continuidad esta campaña.

Zurutuza ha estado recibiendo tratamientos conservadores para intentar recuperar esa rodilla, pero finalmente sin éxito aunque el jugador debarra haya tenido apariciones esporádicas en el equipo, alguna estelar como la de San Mamés, donde fue el futbolista que más corrió, al cubrir más de doce kilómetros. Al final no ha podido esquivar el quirófano.

El miércoles por la tarde, Zurutuza ya no se ejercitó en Zubieta y el club informó de que tenía permiso por asuntos personales. El jueves, el club emitió un parte médico en el que se leía que sufría una «sobrecarga en el muslo derecho», precisamente la pierna en la que tiene dañado el menisco.

Finalmente, el jugador y la Real han decidido parar y dar por concluida la temporada para intentar acortar los plazos de su reentrada en el grupo. Aunque todavía no se ha anunciado, David Moyes tiene previsto citar a sus jugadores a principios de julio para iniciar la pretemporada. La idea es que para esa fecha, dentro de unos dos meses, Zurutuza pueda trabajar ya con el resto del grupo.

Temporada complicada

Zurutuza, de 28 años, ha tenido una temporada muy complicada y sólo ha jugado 16 partidos, doce de titular, en los que ha marcado dos goles. Los dos, en su partidazo contra el Real Madrid (4-2). Aquella exhibición, como la de San Mamés, le pasó factura y tuvo que parar. Ya tenía tocado el menisco, pero se decidió que no pasara por el quirófano. Era el 30 de agosto del año pasado.

Esta campaña no ha disputado ni siquiera mil minutos. Se ha quedado en 998, su peor registro en las seis temporadas que lleva en el primer equipo a todos los efectos. Muy lejos de los más de 2.500 que jugó en las campañas 2010/11 y 2011/12.

Aparentemente, su estilo de juego, siempre a la máxima intensidad, le hace más vulnerable a los problemas físicos. Por una parte, fuerza al máximo y, por otra, su querencia a conducir el balón le hace víctima de numerosas faltas de los rivales. Sin embargo, ha sido una lesión de tobillo la que le ha condicionado toda la temporada y la que finalmente le ha abocado al quirófano.