El caviar, para cuartos
Victoria justa, por lo meritorio y por lo corto del resultado, en la clásica noche copera que otrora habría acabado en drama pero hoy es otro día más en la oficina
Ya no hay ni 'realadas' en Copa. No me digan que con la que cayó este martes, la bajada de pulsaciones tras el derbi, el día de San Sebastián en el horizonte o las rotaciones, no era un día propicio para que el partido acabara en drama. Como me dijo un amigo cuando Imanol agotó los cinco cambios: 'Estoy tranquilo, tenemos a Oyarzabal en el campo para los penaltis'. Pero no, felizmente no nos tuvimos que jugar el pase a cuartos desde el punto fatídico. O halagüeño. Otrora estaríamos hablando de otra jornada negra, de un mal trago copero, de que la tempestad cayó sobre Anoeta o de una lluvia de decepciones. Pues no, a cuartos de final. Y a esperar rival. Será la última eliminatoria a partido único. Más la final, claro.
El caviar lo dejamos para ese día, que será entre los partidos del Rayo y Real Madrid. Pocos chispazos este martes pero suficientes para que el Mallorca hincara la rodilla. La Real salió al galope. Como el purasangre cuando se abren los cajones de salida. Tenían las orejas tiesas los chicos de Imanol, quienes en cinco minutos hicieron tres ocasiones. La cuarta fue el gol de Robert Navarro. Un buen gol. El atacante realista ha marcado en todos los partidos del torneo del KO. Si en el equipo se juega al tute o a la pocha, Navarro es el rey de Copas.
Por un lado la Real mereció más y por ello su triunfo y pase a cuartos de final fue justo. Igualmente que fue justa la victoria, por lo exiguo del resultado. Las faltas, córners, balones colgados igualan a los equipos por mucha diferencia que haya. Salvo una jugada que pegó al larguero por la parte de abajo –la suerte también juega– la Real no pasó apuros aunque la segunda parte fue pobre.
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La rodilla de Mikel
Imanol, además de los cambios en el once inicial, dio minutos a Illarra, Carlos Fernández y tuvo que reemplazar a Gorosabel por Aritz. El arrasatearra cayó lesionado en el tobillo y seguro que en la mente del entrenador estaba sustituir a Oyarzabal por Cho, pero tuvo que variar su guion por el problema del lateral. La segunda mitad fue fea, como si la Real no supiera si ir a por el segundo gol o encerrarse y salir a por una contra letal. ¿Para que voy a arriesgar si voy ganando?, se preguntarían los jugadores. Quitando el susto del travesaño, poco más. Solo un choque rodilla con rodilla de Oyarzabal con Valjent. No hay mejor noticia. El capitán se frotó con la mano, se agachó un par de veces y siguió jugando. Y Anoeta respiró esperando que en el siguiente choque llegue el caviar. Estamos a tres partidos de otra final.
✓ Lo mejor:
El pase: Octava victoria consecutiva, quinta este año. La Real no para de ganar. Y que siga.
✗ Lo peor:
Segunda parte: Sin saber qué hacer; o ir a por el segundo gol o encerrarse para pillar una contra y cerrar el choque.
👏 La ovación:
La hinchada: 23.408 valientes que este miércoles tendrán que trabajar, estudiar o pasear, animaron sin cesar.
🔎 El detalle:
Desde el 5 de marzo del año pasado Oyarzabal no jugaba un partido entero; fue en el Bernabéu.
🎤 Se va a hablar de:
Sorteo: Será el día de San Sebastián y puede tocar alguno de los gordos. Pero si jugamos en casa...
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