«La Champions significa un reto nuevo y a veces las jugadoras necesitan nuevos estímulos»

– ¿Se ha tenido que poner muy seria para mantener la tensión de trabajo esta semana?

– No ha hecho falta. Más allá del lunes, donde se unen la fatiga física y la emocional y no puedes pedir la misma precisión, el equipo está centrado porque quiere ese punto que nos hace falta para ser segundas en Liga. Sentimos esa oportunidad de terminar ganando y eso solo va de la mano de entrenar bien.

– Lo del domingo pasado fue...

– Muy, muy, muy bonito. A mí se me iba poniendo la carne de gallina durante el partido. Tenía que tener esa conversación interna para estar al juego, porque apetecía girarse y disfrutar del ambiente. Luego llegó la culminación en forma de fiesta. Teníamos intención de no celebrarlo mucho pero fue imposible por ese clima que se creó. Lo del manteo me da hasta vergüenza, por haber estado un segundo siendo protagonista. En fin, representa lo que está siendo este año. Ese clima bonito que nos hace celebrarlo juntas igual que nos hemos dicho cosas juntas.

– ¿Está el objetivo de la temporada cumplido?

–La Champions no era una exigencia, sino algo que nos podía ocurrir si nos iba bien. Nos ilusionaba. Estamos subiéndonos el listón, en esa tesitura de decirnos «¡Uau! qué temporada hemos hecho pero qué difícil nos lo estamos poniendo para la siguiente». Sí, estamos muy cerca de cerrar una temporada sobresaliente.

– Les pone a prueba hoy el Granadilla.

– Y es un equipo muy completo que maneja muchos registros. Un equipo profundo, con buenas individualidades, que domina las áreas, que tiene balón, que transita bien, defiende bien... En su campo sopla viento y siempre hay un aspecto climatológico de dificultad. Es su último partido de casa y lo venden como fiesta final de curso. Además, van a agotar la posibilidad de una plaza europea.

– Y la semana que viene fiesta en el Reale Arena.

– Queremos cerrar el año con victoria ante nuestra gente así que no cambiará si hay necesidad o no de puntuar. Ojalá lo tengamos hecho para que la fiesta sea completa y desde el principio podamos mirar al balón pero también alrededor.

– ¿Se cogerá vacaciones ese 15 de mayo o tiene demasiado trabajo pensando en Europa?

– Apuraremos mayo con el staff para cerrar filas, hacer balance, tipo inventario final como en las escuelas, para dejar cuantas más cosas cerradas mejor, y poder descansar más en junio.

– Va a tener mucho que planificar...

– Va a ser una planificación diferente. A nivel deportivo, en cuanto a apuntalar la plantilla, desde luego hubo más movimiento el verano pasado y también más urgencia. Ahora es intentar acertar de la misma manera, pero esa parte del trabajo no es de esas dos semanas posteriores al final de temporada sino que ya se viene haciendo todo el año. Lo que sí toca es cerrar cosas que han funcionado y cosas que no, atar cosas que mejorar en cuanto a horarios, a logística... Ajustar, en definitiva, el funcionamiento para que sigamos en la mejora. Y luego, con Garbiñe, cerrar la mejor pretemporada posible, ver contra qué rivales nos interesa jugar, cómo, cuándo y con cuántas jugadoras.

– Ya que habla de la directora deportiva, ¿le ha hecho ya la lista de pedidos en cuanto a posibles incorporaciones?

– Tenemos una conversación muy natural, tanto en el día a día con Garbiñe, como con Roberto, de contrastar cómo estamos, qué nos falta, y cruzar esas miradas. También estamos cerca del crecimiento del filial. Ahí están Mirari e Izarne, se nota que llevan un bagaje en la Real. Afortunadamente, este año contamos con un alto volumen de renovaciones. Sabes que las jugadoras van a seguir y eso te da garantías. Se trata de ir viendo qué oportunidad de mercado hay y qué necesidades.

–¿Cuáles son esas necesidades?

–Está claro que tenemos que crecer en número. Esta temporada hemos sido las que hemos querido ser porque entendíamos que ser pocas nos iba a dar para que todo el mundo estuviera metido y pudiendo participar. Hay que asumir que la Champions se puede terminar en septiembre, incluso en agosto si tenemos que jugar la final four previa, que no tenemos por qué llegar a cuartos de final, así que tampoco hay que firmar ahora a seis jugadoras. Tenemos que mantener un equilibrio aún siendo ambiciosas. Y que lo que incorporemos nos mejore, no traer por traer.

