Rafinha marca el segundo gol de la Real Sociedad al rematar un pase de Mikel Oyarzabal desde la izquierda. FOTO: Iñigo Arizmendi
Real Sociedad 2 - Granada 0

La Real Sociedad, con la batería cargada para Leipzig

El equipo txuri-urdin se regala el mejor partido en casa en Liga para volver a zona europea y recuperar la confianza antela portería rival con dos goles

Miguel González

San Sebastián

Domingo, 13 de febrero 2022

No había mejor forma de llegar a la eliminatoria europea contra el Leipzig que cargando las pilas de confianza con un triunfo solvente ante el ... Granada. Y la Real Sociedad cumplió fielmente con ese guion en una tarde en la que todo fueron noticias positivas. Por primera vez en la Liga Anoeta vio dos goles locales, lo que supone un primer paso en ese propósito de enmienda para recuperar la pegada perdida. Además volvió a sellar su portería de nuevo, siendo ya 18 las veces en que lo ha hecho en 33 encuentros oficiales. Y para rematar, regresa a posiciones europeas en una jornada en la que le ha metido distancia a rivales como el Villarreal, Celta o Valencia. Porque después de haber perdido la perspectiva liguera con un mes de enero en el que apenas se jugaron dos partidos, lo cierto es que en las cinco jornadas disputadas en 2022 ha sumado nueve puntos de quince, lo que es un registro a tener muy en cuenta.

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Si los números colectivos respaldan a un equipo que quiere mirar hacia arriba, en lo individual hay que celebrar el partido de varios pesos pesados, algo fundamental para plantar cara al Leipzig. Oyarzabal firmó un gol y una asistencia después de desbordar durante la segunda parte por la banda izquierda. Isak no marcó pero demostró una marcha más antes del descanso para intimidar en velocidad. Januzaj sigue entonado y Merino fue el jefe en el centro del campo junto a un Silva que aportó mucho en creación. Remiro volvió a estar providencial cuando se le necesitó y hasta los laterales Gorosabel y Aihen cuajaron uno de los mejores partidos de los últimos tiempos. Sin duda, una buena forma de cargar la batería para afrontar una eliminatoria de Europa League tan ilusionante como complicada.

Defensa más alta y susto inicial

Desde el principio se vio la intención de la Real Sociedad de plantar su línea defensiva más adelantada que de costumbre, casi en el centro del campo, por muchos riesgos que conllevase. Si le estaba costando hacer gol era porque no recuperaba balones altos y ello implicaba adoptar una posición más atrevida sobre el terreno de juego. Así presionaría mejor y estaría más cerca de robar para atacar el espacio a continuación.

Sin embargo esa puesta en escena conllevó dos sustos importantes en el primer cuarto de hora porque había que tapar bien los golpeos del contrario y sincronizar la línea de atrás al tirar el fuera de juego. Y no se hizo ni una cosa ni otra. Así sucedió con un pase a la espalda de la zaga txuri-urdin de Milla que dejó solos a Arezo y Suárez corriendo hacia Remiro. Nadie encimó al pasador y Le Normand se venció antes de tiempo hacia atrás para validar la posición de los atacantes. Remiro, una vez más, estuvo providencial para desbaratar el mano a mano ante Arezo. Después fue Collado el que cruzó otro balón hacia Uzuni que pilló a Aritz mal perfilado pero Remiro volvió a aparecer para abortar el peligro.

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Galería. Los goleadores Rafinha y Oyarzabal se felicitan tras una de sus dianas. ARIZMENDI

Silva organiza y Januzaj lanza

El otro retoque que dio Imanol al equipo para generar más juego fue retrasar una altura la posición de Silva para que participara más en creación y no tanto en finalización como último pasador. Pocos futbolistas como él para sujetar el balón de espaldas y girarse, algo que hizo a la perfección para superar la presión del Granada en 1-4-4-2, con Milla fijando a Zubimendi y Gonalons persiguiendo a Merino. Entre Silva y Aihen, éste estirando por la izquierda, la Real consiguió transitar bien entre las zonas de iniciación y creación.

Esta variante con el mago de Arguineguín conllevó que los roles atacantes estuviesen más claros, con Januzaj como lanzador de Isak al espacio. Así ocurrió en la primera oportunidad del sueco, que se fue en carrera de Torrente por la izquierda y no pudo conectar con Oyarzabal el pase final porque se cruzó Escudero. También en un disparo flojo desde la frontal del área del nórdico tras dejada del belga.

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Las claves

  • Adelantada. La Real plantó su defensa más alto de lo habitual y eso le permitió presionar mejor y robar más balones

  • Fluida. La presencia de Silva más descolgado le ayudó a salir de la presión rival y a ganar fluidez en creación

  • Contragolpe. Con el 1-0 Oyarzabal hizo mucho daño abierto por la izquierda hasta terminar de cerrar el partido

Ese dibujo que abría más metros a Januzaj facilitaba las incorporaciones de un Gorosabel que subió bien la banda. Un centro suyo despejado por Quini dejó el balón a los pies del de Molenbeek, que no acertó a batir a Maximiano con la derecha. La Real llegaba bien al área contraria pero le faltaba golpear para ponerse por delante en el marcador.

Oyarzabal tira del carro

Pasada la media hora encontró el premio a su insistencia tras un córner botado por Januzaj y que fue despejado en primera instancia por la defensa granadina. Gorosabel empaló el rechace, Merino tocó el balón de espaldas y apareció el brazo extendido de Duarte para cometer un penalti tan claro como absurdo. Oyarzabal tuvo la sangre fría necesaria para desafiar a un Maximiano que está en racha y ajustarle el lanzamiento al poste izquierdo. Un gol fundamental porque abrió el partido y permitió que la Real pudiera explotar el contragolpe.

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Ya antes del descanso el propio Oyarzabal la tuvo en boca de gol tras un genial servicio de Januzaj pero Quini le estorbó lo suficiente para que no la colara dentro. Isak también probó suerte a la media vuelta.

En la reanudación la Real tuvo la virtud de mantener una posición alta, hacerse fuerte en el centro del campo con Zubimendi y Merino y orientar sus atacantes con Oyarzabal abierto en la izquierda. El capitán no paró de desbordar ante Quini hasta que el encuentro quedó resuelto. Primero se la puso a un Isak que no llegó por poco y después a Januzaj, pero le cayó a la derecha y terminó salvándola Maximiano. A la tercera fue la vencida. Portu arrancó una diagonal para abrir a Oyarzabal y arrastró con su desmarque al primer poste posibilitando que Rafinha llegara desde atrás para empujar.

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