Ander Guevara conduce el balón en un entrenamiento. RS

El envidiado puzle de la Real Sociedad

Medular de lujo. Con la inminente vuelta de Asier Illarramendi, Imanol tiene por fin a su disposición el puesto mejor cubierto del equipo

Beñat Arnaiz

San Sebastián

Lunes, 28 de diciembre 2020, 07:03

Asier Illarramendi completó el entrenamiento de ayer en Zubieta con normalidad junto al resto de sus compañeros. Un buen síntoma para la medular de la ... Real Sociedad después de que el mutrikuarra se ejercitara al margen en la sesión del sábado y para los planes de Imanol Alguacil, que podrá contar en un corto plazo con todo su arsenal de mediocentros. La primera opción puede ser, si así lo estima el técnico txuri-urdin, en el derbi de este jueves ante el Athletic en San Mamés (14.00 horas).

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El capitán de la Real Sociedad se va a encontrar en su puesto un contexto totalmente diferente al que dejó cuando se lesionó el 31 de agosto de 2019. De timón insustituible del equipo a pelear por los minutos a sus 30 años con dos jugadores de 23 y 21 que se han asentado en el once incluso en las grandes noches del equipo. Cuando Illarramendi cayó lesionado, Ander Guevara tan solo había jugado un partido en Primera División con la Real –90 minutos el 15 de marzo ante el Levante– y Martin Zubimendi soñaba con hacerlo en la Segunda B. El día del infortunio, precisamente, estaba en Salamanca jugando los 90 minutos y ganando 1-3 al Unionistas.

En aquel momento Igor Zubeldia se adueñó del centro del campo y el debate entre los que preferían una Real con Illarramendi y una Real Sociedad con Zubeldia desapareció, desgraciadamente, por completo. Pero el cuerpo técnico, en este tiempo de ausencia del capitán, ha hecho de la necesidad virtud y ha tenido la oportunidad de consolidar a dos jugadores más de Zubieta en el primer equipo. La solución siempre está en casa.

Claves

  • Hacer de la necesidad virtud. La lesión de Illarramendi ha servido, a largo plazo, para consolidar a Guevara y Zubimendi en el equipo

  • Un contexto desconocido. El capitán lleva dos meses entrenando y tiene la losa de llevar un año y cuatro meses de inactividad

Quién sabe qué sería de Ander Guevara, y sobre todo de Martin Zubimendi, en un universo paralelo en el que Asier Illarramendi no se lesiona y juega, al igual que hizo en la temporada 2016/17, 39 de 44 encuentros, 38 de ellos completos. Pero en esta realidad, la de la pandemia del Covid-19 en 2020, el de pivote es el puesto mejor cubierto en la plantilla de la Real esta temporada.

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A más de un entrenador le gustaría jugar al rompecabezas que va a tener que resolver Imanol Alguacil en los minutos previos de hacer pública cada convocatoria de partido, y eso que cuenta con la suerte de la polivalencia que exhibe Igor Zubeldia. Le permite descongestionar el centro del campo y reforzar la defensa. Si no, el reparto de minutos exigiría un avanzado sistema informático para calcularlo.

Fue el de Azkoitia el que asumió el rol del pivote en los primeros encuentros tras la lesión de Illarramendi y después, la entrada de Ander Guevara a partir de finales de septiembre, sirvió para que Zubeldia se probara como parche en las dudas que había en el puesto del central izquierdo. El buen rendimiento de ambos, Guevara en el centro del campo y Zubeldia en la defensa, fue una vía fácil para no desaprovechar el talento de ninguno. Sin embargo, la vuelta a la competición después del confinamiento no fue plácida para el gasteiztarra. Una lesión severa en el tobillo le obligó a perderse el final de Liga, con la participación en las competiciones europeas, primero Champions y después Europa League, en juego. Y ante esta difícil circunstancia, con Igor Zubeldia cargado de minutos y sin poder multiplicarse en el verde, emergió Martin Zubimendi.

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Minutos para todos

El donostiarra, con 21 años, asumió los galones con naturalidad. Quizás ayudó que los campos de fútbol estuvieran vacíos para que su aterrizaje en la élite fuese tan destacado, sin mostrar ninguna fisura de inexperiencia. Cumplió con excelente nota y su desparpajo ha tenido continuidad esta campaña. Exceptuando las dos primeras jornadas de Liga, que fue baja por lesión después de llegar tocado del Europeo sub-21, ha participado en todos los partidos de la Real, incluidos los seis de la Europa League. Es el octavo jugador de campo con más minutos esta temporada, por lo que ha seguido entrando en los planes de Imanol a pesar de tener sanos tanto a Zubeldia como a Guevara.

El técnico oriotarra incluso ha alineado a los tres a la vez en varios partidos, como el día del Nápoles, por ejemplo. Igor Zubeldia acompañó a Robin Le Normand en el eje de la defensa; Martin Zubimendi jugó en su puesto habitual y Ander Guevara adelantó su posición para estar a la misma altura de Mikel Merino. Este planteamiento ofreció un hombre más al equipo en las labores de defensa adelantada y permitió recuperar balones con más rapidez y acierto. Consecuencia de ello fue el dominio de los blanquiazules sobre los italianos.

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Por lo tanto, Asier Illarramendi vuelve –aunque no sea el jueves, lo será en próximos encuentros– en un contexto muy competitivo. Y como se suele expresar siempre desde dentro del vestuario, este hecho es una excelente noticia para que los propios jugadores no se relajen y mejoren sus prestaciones. El capitán parte con una losa de un año y cuatro meses de inactividad que ha estado quitándose de encima estos dos últimos dos meses en los que ha entrenado la mayor parte con sus compañeros, pero resulta lógico que su entrada en el ritmo de competición sea de menos a más y con precaución.

Zaldua y Januzaj, al margen

Por su parte, en el entrenamiento de ayer, Moyá, Zaldua y Januzaj continuaron trabajando al margen del grupo en la segunda sesión de después de Navidad. Hoy la primera plantilla se ejercita a partir de las 10.30 horas en las instalaciones de Zubieta.

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