Equilibrio colectivo en la zona defensiva de la Real Sociedad

Nadie mejor que Aitor López Rekarte (Arrasate, 1975), habitual columnista de EL DIARIO VASCO en los partidos de la Real Sociedad, para realizar un análisis de la línea defensiva del equipo. López Rekarte cree que «sería injusto para los diferentes componentes del equipo, exclusivizar lo defensivo en una línea de actuación concreta». El que fuera lateral diestro tiene la sensación que la Real «es un equipo con mayúsculas en el que transmiten tanto los jugadores como los técnicos. Me atrevería a decir que hasta los aficionados. Aspectos tan importantes como la colaboración, la solidaridad y el compromiso son valores fundamentales de este éxito colectivo».

El excapitán txuri-udin considera que «una de las armas que más ha evolucionado desde el comienzo de temporada es el balance ataque-defensa. Así como en el inicio de liga, veíamos una Real Sociedad vulnerable, poco a poco los jugadores han ido interiorizando ese equilibrio colectivo. En un equipo con carácter dominador, lo más complicado de contener es cuando el equipo rival roba balón y tenemos muchos jugadores por delante del mismo. Hay una presión tras pérdida impepinable, pero si estos son superados; los adversarios que queden sin vigilancia, pueden ser letales». Para el que fuera lateral durante nueve temporadas, acumulando en total 320 partidos, «este aspecto, se ha ido corrigiendo paulatinamente con subidas de un solo lateral, para conseguir cierta cobertura. Imanol y su staff están consiguiendo que juegue quien juegue, el rendimiento del colectivo no decrezca», señala.

Por minutos, los laterales que más ha utilizado Imanol en el campeonato doméstico han sido Monreal por banda izquierda y Zaldua por la derecha. Sin embargo Rekarte apunta que «aunque los más usuales sean Zaldua y Monreal; Gorosabel y Aihen rinden óptimamente cuando les toca salir. Para los duelos desde el punto de vista de esta demarcación, son fundamentales las ayudas dos contra uno ante adversarios con cierta entidad».

Siguiendo con los nombres propios de jugadores de la Real Sociedad, el arrasatearra se para en la pareja que copó casi todas las alineaciones en el centro de la zaga antes del parón por la crisis sanitaria. Aritz y Le Normand «son muy fuertes en los duelos. Se complementan perfectamente por características. De esta manera, Le Normand es bueno en recorte de línea y replegando. Aritz es un portento en anticipación y achique de espacios», comenta el exjugador txuri-urdin sobre el bretón y el beasaindarra.

Rekarte quiere ver «cómo evoluciona Llorente –antes titular indiscutible – y la progresión de Modibo Sagnan –cedido en el Mirandés y que solo jugó un partido, el de Copa ante el modesto Becerril. En ausencia de efectivos, por otro lado, Imanol se ha decantado por poner a Zubeldia de central. Terminando con los aspectos defensivos en la Real Sociedad, en el trabajo de coberturas, vigilancias y basculaciones es indispensable una óptima comunicación entre el portero, la línea defensiva y el medio centro».

Obviamente en un deporte asociativo como el fútbol no se puede desmembrar solo el juego defensivo del ofensivo, que siempre tienen una gran ligazón. Esto es un aspecto que remarca el arrasatearra en su análisis, ya que «hay que entender los partidos como un flujo continuo. La capacidad de ganar balones divididos y duelos que tiene la línea defensiva, transmite a los que están por delante una seguridad tal, que son capaces de intuir a dónde va el balón».

Hay datos que se pueden escapar al gran público pero López Rekarte tiene apuntado en su libreta que la escuadra de Imanol «es un equipo que gana mucha segunda jugada. Y esto se entrena. Esa idea de darle continuidad al juego desde cualquier acción dividida, se convierte en automatismos relacionados con la comunicación gestual y visual».

La Real Sociedad ha encajado 33 goles en los 27 encuentros ligueros disputados, lo que da una media de 1,2 goles encajados por choque. Es el octavo equipo menos goleado del campeonato y este buen trabajo defensivo lo explica Rekarte con «la capacidad de adaptación que tiene tanto para y con el equipo rival, como con relación a sus propias características. Y así como a veces interesa sacar el balón jugado desde atrás y sin complejos, sobre todo con equipos largo; otras, optan por balones intermedios hacia la medular o hacia posiciones más avanzadas, que suele ser con rivales fuertes tras robo en medio campo».

Para finalizar, el que fuera subcampeón de Liga en la temporada 2002/03 se refiere al juego a balón parado, tan importante en el fútbol moderno y al que se le emplean muchas horas de estudio por parte de entrenadores y colaboradores. «Los saques de banda ofensivos son rápidos y con incorporaciones de lateral. Esto obliga al equipo rival a no relajarse en ningún momento, y si lo hace aprovechar ese punto ciego». Sin embargo, el excapitán pone el foco en un par de aspectos sobre los saques de esquina que recibe el conjunto blanquiazul. «Mejorar la defensa mixta sobre todo en córners –salvaguardando la corta y el segundo palo – y la disposición adelantada en faltas laterales en contra donde se corren ciertos riesgos evitables», concluye Rekarte.

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