La Real recupera la pegada de antaño en los libres directos

Entre Liga y Copa, los de Imanol han contabilizado cuatro dianas. Dos en cada competición, repartidas entre Odegaard y Januzaj, dos zurdos. De tal forma que, desde el ascenso, el balance de goles de falta con la pierna izquierda es de ocho -una Vela, dos Iñigo, dos Odegaard y tres Januzaj-, por uno solo de los diestros -Illarramendi-.

El caso de Januzaj es el más significativo. El belga, que ya se estrenó en estas lides en la Europa League ante el Red Bull Salzburg hace dos años y medio, ya ha marcado tres libres directos. Este año clavó por la escuadra un precioso golpeo de interior ante el Becerril (0-8) en Copa, y su segunda falta fue la del Wanda Metropolitano (1-1), el gol más importante de su carrera –con permiso del que marcó a Inglaterra en el Mundial de Rusia–.

El de Molenbeek, con la pelota parada cerca de la línea de fondo en la derecha, eligió la fuerza en lugar de la precisión para alojar el cuero en las redes de Oblak. Y le salió bien, porque la pelota tocó ligeramente en Herrera, lo justo para despistar al meta esloveno. Ha terminado el curso con ocho goles, su mejor registro goleador de siempre.

Lo de Odegaard ha sido llegar y besar el santo. El noruego ha hecho este año muchas cosas bien, y una de ellas ha sido la de erigirse en uno de los responsables del balón parado. En El Sadar (3-4) marcó un golazo espectacular gracias a un golpeo muy tocado con el interior de su bota izquierda que entró por la escuadra del palo del portero rival. Para su segundo gol de falta, curiosamente, eligió al mismo rival, pero cambió el escenario y la competición, puesto que lo consiguió en Anoeta en los octavos de final de Copa (3-1). En esta ocasión el lanzamiento no fue tan espectacular, pero acabó dentro.

Las cuatro dianas de libre directo sitúan a la escuadra guipuzcoana como la segunda en el ranking en goles de falta en la campaña 19/20 entre Liga y Copa. Le supera el Barça, que cuenta en sus filas con uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos, Messi. El argentino ha marcado cinco, todas ellas en Liga. Igualado con la Real está el Leganés, con cuatro goles de Óscar Rodríguez, y justo por debajo aparece el Celta, con tres, gracias a los tantos de Iago Aspas, Nolito y Olaza.

En el laboratorio de Zubieta también se ha trabajado a destajo para mejorar en las acciones de estrategia a balón parado, consiguiendo así este curso marcar 12 goles tras lanzamientos de córner o faltas indirectas. Una cifra que mejora ostensiblemente los ocho que marcó la plantilla txuri-urdin el curso pasado. Acciones a balón parado que han servido al final para sellar un billete directo a la fase de grupos de la Europa League, como esos dos córners en La Cerámica ante el Villarreal que dieron a los de Imanol tres puntos de vital importancia.

En este apartado hay que destacar, de nuevo, a Odegaard, porque el noruego ha participado directa o indirectamente en ocho de esos tantos, bien dando el pase o bien iniciando la acción de estrategia. La mayoría de las veces, además, ejecuta las faltas y córners por el sector derecho, desde donde puede hacer más daño al golpear a pierna cambiada.

Y si cuatro goles de falta no fueran suficientes, Imanol contará a partir del día 14 con la zurda de Martín Merquelanz (Irun, 1995), responsable de cuatro tantos de libre directo en este curso. El canterano, tras completar un brillante año de cesión en Segunda con el Mirandés, donde ha marcado 17 goles y ha repartido 13 asistencias entre Liga y Copa, es una amenaza constante para la defensa rival.

La zurda del atacante irundarra ya causó estragos en sus rivales cuando este militaba en el Sanse en Segunda B. Ahora, pendiente aún de que se cierre su renovación, deberá demostrar que es igual de demoledora en Primera División, junto a los más grandes.