Gipuzkoa no acostumbra a equivocarse

Sergio Francisco se convierte en el vigesimocuarto entrenador nacido en Gipuzkoa en la ya centenaria historia de la Real Sociedad. Es, además, el tercer irundarra después de Patxi Gamborena, que estuvo en el banquillo blanquiazul entre 1941 y 1942, y Jabo Irureta, a mediados de los años noventa, quien dirigió con éxito a la Real en 72 partidos y se quedó en dos ocasiones a las puertas de acceder a la extinta Copa de la UEFA.

Si la solución para suplir a Imanol Alguacil estaba en casa, el territorio no suele fallar. De hecho de los únicos cuatro entrenadores que han conseguido levantar un título en la historia relaista, tres nacieron en Gipuzkoa. Son el donostiarra José Ángel Berraondo con la Copa de 1909, el eibartarra Alberto Ormaetxea –el entrenador más laureado de la historia– y el oriotarra Imanol Alguacil con la Copa lograda en 2021. El único técnico no guipuzcoano que ha levantado un título fue John Benjamin Toshack con la consecución de la Copa del Rey en 1987.

La decisión de los dirigentes realistas de ofrecer el cargo de entrenador a Sergio Francisco responde a la necesidad de continuar con el trabajo realizado, bien por Imanol al frente del primer equipo, y del propio irundarra en las categorías inferiores, tanto en el equipo C como en el Sanse. Además, llevar las riendas de la nave realista requiere un conocimiento casi cartesiano de lo que significa la Real y esta competencia es complicada que la lleve de forma escrupulosa un técnico foráneo. Zubieta como formador no solo de jugadores, sino también de entrenadores. Solo hace falta echar un vistazo a la Premier o a la Bundesliga.

Se da la circunstancia de que los últimos tres inquilinos del banquillo blanquiazul han nacido en Gipuzkoa. Sergio Francisco toma el relevo de Imanol, quien a su vez cogió las riendas del equipo definitivamente después del cese del bergararra Asier Garitano. Hay que remontarse a cincuenta años atrás para volver a ver a tres entrenadores nacidos en Gipuzkoa que ocuparon consecutivamente el banquillo de la Real: fue con Andoni Elizondo (Donostia), Josean Irulegi (Lasarte Oria) y Alberto Ormaetxea (Eibar).

El reto que tiene por delante el técnico irundarra es mayúsculo pero la historia le ofrece unas señales que conviene tener en cuenta. Obviamente no en todos los casos, pero sí en muchos de ellos, los entrenadores nacidos en Gipuzkoa y que conocen perfectamente lo que es Zubieta, han tenido una prolífica carrera en el banquillo blanquiazul. La oportunidad le llega a los 46 años, con un equipo absolutamente encaramado en las posiciones nobles y con una materia prima que está fuera de toda duda. Si, como muchos dicen, a Imanol hay que hacerle un busto después de estas cinco temporadas y media, solo tiene por delante a Alberto Ormaetxea. Eibar y Orio capitalizan las localidades de donde han salido los técnicos que más lustre han dado a las vitrinas a la Real pero han pasado otros muchos con un bagaje de garantías.

Puede ser el caso del tolosarra Juanma Lillo, quien estuvo al frente de la nave en Segunda División a punto de ascender y dejó un gran poso en el vestuario, el citado anteriormente Javier Irureta o entrenadores de la casa como Salva Iriarte, Marco Antonio Boronat o Javier Expósito, quienes alcanzaron el cargo a principios de los noventa.

Más atrás Benito Díaz se presenta como uno de los tótems en el vestuario blanquiazul con 344 partidos dirigidos y otros nombres que dejaron huella como Andoni Elizondo o José Antonio Irulegi.

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