Les irreductibles basques frente a la Galia del PSG
Los realzales de la peña Atxuri Urdin de Iparralde viven una eliminatoria «que va más allá de lo deportivo» al enfrentar su identidad euskaldun con su condición de ciudadanos franceses
Francia sueña con encumbrar al Paris Saint Germain en la Champions y volver a la levantar la 'orejona' 31 años después. Entonces lo hizo el Olympique de Marsella al son de los goles de Papin y los millones de Bernard Tapie. Hoy el dinero llega de Qatar a través de Al-Khelaïfi, que con los fichajes de Neymar, Messi y Mbappé ha convertido al parisino en uno de los clubes más mediáticos del mundo.
Los jóvenes sucumben al encanto de las estrellas de un fútbol moderno en el que importa más el envoltorio que el contenido. La tradición o el sentimiento son aspectos secundarios que han quedado en un segundo plano. Ahora lo que cuenta son las camisetas vendidas y las audiencias televisivas. El negocio.
«Los papeles dicen que somos franceses pero somos vascos y ser de la Real es una consecuencia de ese sentimiento»
Pero en la Galia de 2024 no todo está perdido. Al sur del territorio existen unos irreductibles vascos que lucharán contra el gran estandarte francés en la Champions. Son los realzales de Iparralde. Aficionados a los que su lengua y cultura les ha llevado a vivir en txuri-urdin en ese lado del Bidasoa. Para ellos, esta eliminatoria va más allá de lo deportivo porque es una cuestión de identidad.
En el bar del trinquete de Sara, en Lapurdi, tiene su base de operaciones Atxuri Urdin Taldea, que debe su nombre al monte más alto de la zona, el Arxuria. Son casi 30 socios de pueblos como Ezpeleta, Kanbo, Urrugne, Zuraide, Itsasu y la propia Sara. De aquí es Patxi Dutournier, de 43 años, que trabaja de 'community manager' para las instituciones públicas en asuntos relacionados con la cultura y cuenta los orígenes de la peña. «La fundamos en 2007 cuando la Real estaba en Segunda División. En esos años nos organizamos varios aficionados de la zona para viajar a Gijón, Girona, Huesca y otras salidas. Lo pasamos tan bien que decidimos formar la peña. Era un momento difícil para el club y necesitaba del apoyo de todos».
«Esta eliminatoria es un derbi entre el País Vasco y Francia y entre sus dos mejores jugadores: Mbappé y Oyarzabal»
Su pasión por la Real la entiende como algo natural. «Es el club que más tirón tiene en la zona. Genaro Celayeta, campeón de Liga en los años ochenta, era de Bera, que está al lado, y Mitxel Loinaz de Hazparne. Todo eso marca. Recuerdo la primera vez que me llevó el aita a Anoeta con mis primos de Hendaia. Me impactó mucho todo lo que viví en el estadio. En el 2000 me hice socio y así sigo hasta hoy».
Miguel Darraidou es de Ezpeleta. Tiene 39 años y sus quesos y pimientos son los más famosos de la zona. En verano, en plena temporada alta de turistas, no da abasto en la plaza del mercado. Tiene encargos de París y más allá. También es txuri-urdin de nacimiento. «Mi padre me metió el veneno en la sangre. Me llevó a Anoeta y se arrepiente ahora de no haberlo hecho a Atotxa. Es muy futbolero y aquí la referencia más cercana ha sido la Real, porque Burdeos o Toulouse quedan más lejos. También tiene que ver con la identidad, somos vascos y sentimos que es un club que representa lo que somos».
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Está casado con Kristel y tiene dos hijas pequeñas, Mikela y Eneka, de 6 y 4 años. Los cuatro son socios y acuden al estadio cada quince días. «Desde la remodelación del Reale Arena nos ponemos juntos en la grada Zabaleta los aficionados que venimos de Lapurdi. Está muy bien porque se genera un buen ambiente. A las niñas les encanta, aunque tardamos una hora en venir y a los partidos de la noche no las traemos».
Miguel lleva muchos años viajando con la Real por Europa y se queda con aquel partido de Lyon en 2013. «El 0-2 con la chilena de Griezmann fue increíble. Tuvo mucha repercusión en Francia. Ahora con el PSG sucede algo parecido para nosotros aunque el impacto es mucho mayor. También he estado en Manchester, Salzburgo en 2018, Roma, Lisboa... A París voy con mi mujer».
La señal de ETB llega en 1995
Joanes García Basurko es profesor en la ikastola Errobi de Kanbo. Es de Sara y sus aitas son de Iparralde, aunque sus abuelos eran de Irun, el paterno, y Mutriku, el materno. Éste fue el responsable de su pasión por la Real. «Tengo 41 años y nací cuatro días después de ganar el segundo título de Liga. Así que se puede decir que estaba predestinado a ello. Tengo fotos desde muy pequeño con la camiseta de la Real».
Tanto Joanes como Patxi Dutournier coinciden en la importancia que tuvo la extensión de la señal de Euskal Telebista al otro lado del Bidasoa para reforzar su sentimiento txuri-urdin. «Llegó en 1995 y para nosotros fue algo muy importante porque nos permitió seguir los partidos de la Liga y la información de los equipos vascos. Nos acercó a la actualidad de la Real. Hasta entonces en televisión solo veíamos la liga francesa pero nos quedaba como algo lejano porque no nos identificábamos con ningún equipo».
