La víspera de certificar el billete europeo, Imanol me sorprendió (a medias) en la rueda de prensa previa al partido que ofreció en Zubieta. Ese ... mediodía lanzó a los cuatro vientos un mensaje contundente: «Tengo contrato y mi intención es seguir haciendo historia con la Real este año y el que viene. Y eso me va a permitir forzar a ser renovado. Ojalá que estemos aquí durante muchos años».
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Raro en él, Imanol antepuso 'lo suyo' al colectivo la víspera del partido más importante. Atacó la pregunta de un colega en lugar de torearla. Y lo hizo por algo. Porque, claro, supongo que a él como a mí, también le llegan 'mensajes'.
A pesar de los pesares, a pesar de ganar una Copa y amarrar tres billetes para Europa seguidos, hay quien pone en tela de juicio a Imanol y se apunta a fin de una etapa. Más de uno está esperando que Imanol diga que está cansado y que ya ha cumplido (con creces) cualquier objetivo que se había puesto el consejo de administración de la Real cuando decidió darle paso.
Entonces empiezas a entender porqué Imanol incide en aquello: «¡Estoy a tope! Yo me voy a agarrar al timón como buen marinero, soy de Orio. A mí me echarán los resultados, como a todos los entrenadores. Si el barco se hunde, se hundirá con Imanol».
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El entrenador habló alto y claro para quienes pueden pensar que su etapa ha terminado y ven a Xabi Alonso en el banquillo del primer equipo la próxima temporada. ¿Quién podía intuir que tres temporadas después Imanol iba a seguir en el banquillo? Ni en la Real ni fuera. Imanol no se va a echar a un lado. Y me alegro. La pregunta es cómo convencer a Xabi Alonso para que no vuele y siga en la Real, con la posibilidad de verle al frente del primer equipo algún día. No le veo otro año formando jugadores y perdiendo más que ganando. Ahora le sitúan en el Brujas. Ojalá me confunda.
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