La Real Sociedad es una máquina de ganar partidos. Trece puntos en cinco jornadas le han catapultado a la tercera plaza por detrás de Real ... Madrid y Atlético. Y eso con un carro de bajas que tras la de Sorloth llega a la decena. Pero nada frena a un equipo que tiene la autoestima disparada y se ventila a los rivales que se le cruzan por delante con una superioridad pasmosa. En Los Cármenes sufrió porque dio vida al Granada con dos regalos que hay que hacérselos mirar si queremos aspirar a cosas grandes. Eso sí, cuando todo se puso en contra y apenas había jugadores del primer equipo en el banquillo, tuvo el suficiente empuje para sellar el triunfo con un golazo de Aritz con el exterior que, tras su doblete, se convirtió en el hombre de la noche junto a un Merino imperial. Miel sobre hojuelas para una Real que está de dulce.
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Ryan debuta bajo palos. La gran sorpresa en la alineación fue la presencia de Ryan en la portería. El australiano debutó con la Real y dejó en el banquillo a Remiro, que lo había jugado todo la temporada pasada, cuando solo se perdió un partido, el de Europa contra el AZ Alkmaar en Anoeta en el que jugó Moyá. En Liga hay que remontarse al desconfinamiento para encontrarle de suplente en el final de aquel curso 19/20. Lo curioso del caso es que el navarro llegaba a Granada después de mantener la meta imbatida cuatro partidos de Liga, aunque las sensaciones que había transmitido no eran tan buenas como otras veces.
Ryan no es que aportara mucha más seguridad. Se trataba de su primer partido y se le vio dubitativo al medir las distancias en centros y algunos rebotes en el área. Pero tampoco cometió errores groseros y estuvo a punto de detener el lanzamiento de Milla en el penalti. Para ser su debut, no está mal del todo.
Dos graves errores atrás. No arrancó mal la Real. En los cinco primeros minutos tuvo dos buenas llegadas a las inmediaciones de Maximiano. En la primera el meta portugués neutralizó el disparo de Merino desde una buena posición. La segunda fue una penetración de Zaldua por la derecha con centro al segundo palo. Sorloth ganó la espalda a Duarte pero anduvo lento de movimientos y entre el central y el meta locales bloquearon su disparo.
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Pero la Real cometió un pecado capital en un partido tan cerrado como éste. Concedió un gol a balón parado a un adversario que se sabía que dominaba la estrategia. El mismo lunes le marcó al Barcelona de córner por medio de Duarte. Pues nada. El primer saque de esquina que botó el cuadro nazarí acabó dentro de la red de Ryan. Rochina puso un buen balón al segundo poste, Germán le ganó el salto a Le Normand y Guevara desvió en propia puerta ante un meta australiano que, tapado, no se enteró de la jugada. Tocaba remar contra corriente ante un Granada que sabe gestionar encuentros así.
En la segunda parte, en ventaja tras el gol de Merino, otro error defensivo de Guevara al regalar un penalti inocente ante Bacca casi echa por la borda todo el trabajo. Hay que corregir esos despistes porque ante un rival con más empaque se pagan.
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Portu lo intenta por la derecha. La Real dominaba la posesión pero le falta profundizar. En ese contexto se echaba en falta a Silva e Isak. Navarro intentó hacerse notar con dos remates desde la frontal del área, el segundo salvado con la yema de los dedos por Maximiano para desviar a córner. Sin embargo, faltaba un hombre en tres cuartos capaz de meter el último pase.
Esa situación hacía que los tres atacantes realistas estuvieran desconectados del resto del equipo, salvo cuando subían los laterales. Aihen buscó a Portu con varios centros al segundo poste que el murciano cazó pero sin traducir en peligro evidente. Zaldua, por el perfil contrario, trató de lanzar a Portu, que buscó profundizar por fuera para el posterior centro. Sin embargo, a Sorloth le costó ganar la delantera en esas acciones a Germán y Duarte, que desviaban fácil ese tipo de balones esquinados. Con un ritmo bajo y escasa movilidad en ataque para inquietar al Granada se llegó al descanso.
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Merino coge la manija. El navarro va a exhibición por partido. Lleva tres seguidos de sobresaliente. En la segunda parte se echó al equipo a las espaldas, tomó las riendas en el centro del campo y fue determinante en la victoria. La jugada del 1-2 es el mejor ejemplo. No solo abre a Oyarzabal para que éste encare a Arias sino que acompaña la jugada para cazar el despeje de Duarte y cruzarlo al palo largo de un golpeo preciso.
Cuando tienes un futbolista de ese nivel todo es más fácil porque mientras al centro del campo granadino le faltaba el aire, el de Pamplona afinaba las piernas y repartía juego. Pudo incluso cerrar el partido en el 66 con otra llegada al área pero Maximiano evitó su doblete. Normal que Imanol le calificara en sala de prensa como «el mejor jugador de la Liga». Qué barbaridad.
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Las claves
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Carácter La Real tuvo la suficiente personalidad para superar los momentos críticos que deparó el encuentro
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Profundidad No fue el encuentro de juego más académico pero los de Imanol firmaron hasta diez llegadas claras
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Plantilla A pesar de las bajas, los cambios refrescaron el equipo y le lanzaron a la victoria en el tramo final
Un doblete desde el corazón. Si Merino representó el músculo y el cerebro, Aritz fue el ejecutor de la victoria. A las ausencias de Barrenetxea, Isak y Silva en ataque, se había unido la de un Sorloth que tuvo que dejar el campo con un pinchazo en el muslo. Y Portu y Oyarzabal habían sido sustituidos. Así que el de Beasain, que a casta no le gana nadie, llegó desde el lateral derecho para firmar de exterior un gol que recordó a los que hacía Luis Figo.
Victoria en Granada
Anteriormente ya había empatado el partido en un córner en el que Sorloth se llevó a toda la defensa para que llegase solo por detrás para alojar el balón en la red. El primer paso para la remontada estaba dado.
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Pero faltaba la puntilla. Y esa llegó en el 82. Aihen metió para la internada de Merino hasta línea de fondo, Lobete arrastró, Maximiano salvó el primer remate de Januzaj pero no pudo hacer nada con el de Aritz, que remató con el corazón al fondo de las mallas. Una Real que jugaba arriba con Januzaj, Lobete y Valera protagonizaba una de esas victorias que hacen crecer a un equipo.
Las estadísticas completas del partido:
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