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Mikel Oyarzabal celebra uno de sus goles ante el Leganés. Acero
Leganés 2 - Real Sociedad 3

El capitán acude al rescate

susto y victoria ·

Una Real Sociedad superior en la primera parte que cobró dos goles de ventaja sufre después por su fragilidad defensiva y los despistes

Miguel González

Leganés

Miércoles, 5 de enero 2022

La Real Sociedad ya está en octavos de final de la Copa. Ésta es la buena noticia. La mala es que empañó su notable primera ... parte con una segunda en la que volvió a repetir los errores que tan caros está pagando en Liga, aunque en esta ocasión al estar enfrente un rival de Segunda la sangre no llegó al río. Hay que tomar buena nota para corregirlos, porque de lo contrario tardará en llegar esa mejoría que se pretende para remontar el vuelo.

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La Real anterior al descanso fue un equipo dominador, vertical, rápido y con un buen último pase que llegó a plantarse cinco veces delante de Villar. La de la segunda mitad fue más ramplona, irregular y descuidada atrás para conceder al Leganés la oportunidad de empatar. Un despiste de Diego Rico posibilitó a Randjelovic asistir a Muñoz para que el partido cobrara vida y, en ese escenario de un marcador apretado, el propio Muñoz hizo el empate tras un saque de banda provocado por un mal entendimiento entre Ryan y Zaldua.

Quedaban veinte minutos y había que empezar de nuevo. Pero ahí apareció don Mikel Oyarzabal Ugarte para echarse el equipo a la espalda, forzar un penalti de la nada ante Rubio y transformarlo para pasar de ronda. En otros tiempos la Real se habría ido a la calle tras un partido así pero ahora, a pesar del susto que se llevó, supo sobreponerse a tiempo para colarse entre los dieciséis mejores de la competición. A partir de ahora llega el momento de la verdad.

La Real ataca los espacios. Imanol demostró que se toma muy en serio la Copa y no hubo más que ver los jugadores que formaron del centro del campo hacia arriba, los que marcan las diferencias en partidos ante rivales de inferior categoría. Zubimendi, Merino, Januzaj, Oyarzabal e Isak. Bromas las justas. Olasagasti, quizás el mejor potrillo de la temporada, ocupó la plaza de Silva en la zona ancha, por lo que la Real tuvo empaque en las dos líneas de vanguardia.

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Así las cosas, las ocasiones empezaron a llegar gracias a la sociedad que forma Januzaj con Isak. A pesar de que Quintillà trató de pegarse al belga, bastó un despiste para que lanzara al sueco en velocidad y abriese el marcador. Escorado y sin apenas ángulo definió con una sutil vaselina ante Villar. Un golazo que le restó olfato después, pues falló dos bastantes más fáciles que la que metió. Respaldada por el resultado la Real se dedicó a conservar el balón, con picos de posesión del 65%, para desgastar al Leganés y meterle el cuchillo en cuanto dejaba libre su espalda.

La Real de la primera parte explotó la velocidad de Isak a la espalda de la defensa del Leganés para llegar a la meta de Villar

profundidad

Recital de ocasiones. Apoyada en la profundidad que daban pasadores como Januzaj y Oyarzabal y la velocidad de Isak, comenzó a coleccionar oportunidades. También ayudó mucho que la jugada empezara limpia desde atrás, donde es una gozada jugar con un central zurdo como Pacheco que da siempre el balón bien al compañero.

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Leganés

2

-

3

Real Sociedad

  • Goles 0-1 min. 8: fantástica picada de un Isak escorado ante Villar tras un gran pase de Januzaj. 0-2 min. 42: Oyarzabal roba a Eraso, hace la pared con Olasagasti y define ante Villar. 1-2 min. 60: grave error de Rico que pierde balón y posición para que Randjelovic centre y Muñoz marque de cabeza. 2-2 min. 70: Muñoz marca desde la frontal del área por el palo corto. 2-3 min. 73: penalti de Rubio a Oyarzabal que transforma el capitán.

  • El árbitro Mateu Lahoz del comité valenciano, asistido en las bandas por Cebrián Devis y Porras Rico. Amonestó a Sabin, Bustinza, Garcés y Quintillà del Leganés.

  • Incidencias 6.430 espectadores en Butarque.

Para el cuarto de hora Villar ya tuvo que lucirse en un par de ocasiones. La primera fue en una acción calcada a la del 0-1, con pase de Januzaj para Isak, pero al ariete se le fundieron los plomos ante el meta pepinero. Después fue Oyarzabal el que lanzó a Rico por la izquierda a línea de fondo. Merino no pudo rematar en el segundo poste pero Januzaj sí que lo hizo para que se luciera Villar sacando una mano milagrosa.

Después de un tramo en el que el partido perdió intensidad aunque siempre bajo dominio blanquiazul, antes del descanso la Real volvió a pisar el acelerador de la mano de Oyarzabal. El capitán aprovechó un gran pase interior de Merino para dejar a Isak solo ante Villar pero el meta volvió a ganar el duelo individual.

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El belga aportó último pase y fue el mejor lanzador del sueco, por lo que su ausencia en la segunda parte horizontalizó a la Real

januzaj

El eibarrés debió pensar que ya eran demasiadas las ocasiones desperdiciadas y que eso suele ser sinónimo de problemas, así que antes del descanso robó un balón alto ante Eraso, se apoyó en Olasagasti, que le devolvió de primeras, y definió con maestría para irse más tranquilo a los vestuarios con dos goles de renta. Quedaba rematar la faena.

Desconexión tras el descanso. En el descanso Imanol movió ficha y dejó en los vestuarios a Januzaj para dar entrada a Portu. Un cambio lógico para distribuir las cargas entre sus jugadores de arriba tras la lesión de Barrenetxea y teniendo el sábado partido frente al Celta. Con dos goles de ventaja fue un cambio entendible. Sin embargo la ausencia del belga quitó el último pasador y la Real se convirtió en un equipo más horizontal que dejó de tener la portería contraria como referencia. El objetivo era que corriera el reloj sin que pasaran grandes cosas.

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Pero Diego Rico no anduvo listo al perder un balón ante Rubio, dejarse la puerta abierta para que se colara Randjelovic y que Muñoz metiese de nuevo al Leganés en la eliminatorias. A partir de ahí Butarque apretó y a la Real le temblaron los pies. Porque dejó de sacar el balón con claridad desde atrás y sin esa premisa es difícil que funcionen las demás líneas.

Los cambios de Nafti refrescaron las piernas de los locales para aumentar su presión arriba. Ryan no se entendió con Zaldua y un saque de banda inocente acabó en la red. Nadie encimó a Cissé ni a Muñoz en la jugada del empate. Se cernían negros nubarrones en el horizonte.

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Diego Rico dejó su banda abierta varias veces para que se colaran Randjelovic y Naim, y por ahí se metió el Leganés en el partido

errores

Oyarzabal desequilibra. Cuando en otras circunstancias la Real se hubiera venido abajo, esta vez el capitán lo impidió. Ya no solo porque fabricó un penalti que él mismo transformó y fue decisivo en la clasificación, sino porque fue el primero en la presión y en aportar carácter cuando el partido lo demandaba. Su espíritu contagió a sus compañeros para igualar las ganas locales.

En el tramo final Ryan realizó dos buenas paradas a disparos de Pardo y Sabin Merino, ésta en el descuento, después de otro grave error de Rico. Bien está lo que bien acaba, pero después de ir con dos goles de ventaja en el marcador sustos así te dejan con mal cuerpo.

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