David Silva encara a Le Normand en un momento del entrenamiento de ayer en las instalaciones de Zubieta. Fotos: RS
Real Sociedad

David Silva, aire fresco para la mediapunta

El canario, llamado a cubrir el vacío dejado por Odegaard, ya se entrena en Zubieta después de estar confinado diez días por su positivo en la PCR

Miguel González

San Sebastián

Martes, 15 de septiembre 2020, 06:30

Hay una Real Sociedad con Odegaard y otra sin él. Y la frontera entre ambas quedó fijada en marzo, cuando el confinamiento acabó con ... la mejor versión del conjunto de Imanol. Después, los problemas en una de las rodillas del noruego limitaron su rendimiento y su concurso en el equipo, cuya producción ofensiva decayó de forma importante. Influyeron más factores, especialmente en un contexto tan complicado como el vivido en el último medio año, pero la ausencia de un futbolista tan determinante es una razón de suficiente peso como para explicar la transformación que ha sufrido el juego txuri-urdin en campo contrario.

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Su mejor actuación fue ante el Espanyol, cuando jugó en la segunda parte por un Januzaj que se había roto, y casualmente la Real remontó un 0-1 adverso para sumar tres puntos al final decisivos para la clasificación europea.

Cuando el Real Madrid recuperó a Odegaard en agosto, el club movió ficha con rapidez para hacerse con un futbolista de la talla de David Silva, el mejor recambio que podía encontrar. En el esquema y la forma de juego de la Real la figura del mediapunta tiene una gran ascendencia, y desde aquí se explica el salto de calidad experimentado el año pasado.

En 2019, después de atar los fichajes arriba de Isak y Portu, los técnicos de Zubieta soñaban con dar un golpe de efecto con un jugador entre líneas que marcase la diferencia. Alguien que llenara ese vacío dejado hace dos años por Xabi Prieto en zonas interiores y que, a ser posible, aportase último pase y llegada para no depender solo de los goles de los delanteros. Odegaard era el objetivo imposible pero se dio en cuanto el jugador quedó prendado del proyecto que le presentaron. Ahora será Silva el encargado de dar esa frescura y aportar visión de juego en tres cuartos.

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Enganche entre dos líneas

La influencia del mediapunta en un esquema como el de la Real es alta porque es el responsable en ataque de unir el centro del campo y la delantera. La zona de creación con la de finalización, una labor al alcance solo de unos pocos elegidos. Tácticamente, porque hay que ser listo para saber en qué espacios intervenir para que el equipo mantenga una ocupación racional del campo en ataque que le prevenga de un contragolpe rival en caso de pérdida. Técnicamente, porque hay que manejarse en zonas pobladas de adversarios en las que el pase debe ser milimétrico para no correr hacia atrás. Y físicamente, porque hay que echar una mano en la fase defensiva para que no se note el jugar con un hombre menos en el centro del campo.

Odegaard atraía adversarios, los juntaba con su sola presencia, y eso permitía que Oyarzabal e Isak afilaran el cuchillo en zonas más alejadas y que Portu atacara las espaldas rivales sabedor de que el balón le iba a llegar. También caía a zonas de creación para ayudar a los centrocampistas en la generación de juego y vaciar espacios por los que pudieran atacar sus compañeros, bien el lateral o el interior contrario con un desmarque.

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Desde marzo, cuando Odegaard se ausentó, Imanol respondió de dos maneras. La primera fue variando el dibujo para jugar con un 1-5-2-3 como en Getafe y ante el Sevilla, alineando a dos pivotes y tres centrales para facilitar la salida del balón con un futbolista más atrás. El resultado, un fútbol más vertical con un equipo más replegado. La segunda, metiendo a otro hombre en esa posición. Los escogidos fueron Januzaj y Oyarzabal. Pero con el eibarrés ahí se perdía fuelle en la banda izquierda. Ahora con Silva la Real debería mantener su estructura de la pasada temporada sin que el resto de referentes se vieran afectados.

Buenas sensaciones

El primer entrenamiento del canario causó una grata impresión entre sus compañeros. A pesar de haber estado diez días confinado tras dar positivo en la prueba PCR nada más llegar a Donostia, participó con el resto del grupo en la sesión de trabajo, tal y como recogió la televisión del club.

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En las imágenes de la web se le ve participando con acierto en ejercicios de pase, así como en partidillos de posesión. Siempre jugando en pocos toques y sin fallar en la entrega. En el tramo final, en un ejercicio ataque-defensa, se entendió muy bien con Januzaj, con el que combinó para marcar uno de sus primeros goles en Zubieta: un remate al palo largo inalcanzable para el portero. La cosa promete.

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