Las uvas más sabrosas

¡Qué maravilla cambiar de año de esta manera! Ganando con autoridad el derbi ante un Osasuna siempre competitivo, con Oyarzabal de vuelta nueve meses después y un tercer puesto en la Liga reforzado a nueve puntos de Barcelona y Real Madrid. Si la Real pintaba bien hace mes y medio cuando se interrumpió el campeonato por el Mundial, imagínense ahora con el regreso de Momo Cho, Silva y Oyarzabal y alternativas para manejar durante los 90 minutos con un banquillo competitivo.

La prueba ante el conjunto rojillo no se presentaba fácil, no en vano el navarro acechaba los puestos de Europa, pero una Real enchufada y desprendiendo talento a raudales no ha dado pie a la sorpresa. Zubimendi, Brais y Silva han ofrecido un recital en el centro del campo, con el gallego marcando un gol y dando otro, Zubeldia y Le Normand han sido un muro atrás, Kubo ha demostrado su facilidad para encarar en el mano a mano y Sorloth ha engordado su cuenta goleadora con un tanto muy parecido al que marcó en el Pizjuán superando al portero con una sutil vaselina. Nueve lleva ya el noruego.

Imanol ha resuelto la ausencia de Merino en el once, baja por sanción, como lo hizo en el encuentro de Copa ante el Coria, volviendo el sistema de 1-4-3-3 y alineando a un tercer delantero, que en este caso fue Kubo. De esa manera, y con Remiro bajo los palos, han jugado Aritz, Zubeldia, Le Normand y Rico en defensa; Zubimendi, Brais y Silva en el centro del campo; con Kubo por derecha, Cho en la izquierda y Sorloth como referente más adelantado.

Desde el inicio se ha comprobado que el choque era lo más parecido a una partida de ajedrez entre dos técnicos que se conocen a la perfección. Jagoba Arrasate es perro viejo, además de saber de memoria cómo se comporta la Real. Para ello ha diseñado un planteamiento de 1-5-4-1 en campo propio que cuando buscaba la presión arriba se convertía en 1-3-5-2 con Oroz y Ávila tapando la salida a los centrales. Moncayola se ha pegado a Zubimendi, Moi Gómez por dentro a Brais y Torró seguía a Silva. En caso de elegir la salida con Aritz y Rico les saltaban los carrileros Manu Sánchez y Rubén Peña, por lo que de entrada había muy poco espacio para maniobrar. Era cuestión de esperar que el cansancio fuera abriendo espacios en el campo o que una genialidad pusiera a alguno por delante y obligase a modificar el libreto del otro.

Porque con dos defensas tan adelantadas, tampoco había licencias para correr al espacio. Aimar Oroz lo intentó en el segundo minuto con remate final al poste pero estaba en fuera de juego. Lo mismo que ocurrió cuando Sorloth envió el balón a las nubes con todo a su favor en el once, pero previamente Kubo estaba en posición antirreglamentaria cuando Silva le metió uno de esos balones envenenados con los que rompe defensas.

Era tan fuerte el pulso entre los dos equipos que apenas había concesiones para visitar a los porteros. Al menos, la intensidad del juego y la pasión en las disputas hacía que el espectador estuviese entretenido a falta de ocasiones que llevarse a la boca. Pero la Real ha golpeado primero a los veinte minutos en un saque de banda de Aritz en campo contrario. No se advertía mayor peligro pero entre Kubo y Brais han dibujado la jugada perfecta para que el gallego se metiese dentro del área. Ahí, emulando a Maradona, ha dejado sentado a Juan Cruz en una baldosa y ha cruzado el balón al palo largo haciendo imposible la estirada de Aitor Fernández. Décimo gol suyo de la temporada, una marca estratosférica para un centrocampista y que hace aún más difícil de entender su ausencia en el Mundial de Catar.

En la segunda parte Osasuna ha tratado de reaccionar y estirarse en busca del empate. Arrasate ha cambiado la disposición de sus tres centrocampistas, colocando a Moncayola por delante de los centrales y adelantando a Lucas Torró con Moi Gómez a ver si podía frenar a Zubimendi. Pero ha sido en vano, porque con el donostiarra suelto y jugando en posiciones más altas que en el primer tiempo, la contienda apenas ha tenido más historia que la blanquiazul.

En el primer cuarto de hora de la reanudación la Real ha podido aumentar la ventaja. Silva no ha llegado en el segundo palo a un centro de Kubo tras jugada individual y después Cho y Brais, en dos ocasiones, han intentado el disparo desde buenas posiciones aunque sin encontrar portería. El mensaje de Imanol era claro: marcar el segundo y finiquitar el partido.

Dicho y hecho, porque en el minuto 63 ha llegado después de un jugadón que demuestra la calidad que tiene el equipo. Un balón aéreo ganado por Le Normand a Kike García, un taconazo de Silva a Brais, un pase de éste marca de la casa al espacio y la vaselina de Sorloth para el delirio del Reale Arena.

Con todo sentenciado solo quedaba esperar la vuelta de Oyarzabal a los terrenos de juego más de nueve meses después. Se ha hecho de rogar, porque ha sido el quinto cambio, pero cuando el eibartarra ha pisado el césped en el minuto 85 Anoeta se ha venido abajo. El capitán está de vuelta y con la Real tercera se presenta como el mejor fichaje de invierno para disfrutar de esta segunda mitad de temporada. Urte berri on!!!