Iñigo Manterola, diseñador de la nueva camiseta de la Real Sociedad, descubre sus secretos
El escultor oriotarra desvela cómo y cuándo surgió la idea para realizar la nueva elástica que los jugadores estrenaron el domingo en Anoeta ante el Sevilla
Iñigo Manterola es el autor del diseño de la nueva camiseta de la Real Sociedad para la próxima temporada, la que los jugadores estrenaron el domingo ante el Sevilla en Anoeta en el último partido del curso 2022/23, que se cerró con victoria y con la clasificación para la Champions League, en la que los blanquiazules volverán a medirse a los mejores de Europa.
Oriotarra de 49 años, pero afincado en Zarautz, estudió Bellas Artes en Leioa. «Nunca había prestado atención a otra modalidad que no fuese la pintura en mis inicios, pero hace quince años me entró el gusanillo de la escultura y, poco a poco, me fui enganchando. Era otra puerta abierta. Mi máxima es la evolución constante, ir cambiando continuamente, no estancarme. No hay que tener miedo a evolucionar. Tampoco todo lo que creas tiene éxito comercial, pero considero imprescindible experimentar», reconoce.
Iñigo Manterola recibió este lunes a DV en su taller de Zarautz, rodeado de planos, hierros, sopletes y demás artilugos propios de quien se dedica al diseño y a la escultura. Lo hizo con suma amabilidad, orgulloso de su trabajo y a la vez un poco sorprendido por la repercusión que ha tenido la nueva camiseta a nivel mediático. Nos mostró los primeros bocetos, los diferentes pasos realizados y las variaciones que ha sufrido el proyecto incial hasta el acabado final.
Así surgió la idea
La idea surgió «hace año y medio, en un viaje a Holanda para animar a la Real ante el PSV Eindhoven en un partido de la Europa League. Fui con un amigo y de pronto surgió la oportunidad de mantener una conversación con un responsable de la Real. No sabía quién era, pero yo ya tenía el boceto. Era mi sueño, la tenía diseñada en mi cabeza desde hace tiempo. Al día siguiente estaba comiendo en la misma mesa con Jokin Aperribay y Begoña Larzabal. Fue ella quien sacó el tema de conversación. Les gustó y comencé a trabajar en ello. Me invitaron a Bolonia, a la sede de Macron, para acabar de terminar el diseño, pero todo el trabajo ya estaba hecho antes, la escultura, la pintura, los bocetos».
Manterola desvela que «primero lo hice en papel para luego ser tridimensionado. Las nuevas rayas azules son tridimensionales. Son barras que se ven reviradas, con volumen, con la idea de darle más movimiento. Recogen la esencia y mi estilo».
No quería que fuese una camiseta más, del montón, sino que se notase su sello personal. «Todas las camisetas de los clubes que llevan franjas verticales son planas. La Real, el Athletic, el Betis. Mi idea era darle un giro para que se viese más, intentar transmitir el paso de dos a tres dimensiones. Hay un detalle significativo. Esa franja vertical al uso desaparece para convertirse en una pena que sujeta el escudo, para darle más valor».
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El escultor oriotarra está «contento con el producto final. Hay otros factores en la elaboración que los pone el patrocinador. No es un tablero que puedes variar a tu antojo, hay unas normas impuestas por la Liga de Fútbol Profesional y debes respetarlas. Veo reflejado mi trabajo en la nueva camiseta».
Admite haberle dado «muchas, pero que muchas vueltas a la cabeza, pero contaba con la ventaja de que el diseño ya lo había soñado y lo tenía fresco en mi memoria».
Manterola quiere destacar «la disposición total de la Real desde el primer momento. Han estado abiertos a cualquier variante que quisiera introducir con respecto al boceto inicial. Le agradezco que se hayan fijado en un artista local para promocionar la nueva camiseta. Para mí supone un premio, me da visibilidad de cara al exterior. Trabajar con la camiseta de Real, uno de los iconos de Gipuzkoa, es un orgullo».
«Fueron muchas pruebas antes de dar con la tecla –añade–. Primero tienes que tener la idea en la cabeza y luego debes plasmarla en un papel, pero yo sabía lo que quería desde el primer momento. Era un prisma y había que revirarlo. Reconozco que me ha restado muchas horas de sueño, no sólo era pensar en la ejecución de las maquetas, había que hacer también los dibujos».
Manterola considera que se trata de «una apuesta valiente ya que todo diseño lleva su riesgo. No tenía miedo al qué dirán, estaba convencido de mi trabajo. Es una camiseta arriesgada en la que se ve mi mano. Si no, no sería mía. Intento reflejar que la ha hecho un artista, no un equipo de diseño».
«En su día les dije que lo haría por amor al arte y así ha sido. No ha habido ninguna transacción económica. Los derechos de autor los he donado a la Real»
Está «orgulloso y contento» con el producto final «a pesar de las dificultades que entraña cualquier proyecto. Estoy muy agradecido a la Real por darme esta oportunidad de expresarme». Y lo ha hecho de forma altruista, sin ninguna contraprestación económica. «Ha sido algo que yo he propuesto al club. En su día les dije que lo haría por amor al arte y así ha sido. No ha habido ninguna transacción económica. Los derechos de autor los he donado a la Real».
Su cariño a la Real le viene desde cuando apenas levantaba un palmo del suelo. «Tengo en casa una fotografía de cuando tenía cuatro años en la que aparecemos mis dos hermanos y yo vestidos de la Real. Quién me iba a decir ahora que sería el autor del diseño de la nueva camiseta», dice.
Padre de dos niñas, fue socio blanquiazul durante una década, pero las obligaciones y el trabajo no le permitieron seguir siéndolo. Aún así, desvela que «voy a menudo a Anoeta a pesar de que no tengo todo el tiempo del mundo. La Real me envió el domingo al palco con mi familia. También estuvo Martín Arguiñano, quien me invitó a ver aquel partido de la Real en Eindhoven. Él fue el 'culpable' de que yo iniciase esta aventura».
«Es una lástima que 'Illarra' se retire. Me dijo que era una pena, que sólo podía ponerse la nueva camiseta una vez antes de decir adiós»
Manterola está contento con la clasificación de la Real para la Champions League. «El equipo ha completado una gran temporada, lo malo es que los aficionados nos estamos acostumbrando a que lo haga todos los años. Aún así, es un gran premio. Para un equipo de cantera como la Real es un sueño hecho realidad. Los seguidores estamos orgullosos de que la Real vuelva a estar en la cresta de la ola. Vendrán tiempos peores, pero de momento hay que disfrutar de lo conseguido».
No se moja en exceso cuando le preguntamos por su jugador preferido. «Hay muchos, pero tengo que reconocer que me chiflan Oyarzabal, Illarramendi, Take y Merino. Es una lástima que 'Illarra' se retire. Me lo presentaron el domingo en el túnel de vestuarios y me pareció un buen chaval, muy humilde. Me dijo que era una pena, que sólo podía ponerse la nueva camiseta una vez antes de decir adiós».
A Manterola le gustaría volver a viajar a Europa para ver a la Real en la Champions, pero de momento tiene aparcado cualquier viaje. Su proyecto más inminente es la adquisición de un local. «Mi idea es abrir una galería de arte en Donostia, en la calle San Bartolomé, entre Easo y Urbieta. Me gustaría que fuese a finales de septiembre», adelanta esperanzado.
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