Trayectorias paralelas de los máximos estandartes

Imanol Alguacil (Orio, 1971) y Jagoba Arrasate (Berriatua, 1978) son los máximos estandartes de la Real Sociedad y Osasuna. Ambos se han convertido en dueños, sin discusión alguna, de dos banquillos de altura, el de San Sebastián y el de Pamplona. Lejos aún de Guy Roux, entrenador que más tiempo estuvo ligado a un club, el Auxerre (44 años consecutivos entre 1961 y 2005); de Willie Maley, que dirigió 43 años al Celtic (1897-1940); o los más recientes Alex Ferguson (27 en el Manchester United, de 1986 a 2013) y Arsene Wenger (21 años en el Arsenal, desde 1996 hasta 2018), los dos entrenadores vascos se han ganado el respeto de un club y una afición. Hasta tal punto de sumar el mismo número de encuentros (154) en todas las competiciones desde que asumieron las riendas de los dos banquillos, si bien el guipuzcoano suma uno más (155) por el disputado el jueves ante el Leipzig en Europa. Cuando decidan separar sus caminos –el realista tiene contrato hasta junio de 2023 y el rojillo hasta el final de esta campaña, pero el club asegura su deseo por renovarle en breve–, podrán hacerlo por la puerta grande. Los hay en Donostia quienes le otorgarían el tambor de oro a Imanol, mientras que en Pamplona no se descarta que Jagoba sea el lanzador del chupinazo que abre los San Fermines.

Los dos ya han hecho historia y pese a ello no están dispuestos a dejarse llevar. Quieren más. Uno volvió a traer un título a Gipuzkoa 34 años después y ha logrado dos billetes consecutivos para entrar en Europa, algo que no se veía desde la Real campeona de los 80. El otro consiguió un ascenso a Primera en la misma temporada en la que pisó la capital navarra (18/19) y ha dado con la tecla para asentarse durante tres temporadas en la máxima categoría del fútbol estatal tras años de irregularidad y altibajos. Ambos son los entrenadores más clásicos de la Liga, amén de Simeone –quien cumple su décima campaña y lleva más de 500 partidos– y han encajado a la perfección con los valores del club. Fruto de ello, su regularidad en los dos banquillos.

Si bien ambos cuentan con prácticamente el mismo número de partidos dirigidos, Arrasate lleva cuatro temporadas, tres enteras (18/19-19/20-20/21) más la actual (21/22) y Alguacil cinco, dos divididas (17/18-18/19), dos enteras (19/20-20/21), y una, la actual, camino de completarla.

El de Orio fue comodín valedero hasta que se hizo con su puesto. Entonces entrenador del Sanse, Aperribay apostó firmemente por él tras la destitución de Eusebio Sacristán en marzo de 2018. Obtuvo 16 puntos de 27 posibles, un botín considerable que no pasó desapercibido para el club ni la afición. Pese a confiar en la figura de Asier Garitano en verano de 2018 para la nueva campaña que se avecinaba, a los siete meses desde su llegada tuvieron que volver a echar mano de Imanol tras el cese del bergararra. Para qué complicarse, para qué mirar al mercado teniendo un producto de la casa, pensarían por aquel entonces los directivos. Horas de insomnio, primero en llegar y último en marcharse de Zubieta, vueltas a la cabeza... Imanol volvió a pasar nota de corte. El club, entonces sí, se decantó para que el oriotarra asumiera las riendas del primer equipo desde el inicio de la siguiente temporada.

Imanol ha conseguido poner patas arriba a la afición después de mucho tiempo logrando resultados de mucho mérito hasta alcanzar la cima europea a través de la Liga y la gloria copera. En 155 encuentros dirigidos, entre Liga, Copa, Supercopa y Europa, el bagaje del oriotarra es de 68 victorias (53.55%), 45 empates y 42 derrotas. En la primera temporada (17/18) derrotó en casa a Atlético (3-0) y Athletic (3-1) en dos partidos que rozaron la excelencia. En el regreso al banquillo la siguiente campaña asaltó el Bernabéu, volvió a ganar otro derbi (2-1) y superó al Madrid (3-1) en Anoeta. Cuando se hizo oficial su estancia llevó a la Real a Europa después de dos años sin estar presentes quedando sextos con 56 puntos y la anterior (20/21) fue histórica al ganar la Copa y regresar, con un quinto y merecido puesto con 62 puntos, a Europa. En ésta, una vez eliminados de Copa y Europa, volverá a trabajar para que al final de la campaña vuelva a situarse en plaza europea.

En El Sadar el verdadero ídolo de la afición rojilla está en la zona técnica, de ahí el cántico que le dedican cada vez que su equipo juega en casa. En 154 partidos, entre Primera, Segunda y Copa, cuenta con 65 victorias (42.21%), 41 empates y 47 derrotas. Curtido tras su etapa en Soria con el Numancia, Arrasate asumió el banquillo osasunista en la división de plata con el objetivo de retornar a la de oro y devolver la alegría y la ilusión a Osasuna. 87 puntos le valieron y le sobraron en la temporada 18/19 para hacerse con el objetivo y ascender como líder. Desde ahí, no han vuelto a descender. Décimo con 52 puntos en la campaña 19/20 y undécimo con 44 en la 20/21, lejos de los puestos de quema, el objetivo de consolidarse en la categoría ya está logrado. Para ratificarlo, los números de esta temporada, donde actualmente son décimos con 32 puntos (cuarto mejor visitante) y a 12 del descenso. Faltando 39, el objetivo está próximo. Quién sabe si puede comenzar a aspirar a cotas más altas.

El regreso de Osasuna al Reale Arena trae consigo la visita de un viejo conocido. Jagoba comenzó siendo la mano derecha de Montanier y acabó asumiendo el banquillo dirigiendo partidos de la Champions, máxima competición continental. Accedió a la fase de grupos tras eliminar al Olympique de Lyon, pero no pasó de ronda al conseguir un solo punto en seis partidos. En la Liga terminó séptimo y en la Copa llegó hasta semifinales. Pese a renovar hasta 2016, sería destituido en noviembre de 2014 tras caer en la ronda previa de Europa League y un mal comienzo de Liga. Será la cuarta vez que visite el coliseo de Amara como técnico rojillo, con un bagaje de una derrota (Copa) y dos empates (Liga).

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