De cabeza a Europa

Como todos los partidos en el Martínez Valero, el Elche no fue un rival sencillo y hubo que remontar el tempranero tanto de Carrillo. Pero el cuadro txuri-urdin tenía mucho fútbol en sus botas este domingo e impuso su talento para levantar el marcador, aunque la falta de puntería en los buenos momentos y un cierto conservadurismo final a punto estuvieron de jugarle una mala pasada. Imanol llegó a acabar con cinco defensas para proteger la victoria, pero la historia tuvo un buen final y eso es lo que cuenta, y que la hazaña de ir tres veces consecutivas a Europa queda cada vez más cerca.

Cuadrado mágico de Imanol. El técnico sorprendió con su planteamiento porque dispuso a los suyos en un 1-4-4-2 pero sin extremos, jugando con Rafinha y Silva por dentro, delante de Zubimendi y Merino, formando un cuadrado mágico en el centro del campo que en la Liga popularizó Vanderlei Luxemburgo a principios de siglo en el Real Madrid para dar encaje a Figo, Beckhman y Zidane en la zona ancha.El oriotarra se ha dado cuenta de que Sorloth va a más conforme pasan las semanas, que su presencia no puede excluir siempre a Isak por muy mal que el sueco esté y que Rafinha y Silva son dos jugones que deben ser compatibles el uno con el otro. Así que se lió la manta a la cabeza y les dio cabida a todos en el once inicial, una fórmula que tiene pinta de poder ser algo recurrente en este final de temporada que un recurso puntual. Gracias a ello la Real dominó el juego por dentro y hundió al Elche en su área en la primera parte, por mucho que el cuadro local empezó marcando en una buena jugada por su flanco izquierdo.

Gol en contra en tres minutos. La cosa no empezó bien porque sin apenas ajustar las marcas en la presión la Real ya se puso por detrás en el marcador. El nuevo esquema exigía que Zaldua y Rico hicieran muchos metros en la presión para ir a buscar al lateral contrario y eso liberaba al extremo cuando el central más cercano no acompañaba al lateral. Así sucedió al arrancar con un error en la presión de Zaldua y de basculación de Zubeldia ante Mojica y Fidel. El caso es que los dos se quedaron vendidos en banda y el pase del segundo al primero les anuló totalmente. Mojica, uno de los mejores laterales zurdos de la Liga, se coló hasta línea de fondo y su pase atrás tardó en detectarlo Le Normand, que llegó tarde a tapar el remate de Guido Carrillo. El partido apenas había comenzado y el marcador ya era adverso.

La paradinha de Isak. Dentro de lo malo, quedaba todo el encuentro por delante para darle la vuelta y los realistas empezaron a amasar balón en el centro del campo, donde se juntaban los jugones. Rafinha amenazaba con su conducción a Gumbau, Silva arrancaba desde dentro para caer a la banda izquierda y poner buenos centros -como el del primer gol- y Merino, inteligentísimo, veía el pase interior a Sorloth al espacio entre lateral y central, donde el noruego hizo mucho daño ganando a Rocco y Palacios. El 1-4-4-2 del Elche comenzaba a agrietarse y la Real, a coleccionar ocasiones. Isak la tuvo solo ante Badía tras pase de Silva pero su remate no tuvo precisión. Uno de esos envíos de Merino a Sorloth acabó con penalti por derribo de Rocco pero el desenlace de la jugada fue de lo más surrealista. Badía aguantó a Isak y éste realizó una paradinha, algo que prohíbe el reglamento y que dio el balón al Elche, además de amarilla para el realista. Francisco, técnico local, reconoció que nunca había visto nunca una jugada igual. El caso es que el penalti se fue el limbo.

¡Cómo las pone Silva! Pero esta Real es una roca y también se rehizo de un palo semejante. Zaldua, de volea en el rechace de un córner, y Silva, con un disparo al lateral de la red, amenazaron a Badía antes del gol del empate. Una jugada que nació en una buena presión de Sorloth para forzar el error de González, tuvo continuidad por la izquierda con Rico y Silva puso un caramelo que el noruego no desperdició con un remate de cabeza abajo. Casi a continuación llegó el segundo en otro centro desde la izquierda del canario, en este caso de córner, que Le Normand lo rompió de cabeza llevándose por delante a todo lo que pilló. Diego González no sabía ni por dónde le entró el bretón.

Peor tras los cambios. En la reanuación el Elche ajustó sus líneas, jugó más en 1-4-2-3-1, metiendo toda su artillería arriba, pero la Real salía cómoda con Merino, Rafinha y Silva. Un centro de Rico y un disparo de Isak fueron ocasiones claras para el tercero. Pero los cambios de Imanol, retirando a Rafinha, Sorloth y Silva para terminar con defensa de cinco, metió a la Real demasiado atrás. Renunció al ataque y se encomendó a la potencia de sus zagueros por arriba. La tuvo Ponce en un centro de Josan desde la derecha pero su remate salió rozando el poste. No hubiera sido justo porque la superioridad txuri-urdin le hizo acreedor a los tres puntos con merecimiento.