Buenos detalles pese a la derrota

Con todo, la Real mostró una buena cara en la primera media hora de juego, en la que jugó en campo osasunista y se estiró bien por bandas, mientras que en la segunda parte, cuando dispuso de un once con muchos chavales del Sanse, se mantuvo dentro del partido hasta el final.Osasuna jugó con un once bastante más reconocible que podría pasar por el titular en gran medida y en el que formaron de inicio hasta seis rojillos que hace dos años estuvieron en la final de Copa: Herrera, Cruz, Torró, Moncayola, Moi Gómez y Budimir.

Imanol formó con Marrero bajo palos por tercer partido consecutivo, que sigue mostrando una imagen muy seria en cada partido, con Odriozola, Jon Martín, Zubeldia y Javi López en defensa; Urko, Olasagasti y Brais en el centro del campo; y Becker, Sadiq y Magunazelaia en punta de ataque. La primera parte fue la que más sirve de referencia porque salvo Traoré, Aritz y Kubo, que entraron en la segunda, el once fue más reconocible teniendo en cuenta la cantidad de ausencias que había.

Los primeros veinte minutos fueron entretenidos con una Real que llevó la iniciativa del juego a partir de su dominio del centro del campo con un entonado Urko, un participativo Olasagasti y la calidad de Brais en la mediapunta, que siempre mejoraba la jugada. Se notó que tenía cerca a Becker, porque el neerlandés intervino mucho en ataque forzando algún córner desde línea de fondo y dando un gol casi cantado a Sadiq que el nigeriano no pudo concretar en boca de gol. Quizás se arrugó al ver la salida de Sergio Herrera a sus pies.

En ese primer acto gustó bastante la actuación de Jon Martín atrás en la primera ocasión que era titular en pretemporada, para hacer pareja junto a Zubeldia. El lasartearra se impuso en varios duelos aéreos a Budimir y Torró y participó mucho en salida de balón cambiando el juego hacia Javi López en la izquierda. Fruto de ese atrevimiento llegaría su asistencia posterior.

Osasuna mantuvo una posición más retrasada sobre el campo partiendo de 1-4-4-2 que tanto le gusta a Vicente Moreno buscando robar y correr. Anduvo cerca de marcar Arnaiz en una contra que finalizó por la izquierda y cuyo remate salió lamiendo la base del poste. También Catena, quien el verano pasado hizo tres goles de estrategia a la Real en Irun, la tuvo en un córner sin lograr sorprender a Marrero.

Pero en general el dominio y el fútbol fue txuri-urdin, con un centro-chut de Brais que salvó apurado Herrera, otro desde la izquierda de Becker y la mencionada oportunidad de Sadiq. Aunque no era vistoso, el partido tenía intensidad, y el mejor ejemplo fueron las constantes protestas del técnico rojillo al árbitro.

En la segunda parte Imanol refrescó casi todo el equipo salvo a Jon Martín y Magunazelaia, mientras que Osasuna siguió con los mismos. Se notó ese mayor rodaje en el inicio de la reanudación en el que el cuadro navarro tomó la iniciativa y logró adelantarse en una jugada en la que Aritz saltó a banda izquierda, Martín no pudo frenar a Areso al ir al cruce y Budimir se impuso a Traoré dentro del área.

La Real respondió bien porque prácticamente a continuación logró empatar en una jugada que pudo de manifiesto la valentía de Jon Martín en salida de balón. Se perfiló, condujo por dentro y sirvió un balón al espacio que contó con la complicidad de Mikel Goti para marcarle el desmarque de ruptura a la espalda de Torró, romper la línea defensiva rival y definir con clase ante Herrera.

Con un cuadro blanquiazul plagado de meritorios, Osasuna no perdió la oportunidad de volver a golpear en un centro lateral al área en el que Budimir impuso su mayor envergadura a Aritz para ganarle la posición y empalmar después ajustado al poste en un gran gol.

En el tramo final el partido perdió algo de ritmo por el carrusel de cambios en el bando contrario y a los realistas les costó llegar a las inmediaciones de Herrera, aunque Pablo Marín dispuso de una buena opción desde el perfil izquierdo con un disparo al lateral de la red. El próximo amistoso será el sábado a las 19.00 horas ante el Rennes en Francia. Otra buena de piedra de toque para seguir afinando la puesta a punto.