– ¿Qué hace falta fichar?

– Estaremos hablando de un par o tres de incorporaciones. Intentamos que cada puesto esté bien cubierto y eso también lo conseguimos con el nivel de polivalencia de las jugadoras. Tenemos capacidad goleadora alta y tras la incorporación de Synne Jensen en invierno y la vuelta de Cecilia deberíamos andar bien ahí, aunque si encuentras aportación goleadora... bienvenida sea. Sin duda, una centrocampista va a tener que venir porque tras la marcha de Clare Pleuler estamos algo más cortas. Pero bueno, la polivalencia de Nerea, la de jugadoras que pueden jugar en banda a distintas alturas, o la de Maddi por dentro son parte de la solución. También tenemos que ver qué jugadoras encajan en nuestra idea. Aquí no vale venir de vacaciones. La que venga tiene que venir a currar, entendiendo que si no entrenas bien no juegas. Eso no les vale a todas las que están en el mercado.

– ¿Qué le pide a la primera participación en la Champions?

– Primero tenemos que tener claro que decir por ahí que estás en Champions, no te vale ni para competir en el primer minuto. Tenemos que recordar qué es lo que nos ha dado para llegar hasta aquí y seguir esa trayectoria. El objetivo del curso que viene será la mejor clasificación en el día a día en Liga y utilizar Europa para crecer y a ver si llegamos a jugar miércoles-domingo. Estamos dispuestas a ese sacrificio y a gestionarlo lo mejor posible.

– ¿Qué le aporta la competición europea a este equipo?

– Te permite mostrarte a otro nivel. La Champios es una competición distinta, nos va a permitir competir contra equipos con juego diferente y nivel diferente. Es un reto y la jugadora necesita retos. Afrontar siempre los mismos viajes y los mismos partidos no llena igual. La Champions es uno de esos estímulos. Ha habido gente que se ha movido de equipo justamente porque quería probar la Champions. Espero que también sea un elemento que nos ayude a retener jugadoras. Será un aprendizaje para todas.

– Supongamos que sacan el punto que les hace falta. ¿Se juega la Real la temporada en la eliminatoria de septiembre que da acceso a una liguilla?

– Tendríamos que hacer el ejercicio de entenderlo como dos temporadas diferentes. Superar la eliminatoria nos daría la oportunidad de exigirnos al máximo nivel miércoles-domingo. Todavía no sé cómo vamos a reaccionar. Ahí tenemos el ejemplo del Real Madrid, y las dificultades que ha tenido en Liga. Tendríamos que celebrarlo pero también ver qué contrapartida nos puede traer. Hablamos de esa jugadora que ante un partido complicado un domingo llega fatigada o no llega por un golpe. Es algo a lo que tenemos que ir y planificar con las máximas casuísticas. Pero nuestra temporada es la de volver a encontrarnos a estas alturas de Liga con opciones de entrar en Europa. El reto es que esto que ha ocurrido en el día a día nos siga dejando en los puestos de arriba.

– ¿Ve más fútbol europeo últimamente?

– Veía más antes, como periodista. Pero sigo conectada. La foto que hago es que hay ligas muy competitivas. Y con algunas rivales depende cuándo juegues. Las nórdicas en agosto son duras y en febrero les pilla al revés. La liga italiana está creciendo. La francesa es muy física, con dos grandes diseñados para semifinales de Champions como son PSG y Olympique. La alemana tiene el elemento táctico y físico muy bien combinado. Haciendo las cosas bien podemos estar preparadas. Ojalá todo se dé para que en ese aprendizaje no tengamos que esperarnos un año, es decir, que el sorteo nos permita competir y coger ese bagaje en Europa. Si te toca el coco del bombo, es más difícil.

– Nerea, Amaiur, Franssi, Gaby, Vanegas, Mirari, Adriana, Emma... pueden tener compromisos internacionales en verano.

– Claro que condiciona. Haremos el croquis que haga falta para adaptar ritmos. Pero a los grandes equipos les pasa eso. Eso es crecer.