En su opinión, ahora es más fácil ser de la Real que hace cuatro décadas cuando era pequeño. «En la ikastola veo cada vez más niños con la camiseta blanquiazul, algo que antes era impensable. Las nuevas tecnologías están influyendo mucho en ello. Nosotros estamos más cerca de Donostia que de Baiona y lo vivimos como algo natural».
Fred Berrouet, que vive en Kanbo aunque nació en Sara, recalca la idiosincrasia de la parte interior de Lapurdi. «Toda la fama se la lleva la costa, Hendaia, San Juan de Luz y Biarritz, pero en la zona del interior hay un seguimiento enorme a los equipos vascos. No solo a la Real, sino también al Athletic o a Osasuna. Para nosotros ver jugadores como Pacheco o Karrikaburu, que son de cerca de aquí, es importante para mantener presente ese vínculo tan fuerte que sentimos».
La identidad vasca
Para todos ellos esta eliminatoria va a ser muy especial porque les toca la identidad. «Los papeles dicen que somos franceses pero nosotros somos vascos y ser de la Real es una consecuencia lógica de ese sentimiento», recalca Patxi Dutournier. «No tenemos nada que ver con el PSG, a pesar del impacto mediático que tiene en Francia. Es más, está mal visto. Sería como el Real Madrid para los vascos de Hegoalde».
En parecidos términos se expresa Joanes. «Nuestra cultura, lengua e identidad es euskaldun. París lo vemos como algo lejano con lo que no nos identificamos. El PSG aquí tiene muchos detractores porque se le ve como un nuevo rico que solo sabe fichar estrellas mientras que la Real es otra cosa. Es algo nuestro».
Para Miguel Darraidou este enfrentamiento es «un derbi entre el País Vasco y Francia. Un duelo entre Mbappé, el mejor futbolista francés, y Oyarzabal, que para mí es el mejor vasco y espero que juegue. Hace días que no hablamos de otra cosa, incluso más que de la Copa. También es porque en Francia nos bombardean con información del PSG».
Se siente satisfecho de ver a la Real en la televisión más que nunca aunque dice que también hay cosas que salen mal enfocadas. «Canal+ Francia emitió hace unos días un reportaje precioso de media hora hablando de Denoueix, Montanier, Griezmann, Le Normand... Puso bien a la cantera de Zubieta y la identidad vasca de los jugadores pero nos llaman 'El otro Real' o 'El pequeño Real' en referencia al Real Madrid. No han entendido que somos la Real y que no hay más que una». Quizás a partir del miércoles en el Parque de los Príncipes lo hagan...
«Somos más fuertes como equipo pero ellos tienen mejores individualidades»
La expedición de Atxuri Urdin Taldea a París estará compuesta por Miguel y Kristel Darraidou, Emmanuel Malot, Laurent, Clement Elissalde, Fred y Oihan Berrouet y Xan Latxague. Todos son socios de la Real y resultaron agraciados en el sorteo para el Parque de los Príncipes. Otros no tuvieron tanta suerte y se quedarán en casa. Patxi Dutournier es de los que no viaja, pero por motivos laborales. Afronta el partido «tranquilo, porque viendo la televisión francesa no nos consideran un rival peligroso y eso es bueno para nosotros. Es importante no obsesionarse con ganar y disfrutar de una eliminatoria así sabiendo que si ganamos será un premio, no una obligación». Para Miguel Darraidou «es importante regresar vivos de París. El día del sorteo fue un bajonazo porque prefería el Copenhague o el PSV Eindhoven, pero cuanto más se acerca la fecha más me lo creo. Incluso después de perder ante Osasuna. El PSG no juega muy bien pero es verdad que Luis Enrique nos conoce. Si volvemos de allí metidos en la eliminatoria, en Anoeta tenemos opciones con el ambiente que se puede generar». En el caso de Joanes, que tiene obligaciones en la ikastola y verá el partido por la televisión, apunta al aspecto físico como un factor que puede ser determinante. «Si la Real está bien puede competir de tú a tú al PSG. En enero ha estado algo más floja pero contra el Girona y el Mallorca se le vio muy entera en la segunda parte. Ante Osasuna estábamos con la cabeza en París. En defensa estamos muy fuertes y nuestro centro del campo con Zubimendi, Merino y Brais es mejor que el suyo. La diferencia puede estar adelante, porque ellos tienen a Mbappé y Dembélé que son desequilibrantes y a nosotros nos está costando hacer goles. En ese sentido, si juega Oyarzabal puede ser importante. Diría que somos más fuertes como equipo pero ellos tienen mejores individualidades». Todos, eso sí, se sienten muy orgullosos de lo que está haciendo la Real en estos años, como señala Fred Berrouet. «Llevamos cuatro años seguidos en Europa y venimos de ser primeros de grupo en la Champions por delante del Inter y el Benfica. Esta eliminatoria ante el PSG es un sueño. Y hemos ganado una Copa y podemos llegar a otra final. No podemos pedir más, pero si ganamos al PSG sería la leche...».
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