Llegó el día de decir agur
Imanol dirigirá esta tarde ante el Girona su último partido en el banquillo de Anoeta en una jornada llena de emoción
Una de las cosas más complicadas que existen en la vida es decir adiós a la gente que quieres. No es fácil soltar la mano ... de alguien que te ha acompañado durante tanto tiempo y que además te ha hecho tan feliz. Pero, aunque la inmensa mayoría de la afición de la Real no quería, ha llegado el momento de decir agur a una leyenda como Imanol Alguacil, que dirigirá por última vez a la Real sentado en el banquillo de Anoeta en el choque de esta tarde ante el Girona.
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De momento no se vislumbra una Real sin el oriotarra. Costará acudir a la sala de prensa de Zubieta y que no esté él y su cercanía con la gente que seguimos de cerca al equipo. Tampoco los jugadores serán los mismos, ya no solo porque estos también van y vienen, sino porque el técnico ha sabido exprimir a la mayoría de ellos incluso por encima de las posibilidades de muchos. Ese es uno de los legados de Imanol, que durante seis años y medio ha dibujado una Real competitiva aquí y allí. Se marcha como es él. Sin hacer ruido, hablando poco y sintiendo mucho. No ha querido más homenajes la tarde en la que recibirá la insignia de oro y brillantes de la mano del presidente, pero seguro que al final del partido su gente le reclama como lo que es, una institución en la Real, el equipo de su vida, por mucho que el final haya sido más amargo que dulce. Solo con el tiempo se valorará verdaderamente su trabajo.
No será el único que dirá agur a su afición. El propio oriotarra bromeaba durante el entrenamiento de ayer con Zubimendi, al que le pedía, en inglés, «intensity» y «aggressivity» con su más que probable salida al Arsenal. El donostiarra ha dado una nueva demostración de lo que es la Real. Formar futbolistas de casa hasta convertirlos en los mejores del mundo en su puesto.
Desde Griezmann no se venía otro canterano a semejante nivel, y, previo pago de su cláusula de 60 millones de euros, Zubimendi también se despedirá del equipo de su vida para emprender una nueva aventura. Pero, del mismo modo, otros incansables currelas que han trabajado en la sombra como Labaka o el doctor Barrera, además de otros miembros del staff, pisarán Anoeta última vez como miembros del equipo. Todos ellos también se merecen los aplausos.
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Ganar de una vez por todas
Aunque habrá un reconocimiento la figura del entrenador antes y después del partido y el oriotarra estaba «obsesionado con dejar a la Real en Europa», un nefasto último mes y medio ha dejado al equipo sin opciones a falta de dos jornadas, algo que nunca sucedió con él en el banquillo. Por eso hay que ganar de una vez por todas pese a que ya no se puede quedar entre los ocho primeros.
Hay un dato que es demoledor. Pese a que el Girona ha estado en la pelea para mantener la categoría hasta la semana pasada, si gana en Anoeta superaría a los txuri-urdin en puntos en la segunda mitad, dejando a la Real en descenso si solo se contaran los puntos desde la jornada 20. Poca broma.
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Está por ver qué equipo presenta Imanol para su despedida en casa. Lo lógico sería apostar por sus futbolistas más habituales, aunque quizás al no haber ya nada en juego da entrada a futbolistas menos habituales. Remiro parece fijo en la portería aunque no sería una locura ver a Marrero bajo palos. El azpeitiarra ha estado trabajando todo el año en la sombra y podría tener su hueco en alguno de los dos choques que quedan. López jugará por la sanción de Aihen mientras que Aritz y Zubeldia apuntan a ser la pareja de centrales.
Aramburu y Traoré se pegan por el otro lateral mientras que esta vez sí podría coincidir el centro del campo de más calidad formado por Zubimendi, Brais y Sucic. Tremendo partido también para el donostiarra, con una carga emocional importante. Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea deberían repetir el tridente que llevó a la Real a bordar el juego en la Champions.
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El Girona, por su parte, también aterriza sin nada en juego en Anoeta. Se puede decir perfectamente que en esta jornada se verá un derbi de decepciones, toda vez que el equipo catalán ha jugado esta temporada en la Champions League donde solo sumó tres puntos. Esas mismas malas sensaciones se trasladaron a la Liga, donde mantiene la categoría porque hay tres equipos mucho peores. Míchel ha tirado de su guardia pretoriana con Portu y Stuani a la cabeza para mantener la categoría. Imanol se marcha de Anoeta, pero se queda su leyenda.
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