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Cádiz 0 - Real Sociedad 2: Esta Real va muy en serio
Apabullante. El doblete de Oyarzabal selló un triunfo merecido en el que solo la tardía de los goles puso algo de incertidumbre
MIGUEL GONZÁLEZ
Enviado especial a Cádiz
Lunes, 13 de septiembre 2021, 02:00
No se puede pedir más a la visita al Nuevo Mirandilla. Tercera victoria consecutiva en Liga, tercera portería a cero y arriba en el clasificación ... cuando apenas ha arrancado el campeonato. Como sucedió hace un año, la paciencia y la insistencia fueron determinantes para obtener un triunfo que fue justo y merecido, ya que el choque se convirtió en un monólogo blanquiazul. Visto lo visto ahora se entiende por qué en Cádiz los aficionados locales firmaban un empate en estos dos días que hemos estado en la Tacita de Plata. Por cierto, tercera victoria también seguida aquí, algo que confirma el crecimiento experimentado por el club en los últimos años. Ahora toca disfrutar de este triunfo para preparar el estreno europeo en los Países Bajos ante el PSV.
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Madurar el partido. La cita respondió al guion que se esperaba con una Real mandona en el juego que incrustó en su campo a un Cádiz que estuvo a verlas venir. El 80% de posesión txuri-urdin al descanso es la mejor fotografía de lo que deparó el evento. De aquí que Cervera dijera al final que «nos han superado en todo». Pero había que abrir la lata y con 31 grados a las seis de la tarde, el ambiente no era el más propicio para imprimir velocidad a la circulación de balón. Aunque fue el cuadro local el que más acusó el desgaste físico ante el rodillo en el que se convirtió la Real en la segunda parte.
Los de Álvaro Cervera intentaron defenderse en 1-4-4-2 con Sobrino y Negredo como primera línea defensiva, pero Imanol colocó para eso a Guevara en el once. El vitoriano se gira mejor y es un especialista en filtrar balones interiores en situaciones de presión, por lo que le dio la batuta en el centro del campo. En más de una ocasión formó en una línea de tres en iniciación con Aritz y Le Normand que superó a los dos delanteros cadista. La consecuencia fue que el Cádiz tuvo que recurrir al 1-4-2-3-1 y se hundió demasiado atrás.
De esa manera Merino y Silva se rotaban en el papel de organizadores para sacar de sitio a Jonsson y Fali. El cuadro local, con la defensa de cuatro y los dos pivotes manteniendo su sitio, era impenetrable en el último tercio del campo. Había que atraer primero para profundizar después.
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Las claves
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Monólogo Con un 78% de posesión y jugando todo el rato en campo contrario, el Cádiz terminó por enseñar la bandera blanca
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Alternativas La Real combinó los envíos de los centrales en largo a Oyarzabal con el juego por dentro con Merino y Silva, y de esa variedad llegó el gol
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Vigilancias El posicionamiento táctico permitió a los de Imanol recuperar muy rápido y someter al contrario a una tortura de 90 minutos
La Real logró generar algo en el primer acto cuando encontró a Oyarzabal en los pasillos interiores buscado por Silva y Merino. Pero faltó último pase y decisión en el disparo para poner en aprietos a Ledesma. Silva lo intentó con un disparo que desvió a córner Mauro. Era un encuentro de paciencia y de combinar alternativas diferentes, como los balones largos de los centrales a la espalda de la defensa rival. Le Normand conectó con Oyarzabal pero el capitán no supo salvar la salida de Ledesma y encontrar ángulo de remate tras sortearle. Isak, antes del paso por los vestuarios, le puso picante con un disparo desde fuera del área lleno de intención.
Pero ojo, que el Cádiz, sin hacer nada, tuvo la oportunidad más clara en el primer córner que botó. La Real no logró despejar el peligro y el disparo de Espino terminó en el poste tras meter Aihen la cabeza de manera temeraria.
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Otra marcha tras el descanso. En la segunda parte los de Imanol metieron una marcha más en campo contrario y el Cádiz no resistió. El buen posicionamiento táctico permitía recuperar el balón enseguida y los locales empezaban a asfixiarse sin salir de su propio terreno. Paralelamente Merino empezó a encontrar balones interiores para Silva, y Oyarzabal picó desmarques en el área contraria. El capitán tuvo la primera tras un servicio del navarro que bloqueó en el remate final Mauro. El rechace cayó a Isak y Ledesma salvó el disparo. Una jugada que hizo daño al rival porque entendió lo que se le venía encima. Como así sucedió.
A los 71 minutos cayó la muralla gaditana. La jugada fue calcada a esa de la primera parte en la que Le Normand buscó en largo a Oyarzabal, solo que esta vez lo hizo Aritz desde el perfil contrario y su pierna buena. La Real combinó alternativas diferentes para atacar y fruto de esa variedad llegó el gol. El central puso un balón perfecto a la espalda de Mauro por donde apareció Oyarzabal para ganar la iniciativa a Iza Carcelén y superar de cabeza la salida de Ledesma.
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Sale Sorloth para decidir. Imanol es un entrenador que no se amilana y con el 0-1 dio entrada a Januzaj por Portu y Sorloth por Isak. En realidad tenía los cambios preparados cuando llegó el gol pero siguió con su plan inicial. Y le salió bien porque el noruego resultó decisivo para cerrar el encuentro. De la nada creó una jugada en la que generó el segundo tanto y forzó la expulsión de Cala.
Fue un balón que recibió de espaldas ante Mauro en el centro del campo, lo tocó de cabeza y le sacó diez metros en un abrir y cerrar de ojos. Ahí, en ventaja, impuso su potencia para enfilar la portería de Ledesma. Cala trató de ir en la ayuda de su compañero pero acabó derribándole dentro del área. En dos apariciones ante Levante y Cádiz ha demostrado que se trata de un delantero resolutivo que puede aportar mucho al equipo. Normal que el Villarreal bebiera los vientos por él en este verano, aunque cuando el Leipzig pensó en sacarlo ya había cerrado a Danjuma.
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El caso es que su profundidad acabó con la poca historia que le quedaba al encuentro. El Cádiz con uno menos no se acercó a las inmediaciones de Remiro, que vivió una tarde muy plácida. Tercera en la que apenas tuvo que intervenir, lo que evidencia la solidez defensiva que está adquiriendo la Real en consonancia con la mostrada la pasada campaña. Si el curso anterior fueron 19 veces con la portería blindada, ahora ya son tres en cuatro jornadas. Más no se puede pedir.
En el plano individual, y además del doblete de Oyarzabal, la magia de un Silva que salió ovacionado del Carranza y la potencia de Sorloth, destacar el debut como titular este año de un Guevara que rindió a buen nivel. Todo fueron buenas noticias.
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